H & O.

Sinopsis.

Habían mil y un razones para rendirme, lanzarme al suelo y llorar por alguien a quien he perdido injustamente y de una manera que puede ser considerada terrible. Sin embargo sentía tanto dolor, y tanta desesperación que ni mis ganas de llorar han podido contra mi. Si, extrañaba desde ya su presencia en mi vida y recordaba minuciosamente nuestros momentos juntos.

Las enfermeras me pasan por un lado y yo no me movía, veía a los lejos a mis familiares acompañarme en mi dolor y pérdida. Y justamente cuando la divise ella aparecer entre todos y con claras intenciones de saludarme emprendí mi camino de salida.

—¡Harry!

La escuché llamarme desesperadamente pero la ignoré, pudo en varias oportunidades explicarme lo que pasaba con ella y no lo hizo, ¿Qué cambia que ahora sí quiera hablar?

El estacionamiento estaba desierto y abandonado y no me parece tan raro teniendo en cuenta que pasaban de las tres y media de la madrugada, sentía mi pecho doler y mi cabeza darme vueltas y en lo único que podía pensar era que estaría en mi casa solo y sin ella. Me dolía el hecho de haberla perdido, de haber amado intensamente y que me la hayan arrebatado injustamente.

—¡Collins, las cosas no sucedieron así!

Ella me alcanza y la lluvia a nosotros, pequeñas gotas fueron cayendo hasta que fueron suplantadas por unas más grandes y frías.

—¿Entonces como fue que sucedió todo?

Estaba herido ya que no solo la había perdido a ella sino que me había enterado de cosas terribles, eran muchas cosas que ella en vida nunca tuvo la valentía de decirlas. Al simple recuerdo, empuño mi mano a mi costado y me repito mentalmente que ella tuvo que haber tenido una gran explicación para esto, pero no lo entiendo.

No entiendo que hice de malo para que ella haya hecho aquello.

Le di todo lo que me pidió e inclusive más de lo que claramente merecía. La puse en lo más alto, la hice alguien en la vida, le di lo que ella quería y ¿Me pagas de aquella forma?

—Era acosada en casa cuando tu no estabas, él nunca se daba por vencido. —. Reí sin gracia, vaya que aquella explicación da mucho que desear.

—Ella ya no está aquí porque de estarlo le haría pagar con creces lo que me hizo.

La dejé atrás sin importarme una mierda que sea mi mejor amiga, ahora la quería lo más lejos de mi. Era una traidora al igual que aquella que jugaba ser mi esposa, que me mentía cuando le preguntaba si de verdad me amaba. Pero…

¿Quién puede amar a alguien que está roto?

Encendí mi auto y antes de marcharme la Vi a ella observarme bajo la fría lluvia, quise sentir lastima pero no pude, ellas habían pecado contra mi. Terminé saliendo de aquel estacionamiento con el corazón en la mano, con miles de pensamientos rodando por mi calculadora cabeza y vuelvo a deducir que fui un imbécil al no ver las señales.

La conocí cuando no sentía ánimos de querer a nadie,

La quise aún cuando me negaba rotundamente a enamorarme de nuevo,

Me casé con ella para salvarla y porque amaba tenerla a mi lado,

Puse en juego mis principios y los de mi familia al demandar a la de ella por daños,

Hice de su sueño uno real, le dí aquello por lo que tanto luchó y no alcanzó,

Teníamos en mente formar una familia, aquella que a ella le faltó pero que a mí me sobró.

¿Era justo que todo esto acabará mal? ¿Qué ella haya muerto en manos de un psicópata? Me negaba.

En medio del camino de regreso a mi casa mi teléfono celular suena y por reojo noté que se trataba de mi mejor amigo, ignoré el llamado pero si que escuché su mensaje de voz. Quedé helado sobre mi asiento.

—Ella no murió. Ocurrió algo demasiado extraño y ahora la están revisando pero no para de decir que vuelvas. Tienes que regresar a verla.

Lo único que recuerdo es que perdí el control del volante y que aquel camión que venía frente a mi se llevó mi auto de frente.




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