"Los hermanos sean unidos.
Porque ésa es la ley primera.
Tengan unión verdadera.
En cualquier tiempo que sea.
Porque si entre ellos se pelean.
Los devoran los de ajuera"
(Martín Fierro)
I
Santuario de Athena,
Templo de géminis.
Ainhoa recorría los túneles secretos del santuario con mucha precaución, había logrado controlar su cosmos para que no sea detectado por nadie. No le fue nada fácil conseguirlo. Solo esperaba poder sostenerlo todo el tiempo que le sea posible. Sabia que aun no estaba preparada para una batalla pero quería presenciar alguna e intervenir si alguien lo requería. Como le hubiese gustado estar al lado de su maestro en la batalla, tal vez si hubiese estado ahí el seguiría con vida.
—Daré lo mejor de mi maestro y te sentirás orgulloso
Llego al templo de géminis en donde se llevaba a cabo la batalla entre Saga de géminis y la guerrera celestial Seirah. Se quedo oculta en las sombras presenciando todo en silencio. Podía notar que aunque estaban agotados ninguno bajaba la guardia. Ambos tenían heridas algunas profundas y otras no tanto pero aun así seguían manteniéndose en pie sin rendirse.
—Ríndete estarás aquí un largo tiempo— Seirah negó ante las palabras del caballero. Ella jamás se rendía, tenia que llegar con la niña cuanto antes. No podía perder mas tiempo con el caballero de Géminis todavía le quedaba un largo camino que recorrer. Sabia que podía contar con la ayuda de Megan pero en esos momentos la semidiosa estaba recuperando sus energías. Aunque la hubiese salvado del ataque de Valen, las heridas que recibió de la diosa y el del caballero de pegasos, la habían dejado agotada—Bien como quieras prometí nunca mas usar esta técnica pero no me dejas opción mi deber es proteger a Athena ¡Satán Imperial!
—¡Torbellino feroz!
Ejecuto con rapidez bloqueando el ataque de Saga, conocía muy bien los efectos del Satán Imperial, aquella técnica que Saga utilizo para mantener controlados a sus compañeros cuando había usurpado del santuario haciéndose pasar por el patriarca. En esos momentos ella era aprendiz de amazona, aunque jamás llego a obtener una armadura pues cuando las cosas comenzaron a complicarse y se dieron cuenta que algo raro pasaba, Camus de acuario le ordeno abandonar el santuario. Temía que algo malo le pasara. Entre ella y acuario hubo algo mas que una amistad y se arrepintió mucho el haberlo abandonado aquella vez aunque sabia que Camus no hubiese querido que fuera diferente. No solo se lamentaba de eso, si no de no tener el valor suficiente de decirle que estaba embarazada pues tenia la esperanza que pronto lo vería de nuevo y serian una familia, pero luego las cosas se complicaron cuando Eros la obligo a unirse a su ejercito y trabajar para el. Al principio todo iba muy bien, pero cuando nació su hija tuvo la intención de irse para volver al lado de Camus y servir de nuevo a la diosa Athena, fue ahí cuando Eros le quito a su hija y no tuvo mas opción que quedarse a su lado. Su historia era complicada, y mas ahora que tendría que volver a ver a Camus ¿cómo le explicaría que ahora estaba del lado de Eros?
—Que hayas detenido mi técnica no significa que me hayas derrotado, Seirah— la chica lo miro sorprendida ¿acaso el la había reconocido?. Eso era extraño ella solo había tenido contacto con el caballero de acuario y de escorpio cuando entrenaba para ser una amazona de Athena, nunca cruzo camino con otro caballero dorado que no fuesen ellos dos.
—¿Cómo me conoces? ¿sabes quien soy?— ella lo miro confundida no creyó que el supiera quien era. Pero Saga si lo sabia, aunque hubiera estado dominado por su lado oscuro y hecho cosas que no estaba bajo su control las recordaba a todos y cada una. Era una pesada carga que siempre llevaría sobre sus hombros, aunque Athena y sus compañeros lo hubieran perdonado el aun no se perdonaba a si mismo. Muchas vidas inocentes murieron por las decisiones que tomo.
—Era el Patriarca cuando desapareciste del santuario, mi deber era saber de todos— ella asintió recordando todo lo que paso y en la situación en la que se encontraba actualmente. Debió quedarse— Camus hizo bien en sacarte de aquí aquella vez
—Si hizo lo que creyó correcto pero luego las cosas no terminaron como yo esperaba
—Lo se ahora sirves al dios Eros, ¿cómo fue que terminaste con el?
—No te incumbe, ya basta de hablar del pasado tengo una misión que cumplir así que ríndete Saga— aumento su cosmos, el caballero hizo lo mismo. Ambos cosmos chocaron entre sí ocasionando una pequeña explosión, nada grave. Saga estaba sorprendido por la fortaleza de la guerrera, nunca había luchado con alguien tan poderoso como ella y eso que no tenia cosmos divino como otros que habían llegado al santuario, lo que tenía era una voluntad de vencer, algo por lo que luchar. Eso era lo que la motivaba a seguir adelante y no dejarse vencer por nada ni por nadie. No podría permitírselo, su pequeña no lo merecía.
—No eres tan débil como creí
—Tu en cambio me decepcionaste Saga de Géminis, había escuchado grandes cosas sobre ti, pero veo que las leyendas eran falsas, como todas— ella trato de hacer lo enojar con aquellas palabras pero Saga ni se inmutó, tal vez antes si le hubieran afectado pero ahora no dejaba que nada de esas cosas lo desconcentraran de su deber.
—No estés tan confiada en que me vencerás, aun si puedes derrotarme no lograras pasar por este templo tan fácilmente no mientras haya un caballero de Géminis aun con vida— tenía razón en decir aquello, cuando se entero que estaban por atacar el santuario con la ayuda de Kanon hechizaron el templo de géminis con una ilusión para que se les hiciera difícil a los adversarios pasar por ahí. Al menos eso les daría algo de ventaja a sus demás compañero a que se prepararan para lo que se avecinaba.
Editado: 23.05.2024