Guerrero

Capítulo XVII

- ¿Te sientes mejor? - Pregunté.

- Sí...

En realidad, la mejoría era visible a simple vista. La grisura de mi piel estaba cambiando gradualmente a su color marrón natural.

- ¿Por qué me ayudaron?

Con esta pregunta, el joven gnomo desechó todas las sospechas sobre su coeficiente intelectual. Sí que lo tenía. Todo lo que tenía que hacer era determinar el tamaño...

- Porque ayudar a un héroe es un honor para todo guerrero...

Un codazo en el plexo solar convirtió el inapropiado gruñido de Yaropolk en una tos.

- ¿Un héroe? - se interesó el joven gnomo.

- Cómo llamarías si no a alguien que mató a un terrible lobo del bosque no con sus propias manos, ¡sino con el culo!

La tos del jefe se convirtió en un largo gemido.

- Sí... me caí sobre él...», confirmó el gigante tras pensárselo un poco. Después de pensarlo un poco más, el gigante confirmó. - Desde un árbol.

- ¿No podríamos conocer toda la heroica historia con más detalle? - Seguí cantando, mientras decidía si mantener el coeficiente mental del gnomo en la séptima década o bajarlo aún más. - Semejante hazaña es digna de ser cantada. Ahí, mi camarada, ya está componiendo música...

Los sonidos de Titych parecían más bien el rugido y el hipo de un burro moribundo, pero ¿cómo voy a saber yo cuáles son los gustos musicales de los gigantes de las cavernas...? viviendo en una zona de desprendimientos de rocas y avalanchas regulares. Y puede que tenga razón. El gnomo, muy humanamente, se rascó la nuca, y luego empezó a exponer.

- «Quería un nombre... Encontrar...

«Al llegar a la edad del matrimonio, un trol debe ganarse un nombre. De lo contrario, ninguna... giganta le prestará atención. Los gnomos no usan nombres, con pocas excepciones, pero debes tener uno si quieres ser considerado adulto.»

- Para hacerlo bonito... Como mis tíos... Asesino del Oso Gris... Satisfecho de los Cinco... Comido el Alce Entero... Estaba pensando....

¿Ah, sí? Bueno, siguen siendo «setenta» puntos. Si está remotamente familiarizado con el proceso de pensamiento, tiene una buena oportunidad de un futuro decente bajo mi tutela.

- Y para conseguir un nombre... También tienes que... Satisfacer a alguien...

- Satisfacer... -siseó el jefe desde atrás, con la cara del color de una remolacha madura. - Vlad, por el bien del Creador y de todos sus ayudantes, basta... Me voy a partir de risa. Déjame recuperar el aliento.

- Ve y bebe un poco de agua, hombre gracioso. O mastica un poco de col de liebre. Dicen que la col agria ayuda con la risa. Y trae más setas para el enfermo. Para mejorar su salud. Ya ves, el héroe está completamente demacrado.

El jefe escuchó. Debe haberse vuelto insoportable. ¿Y por qué haría eso? Gente oscura. Y desde que éramos niños, el gato Basilio y la zorra Alicia nos han explicado claramente que «a un tonto no hace falta cuchillo, se le canta un poco - ¡y se hace lo que se quiere con él!». Así que, ¿por qué no utilizar para fines personales la experiencia avanzada no sólo de las generaciones anteriores, sino incluso de los héroes de los cuentos de hadas?

- Empecé a elegir un nombre... - el gnomo estaba realmente entristecido por los recuerdos. - Es difícil... Ya hay todo tipo de nombres... Incluso Ratón Asesino... Lo pensé durante mucho tiempo... -me mostró el dedo índice. Suspiró y le añadió el dedo corazón... - Tenía hambre... Pensar y cazar juntos es imposible... Dejé de pensar... Decidí buscar un hueco de abejas silvestres... Para comer miel... Lo encontré... Pero estaba alto, no podía alcanzarlo... Vagué por ahí... Y me acordé... Nadie tiene nombre - ¡El que se subió al árbol!

El coeficiente intelectual del paciente subió como un termómetro sacado de la axila y puesto en un vaso de té caliente. Mira lo que se le ha ocurrido al chico. Y, en efecto, nadie había oído hablar de gnomos que treparan a los árboles. Igual que elefantes y rinocerontes, por cierto... Hasta mis espíritus lo confirmaron... Bueno, bueno...

- Trepé... Hay ramas bajas... Gruesas... Se sostenían... Trepé una... Luego, otra... Estoy sentado, pensando....

¡Qué pensador! Ni siquiera yo pienso tan a menudo. Si los trolls son tan listos, ¿por qué no marchan en formación?

- Cuánto hace falta... Para el nombre... Es suficiente, o debería subir uno más... Es difícil decidirse... Estoy cansado de pensar... Me quedé dormido....

- Toma, muchacho, mastica un poco más -volvió Yaropolk, trayendo setas ensartadas en un palo.

Esta vez el gnomo no rechazó el manjar. Debía de estar hambriento, el pobre.

- Vlad, deja que te cuente el resto de la historia -sugirió Titych, aprovechando el momento-. - Si no, estaremos aquí hasta que se acabe la zanahoria. Mira, pronto caerá la tarde...

- De acuerdo -acepté, recordando otro evento programado para hoy-. Con duendes.

- Así que... Nuestro hombre, cansado de tanto pensar, se durmió. Como debe hacerlo un gnomo. Y mientras se subía al roble... ¿Te lo imaginas?

Eché otro vistazo al cadáver de tres metros del gigante, que pesaba más de seis quintales según el certificado que había recibido, y asentí.



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En el texto hay: mundo magico, impresionantes aventuras, buen heroe

Editado: 23.03.2025

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