Habitantes de las sombras

capitulo 8: Juego de persecución (2)

Un golpe, dos golpes.

No sabía el por qué Deimos se hallaba tan enojado, pero su rostro estaba tenso y de su cuerpo un extraño humo negro comenzaba a salir.

¿estaba aterrado?, joder claro que sí.

La pelea era como ver una batalla en una película de ciencia ficción. De aquel sujeto no salía sangre, sino un líquido negro espeso. Los golpes de Deimos parecían no dolerle a pesar de que estos sonaban como si le estuvieran rompiendo los huesos.

El pelirrojo estaba arrinconado en una pared, con aquellos dos sujetos peleando como animales frente a él. Apretaba la foto contra su pecho protegiéndola.

Estaba aterrado, no sabía qué hacer y tenía la sensación de que alguien más estaba en la casa.

- Siempre que se ven pasa lo mismo

Una voz se escuchó al lado de Athan sobresaltándolo. Era un hombre de tez trigueña, tenía una expresión de fastidio en su rostro.

Lo más probable era que estuviera allí para matarlo también, pero las palabras del hombre lo habían intrigado.

¿Deimos y su asesino ya se conocían? ¿Cómo? ¿de dónde?

- ¿ya se conocían? - pregunto mirando al hombre

Este lo miro como si recién se diera cuenta que se hallaba ahí. Sin embargo, no parecía reacio a responder sus preguntas.

 

- Si, desde hace años.

- ¿y siempre pelean cuando se ven?

El hombre chasqueo la lengua dándole la razón.

- ¿Por qué?

El hombre volvió a mirarlo esta vez con una expresión extraña.

- ¿él no te ha contado nada?

- ¿de qué? - respondió Athan confundido

- Debe ser una broma- murmuro apretando su mandíbula

Los golpes se escuchaban al fondo junto con la respiración errática de ambos, pero todo paso a segundo plano por las preguntas que revoloteaban en su cabeza.

Deimos no le había contado absolutamente nada, pero, ¿hay algo que él debía saber?

- ¿Qué debe contarme? - pregunto con la esperanza de obtener una respuesta

- Lo mejor será que él te lo diga

Athan bufo fastidiado ante tanto misterio.

- Él se niega a responder mis preguntas- murmuro enfadado

No importa, de lo único que debo preocuparme es de saber lo que paso en realidad con mis padres

- Los voy a separar- hablo el hombre segundo después

Pero Athan no le prestó atención, se sentía ido. Tampoco reacciono cuando fue llamado por Deimos.

- ¿Qué tienes? ¿estas herido?

El rostro preocupado del peliblanco apareció en su campo de visión. Un sentimiento extraño revoloteaba en Athan, y no era una emoción bonita.

Aparto de un manotazo la mano de Deimos cuando este quiso tocar su rostro.

- ¿Quiénes son ellos?

Deimos miro por sobre su hombre hacia los dos tipos, el de tez trigueña ayudaba al otro a levantarse del suelo.

- Ya te lo dije, son parte de las personas que te quieren hacer daño.

Su respuesta lo hubiera convencido tiempo atrás cuando Athan no estaba interesado en ahondar en aquellos asuntos sobrenaturales, pero ahora la desconfianza incrementaba. Permanecer en la ignorancia no le hacía ningún bien y no le ayudaría a mantener su cabeza en su sitio.

- ¿Quiénes son? - volvió a preguntar mirando desafiante al peliblanco

Este suspiro mientras pasaba su mano por su rostro.

- No es algo que te pueda decir, no se me es permitido.

- Por si no lo sabias Deimos al que le quieren cortar el cuello es a mí- se levantó parándose frente al peliblanco desafiante, lo cual lo sorprendió- ¿Cómo sé que puedo confiar en ti?

Deimos apretó su mandíbula, parecía herido por las palabras del pelirrojo.

- Te lo contare todo, aunque hay cosas de mi especie que no te puedo contar, pero no será aquí, vamos a tu casa.

Cuando este quiso tomar el brazo de Athan este lo aparto. Si iban a la casa el peliblanco lo podía engañar, miro al hombre de tez trigueña quien los miraba curiosos.

- No iremos a la casa, cuéntame todo aquí.

Los ojos rojos de Deimos brillaron intensamente por la rabia, todo él se encontraba tenso y parecía que se estaba conteniendo para no cometer una locura.

- Ya te dije que…

- De aquí no nos iremos hasta que me cuentes todo- lo interrumpió Athan

Deimos gruño, un gruñido bajo y grave que erizo la piel de Athan. Deimos estaba ahí para protegerlo, así que no le podía hacer daño ¿verdad?

- ¿Qué quieres que te cuente?

Athan se sorprendió de que Deimos hubiera cedido, pero no lo demostró

- ¿los que me quieren matar son los de tu especie?

- No- respondió sentándose en el suelo recostando su espalda en la pared

El pasillo era un poco estrecho, por lo que cuatro personas allí se sentían un poco sofocante

Athan miro al hombre de tez trigueña esperando una confirmación de su parte, y cuando vio su rostro tranquilo supo que Deimos no mentía.

- ¿entonces quiénes son? - pregunto

- Son de otra especie

El pelirrojo rodo los ojos, las respuestas del peliblanco eran muy pobres

- ¿puedes ser más detallado?

- No puedo- murmuro molesto

Parecía un niño pequeño al que habían castigado.

- ¿Por qué?

- Porque hay cosas que no se pueden contar a otra persona que no sea de nuestra especie, si lo hacemos sentiremos un dolor terrible

Athan volvió a mirar al hombre, este lo miro y asintió dándole la razón. Por algún motivo se sentía en confianza con él.

- ¿y por qué quieren matarme?

- Porque es su trabajo

- ¿a qué trabajo te refieres?

- Eso es todo lo que puedo decir

Athan bufo, aquella conversación solo le creaba más dudas, pero el que Deimos por fin estuviera cooperando lo hacía sentir tranquilo.

- ¿y porque tú tienes que protegerme?

- Porque a nuestro clan no le conviene que te maten

- Vaya- respondió sin saber que más decir

De pronto recordó una pregunta muy importante.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.