Capítulo 5.
☁️
Alrededor de nueve meses habían pasado y ya ahora nos encontramos en la clínica donde prontamente Blake nacería.
Mis padres, amigos y hermano me acompañan en este día tan especial e importante. Sentía que mi pecho se infla de la emoción ante tal noticia y suspenso. Hace media hora la metieron a la cesárea y hasta ahora no han salido para darme información sobre ella, Olivia fue clara al decir que no quiere a nadie adentro con ella en quirófano, ella prefiere lidiar sola y yo como su próximo esposo acepto cada uno de sus límites.
—La adultez se ha pegado, eh.
Hernán me hace reír y me entrega un café caliente.
—La emoción por conocer a mi hijo no me cabe.
Él hace poco había contraído matrimonio con Samantha y aunque parece despreciar la idea de compartir su vida le consciente y quiere igual.
—Ya veré a Sam joder con la idea de un bebé.
Se sabe que Hernán odia la idea de tener hijos, dice que todos nacemos con un propósito y él está consciente que el suyo no es ser esposo y menos padre. Le gusta su vida libertina, de tener dinero propio y no depender de su padre. Pero es un Carson y es único heredero, aparte su novia era la hija del Senador de la república. Claramente su padre lo presionaría para que se case con ella.
—Sabes que es una romántica empedernida.
Él entorna sus ojos no contento con la idea.
—Ya le haré cambiar de parecer. Un gato o un perro como hijo me suena mejor.
Estaba por replicar ante lo que dijo pero el llamado del enfermo me atrajo, él me indicó que debo pasar a cortar el cordón umbilical de mi hijo por petición de Olivia.
Él me pasa un cambio de ropa para entrar a quirófano y al hacerlo me encontré a Olivia recostada con varios doctores atendiendo a nuestro bebé. La ginecóloga me extendió unas tijeras y lo hice. Él lloraba y mi corazón se apretó de solo verlo, sentía un amor profundo por mi hijo, por aquella mujer que le ha dado la vida.
—Hola, Blake. —. Lo tomé en mis brazos luego de ser atendido por la enfermera.— Eres perfecto, hijo. Eres tal cual te soñé…
—Harry, quiero verlo. —. Me pide ella y de inmediato lo llevo.— Dame a mi hijo. —. Ella extiende sus brazos y lo toma, de sus ojos brotan un par de lágrimas.
—Es tan parecido a ti. —. Le digo, acariciaba la frente de ella quitándole las gotas de sudor.
—Es mi obra más perfecta.
Ella estaba encantada y tras salir bien de la cesárea nos pasaron a la habitación para que pudiese tener un debido reposo.
Ahora es mi madre junto con mi padre quienes lo cargan y miman.
—Me recuerda a mi Harry de recién nacido.
Yo atendía a Olivia pasándole las comidas con cuidado.
Le habían traído un jugo, una gelatina y comida saludable. Únicamente aceptaba comerse la gelatina y tomar del jugo.
—Harry era rubio y se nota que Blake será castaño.
De inmediato Olivia me vio confusa.
—¿Eras rubio?
—De bebé hasta mi niñez lo fui, al llegar a la adolescencia mi cabello se volvió oscuro.
Ella elevó la comisura de sus labios en una sonrisa, media sonrisa.
—¿Y de Evan que me dices?
Mi hermano había heredado el cabello negro y los ojos azules de nuestro abuelo paterno. Un chileno encantador que habría enamorado a mi abuela en sus años de juventud. Él había sido alguien alto, fornido y de eléctricos ojos azulados. Prácticamente ver a Evan era verlo a él en persona. Yo por el contrario había salido a mi lado materno, eso sí, ninguno de los dos heredó por mucho tiempo el cabello rubio de padres.
Quizás igual a mi Evan en su niñez fue rubio, pero no lo sabría, no lo recuerdo bien y en casa de mis padres no abundan muchas fotos.
—Él heredó su genética de la parte paterna.
Olivia se convenció con mi explicación.
—Blake tendrá buenos genes. —. Ambos reímos.— Que recuerde soy la única en mi familia con ojos de colores, el resto no lo heredaron. En cambio, de mi siempre dicen que lo heredé todo de mi bisabuela.
—En efecto, Blake tiene muy buenos genes. —. Estuve en completo acuerdo con ella.
Sam, Hernán y Nick habrían entrado a la habitación luego de que mis padres fuesen a la casa a ver cómo estaba Kim.
Luego de aquella discusión la tensión entre ambos empeoró, a menos en las siguientes semanas que me tardé para mudarme. Eso sí, fue la única que no se despidió de mi. Al contrario me habría enviado un mensaje donde amablemente me estaría enviando al infierno.
—Olivia le dio duro al agua de calzón, ve que hasta el niño le salió igual a él. —. Dice, Hernán al tomarlo entre sus brazos.
Sam emocionada lo ve pero ríe un poco y nos dice:
—Blake me recuerda mucho a Hernán de bebé, no entiendo porqué.
Nos reímos, en definitiva estaba tan enamorada que veía en todos lados a su esposo.
—Ay, Sam. Exageras, nena. —. Hernán, le guiña el ojo pero Sam niega.
—Es raro, tiene ese distintivo lunar bajo el ojo derecho. El mismo que tenías antes de borrarlo.
Tanto Nick como Evan y yo nos reíamos de las locas suposiciones de Samantha.
—Amor, me ves hasta en los bebés. —. Hernán soltó una carcajada antes de darle a Evan para que cargue a su sobrino.
—La traes enamorada, eh, Carson. —. Le molesta Nick.
Hernán asiente riendo y toma del brazo a Sam.
—En breve volvemos. Tenemos una cena con mis padres.
Ellos se van quedando nosotros dos con mi amigo y mi hermano.
—Sam exageró mucho, ¿no creen? —. Comentó Nick, de la nada.
—Está enamorada, supongo que ve hasta en la sopa a Hernán. —. Olivia se recuesta en la camilla para descansar un rato.
—Eso mismo. No creo que seas capaz de engañarnos. —. Farfulló un ceñudo Nicholas.
Olivia ríe y niega, luego me toma de la mano y dice:
—Estoy dónde quiero.
Nick asintió y nos dijo que volvería mañana.
—Vaya raro. —. Murmura, Evan durmiendo al bebé.
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Editado: 26.09.2025