EN ALGÚN LUGAR DE VAMWOLSTAEN
El cuerpo de Karen estaba encadenada dentro de una celda con barrotes hechos de una piedra maldita que ella no podría tocar. Dante la observaba entre la oscuridad mientras se tocaba los labios deseoso de tener el poder de ella.
-Levantala. —Ordenó a Nodens.
Entró en la celda con una barra de hierro que le había dado Dante, pensó por un momento que él no quería hacer eso pero el grito frío de Dante lo alejó de esa idea.
-¡Hazlo! ¡Ya!
Nodens procedió a darle con la barra en toda su espalda para despertarla sintiendo un poco de arrepentimiento. Un grito ahogado se produjo de Karen al fin despertando con dolor y sin poder moverse de su sitio por las cadenas.
-¡Mierda! —Giró su cabeza para ver a Dante. — ¿Qué quieres de mí? Matame de una vez por todas y daremos por terminada la guerra.
-Oh, te sigues viendo igual de bella aunque tu cara esté sucia y maltratada. —Se agacho para estar a su nivel aunque los estuviera separando un metro de distancia y los barrotes. Nodens salió de la celda y tiró la barra al suelo. Dante sonrió y entró a la celda caminando en círculos alrededor de ella.
-¿Quieres torturarme antes de matarme, no? —En respuesta, Dante sonrió.
-Que inteligente, pero como soy bondadoso —Se sentía la ironía. —Te daré a elegir.
-Ya se por donde va esto.
-Primera opción, te mato y gané la guerra como tenía que ser desde un principio.. o… Dame todo tu poder y acepta ser mi musa, mi amante entre la oscuridad y las tinieblas.
-Muy poético de tu parte pero prefiero morir antes de ser tuya, me das asco, me repugnas ¿Cuántas veces tengo que repetirlo?
-Me halagas con tus palabras, aunque se que en lo profundo de tu corazón tienes espacio para mi. —Volvió y se puso de cuclillas para verla mejor mientras acariciaba su mejilla. — Y sabes que de verdad me amas a mi y no a esa cosa desagradable chupasangre y dices amar, él también ha matado, ha tenido sus pecados como yo, pero aun asi lo amas y a mi no.
Hubo un gran silencio en el lugar, Dante la miraba con sus ojos penetrantes y una sonrisa maliciosa.
-Aunque los dos sabemos que se vería mejor sin cabeza y con los sesos fuera que estando contigo. —Karen le escupió en la cara cuando dijo eso.
-Si vuelves a hablar así de él, te juro que me quitaré estas malditas cadenas y te mataré enfrente de Nodens.
Dante le propinó una cachetada. —Querida, ni siquiera has intentado desatarte ¿Crees que temblaré de miedo? —Soltó una carcajada que le hizo helar la piel a Karen. —Esperaré tu respuesta luego. Tengo que planear qué haré con este planeta.
Dante se levantó saliendo de la celda sin mirar atrás a Karen, a ella la consumió la ira dañando las cadenas y levantándose con dificultad lista para dañar la celda también, dispuesta a dañar los barrotes, los tocó pero al instante cayó al suelo.
-Oh, se me olvido decirte, esta piedra no la puedes tocar. Duerme bien querida.
Los ojos de Karen se cerraron quedando inconsciente mientras que los dos hombres salían del lugar.
-Mientras yo me ocupo de ella, necesito que me hagas un favor Nodens… Encuentra aliados, ya sabes donde buscar…
Leslie
El ejército de Dante se empezaba a expandir desde la desaparición de Karen, en el mando estaría yo, pero no se como hacer que sus súbditos me sigan como lo hacían con Karen, al parecer, Nicolae tiene cierta influencia en ellos después de saber que relación tiene con Karen.
-Necesito que mandes alguno de ellos a proteger el pueblo, la manada de Alex y las otras no podrán hacerlo por mucho tiempo — Parecía que no me escuchara. —Y manda a varios grupos a la zona de batalla.
-¡Trato de hacer lo que puedo, Leslie! —Dijo frustrado, aunque podía entenderlo, estaba preocupado más por Karen que por lo que le pasara a él o a los demás. —Ya mande a varios grupos para respaldar aquellos soldados que cayeron, pero no puedo enviarlos a todos, esto es lo que quiere Dante, agotarlos. ¡Tu poder es más grande que el mio! Ve y pelea por el pueblo.
-Eso planeaba hacer, pero primero iré a… —Un escalofrío recorrió toda mi espalda.
-Leslie… —Gire buscando la voz. — Leslie… —Mire de nuevo a Nicolae pero al parecer él no lo escuchaba. —Te espero en lo más profundo del bosque… Sola…
-¿Irás donde? —Nicolae arqueó una ceja sin entender lo que ocurría.
-Nada, ya me voy…
Ya en el bosque, sentí un malestar, donde un pequeño giro sobre mis talones me encontré con la oscura mirada de Nodens. Dio unos pasos hacia mi como si viniera en son de paz pero retrocedí.
-¿Me llamaste? —Asintió. — ¿Qué es lo que quieres?
-Por lo que veo, este universo no será salvado por tu ama, cierto ¿Donde esta tu dueña?
-Ella no es mi dueña, pero sí mi líder. Ve al punto.
-Leslie… ya que no tendrás ama, Dante te sugiere que te unas a nosotros. —Dio un paso hacia delante tratando de disminuir la distancia, observe sus movimientos para que no quisiera atacarme de sorpresa.
-Ni hablar, no me unire a ustedes.
-No lo hagas por Dante, hazlo por mi. —Negué con mi cabeza. —Siempre habíamos sido tú y yo, en este universo ¿Porque quieres quedarte con esta gentuza?
-Y ¿Porque te fuiste con Dante? Podrías haberte quedado sin ser de ningún bando ¿Sabes que no somos de la misma raza que ellos?
-Lo se, pero entiende que ellos son más fuertes.
-¡Nodens! Eres un estupido, dejaste de lado a nuestra gente.
-Tu hiciste lo mismo.
-Yo nunca me fui de este planeta, tu quieres destruir a la tierra que te creo, quieres destruir aquellos que te dieron la oportunidad de sobresalir. ¿Crees que Dante te tratara como si fueran del mismo rango?