Guerra Entre Reyes || #3 En Busca de Nuestro Destino

14. Un alma por otra alma.

 

Alex

 

Tirado a los pies de Leslie mientras lágrimas salían de mis ojos, la imagen de Marina pasaba rotundamente por mi cabeza. Leslie seguía negando en ayudarme a traer a Marina de vuelta, estábamos en el bosque y el único ruido que se escuchaban eran mis sollozos gemidos de tristeza. 

-Estás colmando mi paciencia, Alex. Te lo dije una y otra vez. No traeré a Marina de vuelta.

-Hazlo por mí, prometo que ella no será la de antes, se que en el fondo fue buena. —Tiraba de su túnica varias veces para que me mirara. —He dejado mi dignidad de un lado para arrodillarme ante ti por ella, al menos déjala viva por un límite de tiempo y luego te la llevarás otra vez.

-Sigue así y la proxima alma que tomare será la tuya. —Comentó en tono malévolo haciendo que me quitara de su lado instintivamente. —Tienes una vida por delante, no te enganches con el pasado.

-Pero haría lo que fuera para traerla de vuelta.

-Lo se. —Procedió a darse la vuelta e irse.

 

Me quedé tirado en el suelo rascando mi cabeza pensando cómo podría convencerla, pero nada se me ocurría y una voz masculina me sacó de mis pensamientos.

-Si sigues rascando tu cabeza así vas a terminar por sacarte sangre. —Su risa maliciosa me hizo levantar la mirada, un gruñido salió automáticamente de mi boca. —¿Esa es la forma de saludar a la persona que te ayudará?

-¿¡De qué hablas escoria!? —Nodens se precipitó a levantarme del suelo y agarrar mi cuello.

-Tu tono no me gusta, solo escúchame… He escuchado que quieres traer a tu amada de vuelta, y se que harás lo que sea. Así que te ayudare.

-¿Qué trampa es esta?

-Ninguna, solo tendrás que hacer algo por mi.

-¿Qué quieres? —Se puso a pensar por un momento y luego me volvió a mirar a los ojos.

-Solo quiero saber donde van a atacar de nuevo… Quiero saber cuando peleara Leslie contra los hombres de Dante.

-Esto es ridículo, no te lo diré.

-Entonces tu amada no volverá a la vida… —Me tentó, de verdad no lo quería hacer pero de enserio quería verla de nuevo. Asentí. —Bien, solo espera tres días y ella vendrá a tus brazos, después me darás la información que quiero.



 

Nicolae

 

Ha pasado una semana de mi boda con Karen, todo fue tan maravilloso, una sonrisa inevitable aparecía en mi rostro cada vez que veía el anillo de casado que tenía en mi dedo. Mi padre nos dio de regalo de bodas una casa cerca de la “Casa del Clan” asi se me haría mas facil tener privacidad y ocuparme de mis responsabilidades.

 

Permanecía en la cocina de nuestra nueva casa intentando hacer una receta mientras Karen estaba fuera de casa. Las cosas con Dante se calmaron un poco desde que supo de la muerte de Karen que obviamente es falsa.

Puse el pastel en el horno y empecé a limpiar los restos de harina de la cocina. El sonido de la puerta abriéndose me alertó, Karen estaba en casa. Me quité el delantal y termine de limpiar tan rápido como pude. Ella apareció en la cocina con una sonrisa de oreja a oreja mientras olisqueaba el lugar.

-Hola, mi amor. —Me apresure a llegar a ella y besarla.

-Uhmm, huele delicioso. —Procedió a quitarse su túnica y sentarse en una silla cercana.

-Lo hice para ti. —Sonreí mientras le servía un vaso de jugo. —¿Novedades? 

-Casi nada, estoy creando estrategias para acabar con Dante… Muy pronto será el fin de todo, pronto tendremos paz total. Solo que me inquieta una cosa… —Dio un sorbo del jugo y me miró raro. —Es sobre Alex.

-¿Qué pasa con él?

-Presiento algo malo, algo me dice que deberíamos de vigilarlo.

-¿Quieres que me encargue de eso? —Sonrió de lado y asintió.

-Gracias, yo tendré que ocuparme de otras cosas… Me desharé de todo lo que sea un obstáculo para nosotros. —Esto último lo dijo como si fuera para sí misma pero no hice preguntas.

-Okey, qué tal si te relajas viendo la tele mientras yo decoro el pastel, te mereces un descanso. 

Ella se levantó de la silla y agarró la túnica, me dio un beso en la mejilla y se fue a la sala. Un rato después comimos el pastel que preparé y se fue a dormir mientras yo me preparaba para salir.



 

Horas y horas estuve observando a Alex entre las sombras, simplemente estaba sentado cerca de un río en lo profundo del bosque mirando al vacío como un bobo. Esto me parecía normal, incluso estuve a punto de irme porque no veía nada fuera de lo normal hasta que… escuché pasos mojados caminar por el pasto, al girarme me quedé en shock al ver quien se acercaba a Alex.

-No, no, no, yo te había matado… —Se desesperó mi conciencia al verla. —Lo que me faltaba.

Marina había salido de las aguas mientras sacudía su cabello fino y miraba a Alex con malicia. Ella, la causa de mi enemistad con Alex, había vuelto, no puedo encontrar las palabras para describir lo que siento, se supone que ella debe de estar muerta y ya. Me contuve para no dejar salir un gruñido y me fui rápidamente para avisarle a Karen.


 

Entre en la habitación y Karen ya estaba despierta, mirando hacia la puerta en donde yo estaba parado, como si supiera que yo iría a verla.

-¿Y bien? 

-Su novia Marina, quien había fallecido, está con él en este momento.

Sonrió satisfecha y esto me desconcertó. —Gracias por confirmar mis sospechas, cariño.

-¿Lo sabías?

-Leslie me comentó que había insistido en que la trajera de la muerte. Y sabía que Nodens podía sentir su aura débil y triste.

-Y ¿Qué es lo siguiente?

-Te haré un último pedido, pero no como tu esposa, así que… Nicolae, como la Reina de este universo, tendrás la tarea de matar a Marina Corals, sin importancia alguna, ya que esto es uno de los planes de Dante.

Solo pude permitirme asentir asentir y aceptar lo que me decía, al fin y al cabo si ella le daba la gana me torturaba con un chasquido de dedos por no cumplir con su tarea, además, esto era por el bien de Alex.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.