Se siente el olor de la metralla,
las explosiones en las aristas
De esta ciudad desolada.
El olor de la sangre en las salidas,
Bebes que lloran, niñas asesinadas,
Apuñaladas y violadas,
por los soldados que juraron,
dar sus vidas
Por salvar la inocencia.
Ahora solamente veo la muerte, la sangre
Y el dolor de una guerra.
Son los recuerdos de este soldado,
Asesino de ideas y preso
De la libertad.
Querer omitir los conflictos
De un mundo torcido,
Asfixiarme con la soga de una droga,
Que consume mi mente
Solo para olvidar,
ignorar el dolor, el sufrimiento...
Y en el fondo de una botella
Encontrar la paz de mis pecados,
Querer olvidar,
Olvidar el olor de la carne
Quemada de niños inocentes.
Niños desaparecidos, mis hermanos muertos,
La sangre manchando mis manos,
Ser su verdugo, su asesino,
Ahora las miradas están manchadas
Al igual que las manos
De los que eran mis hermanos
De armas.
Empuñe un arma,
Y me convertí en un monstruo.
Ahora no puedo descansar,
Sus gritos no me dejaran en paz,
Y las drogas no me calmaran.
Una guerra sin sentido en un mundo quebrado,
Solamente quiero olvidar la guerra,
Vivir una vida robada por las metrallas.
Mi única salida; será una bala
En la boca de mi cuerpo
Homicida.
Kayn Skogr