Muy temprano en la mañana Athan se levantó con la intención de ir a su antigua casa para ver la condición de esta. Quería buscar alguna pista, aunque esta fuera mínima, pero no tenía muchas esperanzas ya que parte de la casa estaba totalmente quemada, y eso había ocurrido hace años, por lo que dudaba que algo de allí le fuera útil, pero aun así haría todo lo posible.
Se colocó un jean holgado junto con una camisa manga corta blanca y se puso su gorra de jean favorita. No le había dicho nada a Deimos pues después de pensar durante un rato se dio cuenta de que había sido demasiado confiado con un completo extraño, el cual no le quería decir absolutamente nada.
Se asomó un momento a la sala, el peliblanco estaba acostado en el mueble con su antebrazo tapando sus ojos. Se apresuró a salir de la casa sin hacer el menor ruido. Una vez afuera sintió como si un gran peso se fuera de su cuerpo, tal vez era porque desde hace días no había salido de su casa, pero sentía que hacía tiempo no salía a caminar. El clima estaba con una temperatura agradable que le subió los ánimos. Ajusto su gorra a su cabeza y comenzó a caminar en dirección a su antigua casa. A cada paso que daba trataba de recordar cosas antes del accidente, pero esa parte de su memoria parecía estar sellada, solo recordaba desde el momento del accidente, aunque quería creer que no recordaba porque estaba pequeño en ese entonces.
En su camino saludo a las personas del pueblo, como siempre las calles estaban casi solitarias. De pronto sintió la enfermiza sensación de que alguien lo observaba, detuvo su andar unos segundos y volteo, esperaba que fuera Deimos pero no había nadie. Siguió caminando ignorando que la sensación se hacía cada vez más fuerte, cruzo rápidamente una esquina hasta que una mano que se puso en su hombro lo detuvo.
- ¡mierda! - grito volteando con su puño listo para golpear
- Wow, cálmate
La familiar cabellera blanca apareció frente suyo. Casi quiso golpearlo por el tremendo susto que le había dado. Su corazón seguía agitado como si hubiera corrido un maratón.
- ¡que mierda te pasa!, ¿¡por qué me seguiste como un acosador!?
- Si no querías que te siguiera entonces porque no me dijiste que ibas a salir, ¿se te olvida que alguien esta sediento de arrancarte la cabeza?
Claro que Athan recordaba ese detalle, pero hasta ahora su dichoso “asesino” no había hecho ni el más mínimo movimiento. Si tanto quería matarlo, ¿Por qué no lo hizo antes de que Deimos apareciera? ¿Por qué no intentaba nada aun? No era que estuviera desesperado porque lo mataran, pero desde que había decidido desconfiar de todos muchas preguntas se habían sumado a las anteriores, ¿y si lo del asesino era un invento de Deimos para que el no saliera? ¿y si en realidad Deimos era el asesino o el cómplice de este? Esto explicaría por qué el asesino no había mostrado sus narices, ya que todo el tiempo estuvo a su lado.
El peliblanco golpeo la frente de Athan con sus dedos.
- De nuevo te estas ahogando en preguntas en esa cabecita de humano que tienes.
- Si no quieres que lo haga entonces responde a mis preguntas- dijo mientras se sobaba la frente
- No puedo hacerlo pequeño asesino, pero si te motiva te ayudare a que no te maten mientras buscas tus dichosas respuestas
Athan bufo- es muy turbio que me llames así cuando no he matado a nadie
- Eso no es lo que dice la corte
Athan guardo silencio, por alguna razón le hacía sentir incomodo cada que Deimos mencionaba la muerte de sus padres.
- Vamos- murmuro evadiendo el tema
Solo dieron unos cuantos pasos hasta que el pelirrojo se detuvo abruptamente.
- ¿ahora qué te pasa?
- ¿no puedes hacerte invisible? - pregunto Athan nervioso
Deimos enarco una ceja- no soy brujo para hacerlo
Cruzando la esquina estaba el mercado, que era el lugar más concurrido del pueblo, no podía dejar que alguien viera al peliblanco.
- ¿entonces qué haremos?
Athan estaba nervioso buscando soluciones que les permitieran pasar sin ser vistos. Lo peor era que no había otra ruta que pudieran tomar.
- Tu solo camina
El pelirrojo volteo a verlo confundido, le estaba diciendo que no lo podían ver y él le decía que caminara.
- Ya te dije que…
- Haz lo que te digo, tu solo camina y no voltees atrás
Athan lo miro dudoso, no sabía si confiar o no, pero al fin y al cabo Deimos sería el más perjudicado si lo vieran ¿no?
Respiro hondo y camino hasta estar visible al tumulto de personas. Todos estaban ocupados regateando y comprando comida o cosas de uso diario, pero una vez el pelirrojo comenzó a caminar sintió como si una repentina carga se instalara en su espalda, sentía que eso lo jalaba al piso, quiso voltear, pero una voz resonó en su cabeza diciéndole
- No voltees.
Era la voz de Deimos, trago saliva y siguió caminando. A cada paso se sentía cada vez peor, como si se estuviera enfermando, sudor frio caía por su frente y su vista se tornaba borrosa.
- Solo un poco más- susurro Deimos
Sentía que algo pesado se colgaba de él, justo cuando pasaron el mercado hacia una calle solitaria Athan sintió como aquel peso se disipaba. Sus malestares se volvieron nulos.
- ¿Qué fue lo que hiciste? - pregunto volteando en dirección a Deimos
- ¿fue muy difícil? - pregunto en cambio Deimos tocando la frente de Athan
Su mano estaba fría.
- Te hice una pregunta- dijo el pelirrojo apartando la mano del peliblanco
- Solo reemplace a tu sombra unos segundos- respondió seco
- ¿por eso me sentí tan mal? - pregunto preocupado- si es así no creo que pueda…
- Te sentiste así porque no hice la debida preparación- lo interrumpió- la próxima vez me asegurare de que no pase
Camino de largo dejando a un Athan incomodo, los repentinos cambios de humor del peliblanco lo hacían sentir incomodo, el no saber cómo podría reaccionar Deimos a ciertas situaciones tal vez le traería complicaciones más adelante.