Guerra Monarca [lgbt]

10: Amenaza fallida.

Después que el rey de Maragos sacara a sus hijos del calabozo, Mateo fue a su habitación y se quedó dormido sin ni siquiera darse una ducha. Estaba tan cansando que lo último que quería era ducharse.

Estar en el calabozo lo había puesto peor que cuando entro, y enterarse de la crueldad de Maximus le bajo un poco los ánimos. Ni siquiera sabía cómo iba a ir a esa fiesta si no tenía ánimos para nada. Sin embargo, había algo que lo hacía tener esa pisca de felicidad por ir al reino de Hatzis: Deacon Georgiou.

No estaba seguro de si él había sido la persona que había puesto la foto en el periódico. Por esta razón y por muchas más quería volver a hablar con él, y no sabía cómo lo iba a hacer sin que su padre o alguna otra persona los viera.

Paso tan poco tiempo luego de que Mateo quedara profundamente dormido en su cama que cuando la puerta fue tocada al otro lado, se dio un espanto, abrió los ojos los cuales le dolían horriblemente con cada pestañeo, como si se le hubiese entrado arena. Pero aquello era una prueba que le aseguraba que no había dormido lo suficiente.

—¿Quien? —grito soñoliento.

—Señor Mateo, el rey pidió que lo despertara porque en media hora tiene que estar listo para partir al norte hacia el reino de Hatzis.

—¿En media hora? —pregunto mientras se frotaba los ojos, pero no recibió respuesta alguna.

Miro el reloj que estaba en una de las mesitas de noche y dejo salir un resoplido molesto al ver que eran las cuatro de la madrugada.

Agarro la manta con fuerza en su mano, y apretó los labios. Era demasiado cruel por parte del rey que los encerrara en un calabozo y que luego lo despertara en la madrugada porque según el, tenían que irse antes. Y aunque la fiesta era en la noche, Gregory siempre llevaba a sus hijos todo el día para pasearlos por todo el pueblo, de ese modo, no se sentirían tan agobiados. Además, se lo debía a Mateo, y aunque se lo había pedido un día despues de volver de la fiesta pasada, no había olvidado la promesa que le hizo a su hijo.

Aunque Mateo estaba lo bastante cansado como para dormir un día completo, reconocía que la fiesta de este mes era una de las más importantes porque todos los reinos se reunirían en un mismo lugar, y aunque le aterraba la idea de que el rey de Cosmos y sus hermanos enfrentaran a su padre, pensar en que iba a tener la posibilidad de hablar con Deacon, le hacían eliminar cualquier mal pensamiento.

Se levantó de la cama y se estiro, el cuerpo le dolía, y la cabeza le comenzaba a dar punzadas como lo hacía cada vez que se sentía estresado. Ahora lo estaba, y no por la fiesta, si no por Nicolás, despues de todo no era estúpido como para no saber que la fiesta implicaba muchas cosas y una de ellas era volver a ver a Nicolás despues que le rompió una pierna.

Olvidándose de todo lo que lo estaba estresando, sintió un aroma desagradable que invadió sus fosas nasales. Mateo miro por toda la habitación con la esperanza de encontrar algo podrido que le confirmara que era el causante de aquel aroma desagradable, pero no encontró nada. Hasta que llevándose el antebrazo a la nariz y olfateando aquel aroma se dio cuenta de que quien realmente olía a podrido era él.

Dejo salir una carcajada, el aroma era realmente desagradable. Pero lo único que lo ayudaba a calmar su mal olor era que tenía un baño y agua fría esperando por él.

Mateo desde ayer no se había duchado, había llegado a su habitación bastante cansado despues que su padre lo saco del calabozo, así que lo único que quiso fue darse una ducha. Despues del día tan atareado que tuvo y de todo lo que sudo dentro de las paredes rocosas del calabozo, consideraba que el aroma que desprendía de su cuerpo no era nada comparado a todo lo que había pasado el día anterior.

Despues tendría que lavar las cobijas, porque no se creía capaz de dormir en esa cama luego de llegar de la fiesta, y era consciente de que, si el rey de Cosmos se acercaba a él con el olor tan repugnante que tenía, no se le volvería a acercar nunca más en la vida.

Mateo despues de quitarse lo que quedaba de su ropa y dejarla en un rincón de su habitación, camino hacia el baño y una sonrisa se le dibujo en sus delgados labios. Estaba seguro de que con una ducha se le quitaría el mal olor, el cansancio y el estrés y que mientras el agua se deslizara por su cuerpo, iba a poder pensar en todo lo que estaba pasando en su vida, tanto lo bueno como lo malo, pero más lo bueno que lo malo. Estaba seguro de que su padre solo estaba enojado porque había pisado territorio enemigo, pero luego de que se le pasara el mal genio lo iba a tratar como siempre, y le iba a dar otra vez la confianza que siempre le tuvo, aunque eso implicara quedarse en el castillo por algunas semanas.

Si, Mateo no había olvidado todo lo que su padre les había dicho respecto a sus preferencias en este mundo destructor. Sin embargo, lo que lo llenaba de esperanza, era saber que tal vez su padre se negaba a aceptar sus gustos por la monarquía. Estaba seguro de que, si su familia no estuviera en el primer puesto en la lista de la monarquía, su padre lo aceptaría tal y como es.

Pero mientras el agua recorría su cuerpo, sintió como el corazón le dio un vuelco. Estaba aferrado a la idea de que tal vez el rey de Cosmos nunca lo traiciono, y que tal vez todo fue un plan de parte de Nicolás, él era la oveja negra del reino de Cosmos, el único que hacía que la familia Georgiou no tuviera éxito. Sin embargo, con el agua cayéndole en la cabeza, con su cabello empapado y con el cuerpo oloroso y frio, pensó en que si se estaba engañando así mismo le dolería demasiado escuchar la verdad por parte del rey. Si en verdad Deacon fue el responsable de que las fotos salieran a la luz entonces aquella traición le dolería más que todo lo que su padre le había dicho en el calabozo.

Una de las cosas que lo volvían débil es su ingenuidad, creer que todas las personas eran bondadosas, que podían guardar secretos y que eran tan buenas como él lo era con los demás. Muchas veces le habían pasado cosas horribles justamente por su parte vulnerable hacia las personas que más quería.




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