Guerra Entre Reyes || #3 En Busca de Nuestro Destino

8. Expuestos

Lo único que se escuchaba en la habitación era el sonido de las manijas del reloj. La habitación se iluminaba con los primeros rayos del sol. Escuche un quejido de parte de Dayana quien se le dificulta abrir los ojos, la mire de reojo sin decir nada y quedándome sentada en un sillón que no estaba tan lejos de la cama en donde permanecía ella.

Frotó sus manos contra su cara para intentar despertarse. Kilian se había quedado a su lado toda la noche después de saber que había llegado sana y salva, él permanecía dormida ya que en toda la noche no pego el ojo, debe de estar incómodo durmiendo de rodillas junto a la cama. 

Dayana abrió lentamente sus ojos mirando la habitación un poco confundida.

-Buenos días, pequeña guerrera. –Al escuchar mi voz me busco rápidamente con la mirada.

-¿Ganamos? –Hizo una mueca de disgusto por el posible dolor que sentía en su cuerpo.

-Aún no cantemos victoria, pero si, has hecho que pasemos a la siguiente etapa, bien hecho al derrotar esa tropa con tu poder.

Sonrió satisfecha al oír mis palabras, suspiro y acaricio el cabello de Kilian.

-Te dejare descansar, solo vine para ver como seguías y felicitarte. –Me levanté del asiento rodeando la cama para ir a la salida, me giré por última vez. –Y hazle un favor, levántalo de ahí, debe de estar adolorido de dormir así. –Dije refiriéndome a Kilian.

 

Salí de la habitación y me dirigí a otra, en donde se encontraba Nicolae descansando. Mis pasos resonaban por el lugar, la mayoría estaba vigilando los alrededores o durmiendo. La casa del Clan estaba casi vacía ya que Damián mandó al Clan a recoger los cuerpos de los enemigos y quemarlos.

Mi mente se llenó de pensamiento de angustia y temor, no quería que nadie muriera, no quería que nadie saliera lastimado, sabía que había otra forma de detener a Dante, pero eso perjudicaría a todo este planeta, o la mayoría, pero aun así lo dejaría destruido y mi propósito aquí es salvar a todos, no acabar con ellos.

-¿Segura? –Me susurro algo al oído, sacudí mi cabeza y fruncí el ceño.

-No quiero más problemas, quiero que esto acabe... –Me dije en mi conciencia, apreté mis puños y mire que a unos pocos metros llegaría a la habitación de Nicolae. –Pero yo decidí “Ser” y estas son las responsabilidades que conlleva serlo.

 

Pare a verme en un espejo que estaba por el pasillo, mi expresión facial había cambiado mucho, parecía estar más amargada de lo normal. Mire fijamente mis ojos a través del espejo frunciendo el ceño.

-Estoy actuando como una estupida. Bufe al pensar en lo que me había convertido; Una cobarde. –Soy una guerrera, esto no me puede afectar. Mataré a Dante aunque sea lo último que haga… Pero aún no.

 

-¿Me llamo, mi señora? Asintió cuando Lex apareció. 

-Prepara otra tropa y envíala al suroeste, la división completa la enviamos en 3 días. ¿Entendido? 

-Si, mi señora. ¿Algo más?

-Reúne a todos los líderes de cada Clan y manada en la sala del Trono. Adelantare unos planes, así que los tendré informados. 

-Si, mi señora. Lex camino hacia la oscuridad desapareciendo por completo.




 

-LEJOS DE VAMWOLSTAEN-


 

Elizabeth se había ido a las profundidades del bosque, en donde Dante ya había hecho su mal. Se tiró de rodillas mientras con su voz coqueta llamaba a Dante.

 

-¡Oh, bello ser! He acudido a ti para ser tu Aliada, yo te ayudaré si vosotros ofrecen su ayuda a cambio. Y tendrás a la Destructora de Universos en tus manos. Así que acepta mi ayuda, Dante.

Detrás de ella permanecía parado una figura oscura que solo se rió de ella y le proporcionó un golpe en la cabeza, cayendo desmayada al suelo.



 

Cuando despertó estaba encadenada, confundida. Unos pasos se escucharon aproximándose a ella, esto no le gustaba para nada.

 

-Qué estúpida, acabaste en la boca del lobo. Rio de forma macabra mientras que Elizabeth se arrepentía de haber ido a verlo.

-¡Suéltame! 

-No, no, pequeña. Querías verme, ¿no? Aquí me tienes. –Bajo hasta quedar al mismo nivel que ella y pasó su lengua por sus labios mientras no dejaba de mirarla. –Más te vale que lo que tengas que decir me beneficie o te mataré aquí.

-Puedo ayudarte a vencer a Karen. –Dante se dio cuenta de su nerviosismo, como tragaba con dificultad.

-¿Quieres que te de a los lobos? No me mientas. 

-Digo la verdad… Empezó a titubear. Eh… Pues bueno, creo que hay una forma de vencerla, yo puedo ser una parte esencial para que la derrotes.

-Una simple chupasangre no puede ayudar a derrotar a un Ser de Oscuridad, lo que dices son puros balbuceos. Procedió a poner su mano en el cuello de ella, clavando las uñas listo para arrancarle la cabeza.

-Dante. Nodens posó su mano en el hombro de este para que parara su acción. –En realidad, si nos puede ayudar…



 

-ACTUALMENTE-


 

Dayana

 

Varios temblores se sintieron en el pueblo, las tropas de Karen seguían peleando, por suerte el pueblo y su gente estaban protegidos por un escudo invisible hecho por los Súbditos de Karen y la magia de Scarlett. El resto del mundo seguía común y corriente, como si no hubiera pasado nada, ya que el Rey de los Universos lanzó un hechizo para que las personas del mundo no se enteraran de este conflicto entre los Seres de Oscuridad, asi que los unicos que sabian de esta guerra eran las personas de Vamwolstaen.

 

Segui tirada en la cama, inmovil, tratando de despejar mi mente del daño que hice anteriormente, Kilian no quitaba su mirada de encima, estaba atento para ayudarme en cualquier cosa pero él necesitaba descansar.




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