H & O.

Capitulo 23.

Capítulo 23.

5 meses más tarde.

Harry.

Ellos están tras las rejas, aparentemente la calma había llegado finalmente dejando atrás aquella neblina oscura que nos impedía ser felices nuevamente. Sin embargo, tras meses de gloria el tiempo de despedirnos llega, Kim finalmente ha anunciado que desea regresar a Oxford a poner en orden su vida estudiantil, promete regresar al graduarse.

Así que decidí hoy salir y quizás hablar sobre nosotros.

Fuimos a la colina de la vez pasada solos, sin los niños y sin nadie que nos moleste o interrumpa.

Ella traía su cabello rubio al aire y usaba un vestido de mangas largas para ocultar sus tatuajes de mi madre.

—Estás muy callada.

Tiene varios días actuando rara, son escasas las veces que me regresa a ver.

—¿Nunca me has mentido verdad?

Callé, quisiera decirle que nunca pero sería mentira.

Ella se quejó y volvió su vista a otro punto, quizás decepcionada de mi comportamiento, de mis secretos, de mis mentiras…

—Kim…

—Lo supe por medio de un anónimo, me dijo que la tarde luego de ver a Hernán fuiste con Amalia a un hotel donde pasaron la tarde. —. Ella suelta una risa irónica y me enfoca, sus ojos desbordados en decepción.— La noche que nos besamos…

Quise acercarme pero me apartó de inmediato, como si mi tacto comenzara a quemarle.

—Eres la razón por la que ahora más que nunca quiero volver a Oxford y no regresar.

Escucharla hablar con voz rota me hace odiarme,

Nuevamente había herido a Kim sin medir mis acciones y lo que hacía, se me olvidaba que debía proteger sus sentimientos.

—Ella no significó nada, tu lo eres todo para mí.

Me hacía creer que mis palabras no son nada, que no vale hablarle porque no me creería.

Es una mierda porque me moría de amor por ella, estos meses fueron increíbles a su lado y que ahora todo se derrumba… es desconcertante. Es como si las sombras de mi pasado aún nos estén acechando.

—¿Qué clase de hombre va y se mete con otra engañando a la mujer que esperó fielmente por él y que cuidó de sus hijos hace algo así? ¿Cómo te atreves a hablarme de amor cuando eres un traidor? —. Ella algo alterada se pone de pie y se aleja unos pasos, cogiendo aire irregularmente.

—Kim fue un trato con Amalia, era…

—Ayudarte a cambio de sexo.

Escuchar eso en voz alta suena horrible, una mierda muy horrible.

—Era salir o quedarme preso.

—¡Lo prefería antes de que estuvieras con ella! —. Bramó, enrojecida de la rabia.— Es tan desagradable a lo que recurriste, aún cuando juzgaste a Elena…

—Lo de ella no se puede comparar a lo mío. Ella me engañó y manipuló, lo sabes bien.

Kim niega y aparta bruscamente las lágrimas de su rostro y dice:

—Tu me engañas diariamente al decirme que me amas aún cuando no es verdad.

Había quedado mudo, quizás en parte tendría razón.

Era aquella parte de mi que le guarda mucho cariño y que me impide alejarme, tiene un futuro prometedor en Oxford y no me gustaría saber que se ha ido a la mierda por mi interferencia. Se que ama a mis hijos, me ama pero no puedo permitir que se estropeé lo que ha estado construyendo.

—Tu silencio habla más que tus palabras.

—Quizás aún estoy tratando de quererte.

Estaba ese lado codicioso que no quería dejarla ir.

—No soy y no seré tu trofeo de consolación.

Fueron sus últimas palabras antes de marcharse de regreso a casa de mis padres.

Debe de ser definitivo que estemos lejos y apartados, solo le hago daño y ya no puedo tolerarlo.

Estuve en esa colina por la siguiente hora pensando en el desastre que se ha vuelto mi vida luego del divorcio.

Fui por mis hijos a la guardería y regresé a mi casa para atenderlos.

—¿Papá, sabes si Kim viene hoy?

Se podría decir que Blake se ha vuelto más apegado a Kim, no sabría cómo se va a portar ahora que ella vuelva a Londres.

—Hoy se queda en casas de los abuelos.

Él asiente entendiendo y vuelve con sus hermanos que juegan tranquilamente en su corral.

Desde la distancia lo observo cuidar tan fielmente a ellos, es su deber como hermano mayor cuidar de los gemelos.

Me había sacado la parte de arriba de mi saco para entrar a la cocina y comenzar a preparar lo que cenaremos está noche, revisé un momento mi teléfono viendo que Kim había publicado una actualización de estado: una maleta.

Se ira está noche.

Me tienta la mano en querer escribirle o llamarle pero me contengo y termino dejando mi teléfono de lado para cumplir con mi obligación.

🔸 🔸 🔸

Medianoche y yo estaba en mi balcón fumando un cigarro mientras los niños duermen.

Blake duerme conmigo mientras que los gemelos duermen en su cuna compartidas, ambos tienen habitaciones y que están amuebladas pero desde que nos mudamos han estado en este plan de querer dormir a mi lado o abrazados a mi, hubo una vez donde Blake y Naim estaban casi que asfixiándome.

Decir que no extraño mi vida de casado es broma, extraño aquella rutina y sentir que alguien cuida bien de ellos en tu ausencia. Eso quería en Kim, que fuera mi esposa y madre de mis niños, y habría sido la mejor, lastima que me niego a que esto funcione por no arruinar su vida. Es joven no tiene porque atarse con un divorciado y padre soltero de tres niños, no es su obligación.

Era una mierda mi vida, lo único que había hecho bien fue tenerlos a ellos.

🔸 🔸 🔸

—Pareces un mismo drogadicto.

Evan siempre siendo aquel terrón de azúcar que ilumina mis días.

Entré a mi oficina dejando sobre mi escritorio mi maletín.

—Mis ánimos no son para nada agradables hoy.

No pude conciliar el sueño hasta más tardar tres de la madrugada, no paraba de pensar en lo que había pasado con Kim y en las múltiples decisiones que tomé y que me llevaron a mi situación actual.




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