Gueto de Agujas

Prólogo

La humanidad quisiera saber si nuestro futuro está condenado o tiene esperanza, por lo que imagine una ciencia ficción social, a ciertos los emocionan estas predicciones para un nuevo milenio a otra facción le aterra con mirada escéptica y alicaída debatiéndose la posibilidad de un nuevo mundo gobernado por seres de inteligencia superior o seráfico al conocer la vida precaria y limitada de gobernantes incluyendo los de debajo de ellos.

En el intermedio derramo pensamientos fatalistas o realistas, debo admitir, es que los inventos e ideas parecen haberse quedado estancados o en su defecto se desmejoraran, una muestra es la televisión, esperaba se cambiara con pestañear, aplaudir, que siguiera viéndola en mi mente mientras estoy fuera de casa, cambiara de color, se agrandara o achicara a mi voluntad, en cambio, en el centenario de su invención solo es plana y nítida, quizás si puede doblarse como el caso del teléfono conocido, salido recientemente en las exposiciones tecnológicas pero permanece inaccesible para las minorías manteniéndose de ese modo por décadas o siglos.

La renuencia a volver a las raíces naturales, al campo, a la naturaleza, se arraiga en la agenda, los estándares sociales, prefiriendo el sedentarismo, lo práctico, los servicios al instante, sirviendo de cabezas huecas a grandes corporaciones que espían nuestros hábitos y estilos de vida, rematándonos al mejor postor y vender una imagen difuminada bajo el eslogan de básico e indispensable para la existencia.

El ser humano sea activista, agresivo, pacifista o político es el ser vivo más peligroso sobre faz de la Tierra inclusive del vasto universo, por mucho debate, probablemente merezcamos perecer y darle pasó a otras vidas por ello es lógico nuestro tiempo sea limitado si nos creó un ser superior esta decisión fue clarividente, entonces, lo que queda es que se nos pague conforme a nuestros tratos, ni sumarle o restarle… recibir lo que merecemos ¿Por qué pedir clemencia llenos de lagrimas? Quizás quien ama, refiriéndonos al verbo amor, lo verdaderamente real, no te pondría en medio de un huracán a modo de reprimenda, conversaría, señalando los aciertos y los fallos de una determinada disputa, no te pondría a prueba, pasarías la prueba, tal vez, eso ocurrió así… entonces ganamos, en seguida nos abandonaron dentro una esfera, olvidados acá, ellos se fueron a un lugar seguro porque somos un tubo de ensayo situados en una gran mesa de laboratorio y tras largas discusiones se hastiaron de nosotros, lavándose las manos; estaban tras nuestro, nos enseñaban lo bueno y lo malo, entonces, se quebró dentro de ellos esa chispa, se les agoto el dar al verse huérfanos, por tanto viven dentro nuestro, algunas personas los despiertan y pedimos enséñennos ¡enséñennos! A lo que responden -te lo daré- tienes sesenta años para usarlo si lo aprovechas, se extiende a cien años ¡es muy poco! Refutamos… ¡suficiente! si te diera más andarías errante, frustrado de hallarte en una prisión, buscando vivir en y de otros, también yo, encerrado en el pecho de cada organismo, queriendo gustar esa vieja experiencia, volviendo a mi posición de creador, aplacando la curiosidad de revivir ese gusto, ese placer culposo, si dicen que lo veo y lo sé todo, es incuestionable, vivía trastornado en la oscuridad, solitario, regalando mi espíritu a desagradecidos, también yo, te he forjado a mi imagen y semejanza, tengo miedo, lo confieso, de mirarme y ser catalogado de simple gusto, lógico, no soy parte de tu brazo ni de tu pierna… sabes te autodestruirás arrastrando a incrédulos, ignorantes e indefensos siendo tarde un despertar, prevalecerá, un eslabón, el eslabón perdido, tratara con todas sus fuerzas de aferrarse a la vida, fallara pues masticara el feto tragando lo desprendido de sus extremidades, luego, seré libre, sin embargo, de nuevo, solitario en la oscuridad, arriba, colgando en la nada, las rocas pierden brillo, será la huida de la celda, volviendo al espacio retomare mi viejo proyecto, creare otro planeta, así lo concebí las preliminares nueve veces, le pondré por nombre la identificación de ese postrero individuo… sí, Tierra fue una agradable mujer, desconfíate, las intenciones de lo que hago es buscar alivio a mi aislamiento, te recordare perennemente que mi espíritu opera dentro suyo…




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