Guerrero

Capitulo XX

- ¿Qué le pasa? - Agarré el hombro del chico. ¿Cómo llegaste a tiempo? Ninguna pantera puede competir con eso. - ¡Dímelo!

- Ella me dijo que lo pasara... - el chico incluso se sentó de mi agarre. - ¡Ay! Me duele, tío! .. ¡¿Qué estás haciendo?!

«¡Que asco!... Bueno, si ella me lo dijo, entonces...»

Cuando recobré el sentido, aflojé los dedos.

- ¿Qué me ha dicho que haga? - El jefe ha llegado.

- La tía Listica dijo: «Corre rápido al pueblo y diles que el troll... murió».

Titych y yo nos miramos.

- ¿Cómo murió?

- ¿Por qué?

- Lo sé -se encogió de hombros-. - Sólo digo lo que me dijo la tía Listica ....

- Entendimos que... - Titych tomó el relevo del interrogatorio. - Dime: ¿qué viste?

- ¿Tú solo? - Obviamente, el chico no esperaba que nadie se interesara por sus observaciones. Se rascó el pie contra la pierna, se dio palmaditas en los ojos, pero se recompuso. - Comió, traje agua y la tía Lystitsa recogió un montón de setas. El gigante se comió las setas y se bebió el agua. Y entonces, de algún modo, resolló y cayó de lado. Fue entonces cuando la tía Listitsa se asustó y le dijo que corriera hacia ti....

- Ya veo... Esa es la palabra más estúpida. Y lo principal es que suele salir cuando no entiendes nada.

- ¿Y ahora qué?

Por lo visto, Titych tampoco entendía: a qué categoría de acontecimientos -positivos o, por el contrario, problemáticos- poner esta noticia. Y me trasladó de buena gana el derecho a tomar una decisión.

- Sí, no es nada especial... -me tranquilicé, respirando de forma más uniforme-. Mi ama está a salvo. Un troll más, un troll menos...

- Si el troll está realmente muerto, entonces podemos suponer que los tres problemas de la aldea se han resuelto sin problemas. Espero que no tengas un cuarto escondido en la manga o algo así.

- El Creador tiene piedad», sonrió el jefe, secándose la frente sudorosa con la palma de la mano. - Y tres eran suficientes encima de la garganta...

«Lo sabemos, lo sabemos -me sonrió el segundo yo-. - A Dios le encantan las trinidades. Pero, perdona, Dios no es tonto: ama a un níquel...».

- ¿Y tu idea con el troll? - recordó de pronto Yaropolk.

- Escucha, Titych -decidí hacer una pausa en lugar de responder-. Un héroe no debe parlotear sin parar y, a pesar de mis esfuerzos, aún no se me ha ocurrido nada ingenioso. Debo de estar cansado... Debería tomarme un descanso antes de exigir la continuación del banquete. - ¿Por qué estamos dando vueltas como un par de bueyes enjaezados?

- Bueno, eso es...

- Iré al bosque a ver al troll, y tú, mientras tanto, ocúpate de los invitados antes de que roben algo necesario para la casa. O nuestros hombres no los echaron ellos mismos. He visto arcos y hondas en muchos de ellos. Y de todos modos, ¿cuántas cosas tiene que hacer un jefe en la aldea?

- De acuerdo», aceptó complacido. - А...

- El resto, Titych, mañana. Como te prometí. Cenaré, descansaré, ordenaré mis ideas y luego hablaremos en detalle. ¿De acuerdo?

- Hemos matado a la bestia de fuego y lidiado con los goblins. El troll morirá, si Dios quiere. Bueno, si no lo hace, está bien. ¿Por qué no descansar? Nos lo merecemos, ¿no?

Yaropolk sonreía tan feliz que no quise estropearle el humor y aclararle lo de los pronombres plurales. Dejemos que el hombre sea feliz, no estoy acostumbrado. La gratitud y las medallas son como la lluvia, las primeras gotas siempre caen sobre los árboles más altos del bosque. Y a menudo se detienen allí.

- Así es, Titych. Bien merecido.

- Sí. Sólo quería preguntarte una cosa más: ¿para qué demonios necesitabas equipo gchnol? - El jefe no pudo evitar su curiosidad.

Pero era inflexible. Sólo dame una pista, y una palabra tras otra seguirán. Y entonces ya estás atrapado. Las colas deben ser cortadas de una vez, o... No hay segunda opción.

- Mañana.

- Está bien, está bien... - Titych agitó las manos. - Andando... - el jefe no terminó. Al parecer, no estaba acostumbrado a comunicarse con espaldas.

No corrí, pero caminé a paso rápido... Bueno, muy, muy rápido. ¿Cuál es el problema? ¿Quizás lo siento mucho si el troll está muerto...? En mis planes para el futuro, él tenía un lugar de honor. Y Listica no es nada. Un contratiempo... ¿Por qué preocuparse? ¿No hay muchas chicas guapas en el pueblo?

«Mm-hmm», tarareó mi subconsciente. - «Eso es exactamente lo que pensé por alguna razón. Enseguida...»

Cuando Listitsa me vio, se olisqueó la nariz y se apresuró hacia mí, secándose los ojos con las manos y los ojos con el delantal.

- Aquí, Vlad Tverdilych. No lo vi... Estaba sentado y comiendo, y luego cayó de lado y se quedó tendido. Tal vez no respira.

El gnomo estaba en la misma posición que después de la anestesia general. Y no daba señales de vida. Como petrificado. La piedra de la anestesia estaba tirada por ahí, pero la sugerencia de que Listica pudiera haber golpeado al trol en la cabeza con ella iba mucho más allá de lo razonable. Espera, ¿qué estaba pensando, petrificado? ¿Algo está pasando en mi cerebro? No puedo captarlo. ¡Uf! Si no eres listo, estás lisiado. ¡Cómo he podido olvidar que los trolls duermen así! Y nuestro nuevo maestro. Probablemente también se quedó dormido. Comió, bebió y se fue a dormir. Está exhausto por su herida.



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En el texto hay: mundo magico, impresionantes aventuras, buen heroe

Editado: 23.03.2025

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