El bosque no era el lugar favorito de Athan, pues la imagen de este no era para nada linda a la vista. Los árboles eran tan grandes que sus raíces sobresalían de forma extraordinaria, la luz no alcanzaba a entrar en el lugar y los rumores que habían alrededor de este eran perturbadores.
— Que lindo lugar— dijo Deimos con una sonrisa cuando llegaron al inicio del bosque
Athan lo miró como si estuviera loco, y es que lo estaba si creía que aquel lugar era lindo. Las tierras negras eran la parte central del bosque y se diferenciaba por ser una zona desierta, sin árboles ni pasto.
— ¿Sabes en qué lugar está exactamente? — preguntó mientras se adentraban al bosque — porque no podemos cavar todo el lugar como si nada
Deimos solo chasqueo su lengua.
— Llamaré a Atnos para que lo encuentre.
Athan imaginaba que ese era el nombre del perro que había invocado hace unas horas.
— Hay que movernos rápido si no queremos que la noche llegue con nosotros en el bosque.
Athan trató de igualar el ritmo de Deimos quién parecía volar. El sentimiento de que algo los veía escondido en los árboles se hacía cada vez más fuerte, sin embargo lo atribuyó a sus constantes experiencias sobrenaturales y al ya sentirse observado.
Athan recordó todo lo que los ancianos le habían contado sobre esas tierras, y como en sus tiempos sufrieron por las constantes atrocidades que forasteros hacían en ellas. Sin embargo nunca le interesó el tema, pero mientras más se acercaban al lugar más se reprochaba el no haber preguntado más, pues tal vez así tendría las respuesta del porqué sus padres tenían en poder aquellas tierras.
— Atnos— susurro Deimos con sus ojos completamente rojos y humo negro saliendo de su piel
El animal se presentó gruñendo, y en solo unos segundos pareció asentir y con una velocidad increíble comenzó a correr entre los árboles hasta perderse de sus vistas.
— Encontrará el lugar exacto del cuerpo.
Siguieron caminando, y tras unos largos minutos de silencio una pregunta vino a la mente del pelirrojo.
— ¿Qué pasó con Liri?
El perfil de Deimos se mostraba sereno, sin embargo respondió de forma tajante
— Ya no lo volverás a ver, no te preocupes
Un extraño presentimiento invadió al pelirrojo, sentía que algo, por no decir que muchas cosas, las estaba pasando por alto. Pero, ¿qué podía ser? no sabía mucho sobre la especie de Deimos como para tener respuestas o siquiera poder formular preguntas coherentes.
— ¿Fue porque me atacó?— preguntó tratando de ver mejor el rostro del peliblanco
Este solo apretó su mandíbula, como si el solo recordar le molestara en sobremanera.
— No te preocupes— respondió — ya te dije que no volverá
— Eso no es lo que estoy preguntando...— a mitad de su reclamo un aullido muy cerca a ellos lo interrumpió
Deimos apresuró el paso por lo que Athan también, llegaron a una tierra plana, sin pasto ni árboles junto con Atnos escarbando en la tierra.
— Llegamos— murmuró Athan
No sabía muy bien como reaccionar, no sabía con qué respuestas se encontraría ni si serían buenas.
— Es tiempo de cavar pequeño asesino.
Deimos le entregó una pala que Athan no sabía de dónde había sacado. Rápidamente la tomó y comenzó a cavar en donde anteriormente estaba Atnos. El animal se había acercado a Deimos mientras esté le acariciaba la cabeza.
— ¿No ayudarás?— preguntó al ver como el peliblanco estaba recostado en un árbol sin indicios de querer ayudar
— Es tu muerto no el mío — respondió con una sonrisa burlona
Athan bufó enfadado
— No lo digas cómo si yo lo hubiera matado
El pelirrojo siguió cavando hasta que un pedazo de tela sucia y con manchas oscuras resaltó entre toda la tierra. Retrocedió asustado y sintió como su espalda chocaba con el fuerte pecho de Deimos.
— Déjame el resto
Le quitó la pala al pelirrojo y siguió cavando hasta que el cuerpo fue revelado. Claramente ya no había indicios de carne, solo estaba el esqueleto con la ropa sucia, y el horrible olor que desprendía. Athan se acercó mientras Deimos sacaba el cadáver, pero no había nada aparte de la ropa.
— Mierda, fue un desperdicio venir hasta aquí— dijo Athan revolviendo su cabello con frustración
— Esperemos a que nos diga qué fue lo que pasó.
Athan miró mal a Deimos con su comentario, pensó que se estab burlando pero al ver su rostro vió la seriedad en este
— Los muertos no hablan
— Si me lo pides hasta haría que bailen para ti
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, aveces olvidaba con quién se encontraba.
— ¿Cómo es posible?
— La energía es capaz de durar hasta miles de años con el portador a menos que el cuerpo de este sea completamente destruido, por medio de la energía podremos ver los minutos antes a su muerte.
La mano derecha del peliblanco se posó en el pecho del cadáver y Athan pudo ver un curioso círculo rojo en su dedo anular, casi como si fuera un anillo, pero cuando quiso preguntar Deimos agarró su mano y se sintió caer en un pozo negro.
Su ritmo cardíaco bajó y sentía como una fuerte presión era ejercida en su pecho, todo era color negro hasta que los colores se fueron esclareciendo y se dió cuenta que se encontraba en el bosque. Un gran bullicio se oía aproximarse y pronto un hombre apareció en su campo de visión.
Louis Western.
Su rostro reflejaba nerviosismo y terror, Athan dió un brinco asustado, pero se dió cuenta que él no era capaz de verlo.
Estoy en sus recuerdos
Se encontraban en las tierras negras y Louis se agachó rápidamente y comenzó a escarbar. Murmuraba algo que él pelirrojo no era capaz de oír así que se acercó.
— Me van a matar, me van a matar— sudor corría por su frente
Un libro pequeño con tapa de cuero negro fue enterrado por él.
— ¡Por allí, agarrenlo!
Athan volteó asustado y vió como un grupo de personas vestidas con túnicas rojas y antorchas rodeaban a Louis. Athan se sorprendió al ver la escena en donde lo agarraban y entre todos lo golpeaban. A pesar de las súplicas de Louis lo seguían golpeando con fuerza.