Habitantes de las sombras

Capitulo 19: Un pasado sin borrar

— ¿Mami?

La vocecita del pequeño Atlas resonó en la casa vacía, lo que había pasado en la mañana con su hermano Athan lo había enojado tanto que no podía dormir. Quería un vaso de leche por lo que llamaba a su madre para que se lo sirviera.

— ¿Madre?— volvió a llamar

No obtuvo respuesta. Caminó hasta llegar al despacho de sus padres, la puerta se encontraba entre abierta y las voces de sus progenitores se oían.

— Hay que deshacernos de él — la cruda voz de su padre se escuchó

— No podemos hacerlo, es nuestro hijo— sollozó su madre

No sabía lo que estaban hablando así que escuchó con atención.

— Ese niño es un demonio— gruñó su padre— no es nuestro hijo

Atlas sintió su pequeño corazón romperse. Retrocedió asustado ante la cruda voz de su padre

— Tenemos que irnos con Athan y dejarlo aquí.

Atlas no pudo escuchar nada más, sus oídos se taparon y su mente se nubló, un solo pensamiento invadía su mente. Mátalos.

Corrió hasta su cuarto y una vez ahí se escondió entre las sábanas de su cama. Sus padres siempre habían preferido a Athan, no les gustaba nada de lo que hiciera Atlas. No podía matar un conejo, tampoco le dejaban tener los juguetes de su hermano ni abrir a las lagartijas con agujas.

La puerta chirrio y sintió una mirada en él, seguramente su madre. Sus pequeñas manos agarraron con fuerza la sábana de su cama. La puerta se cerró, lo más seguro porque su madre se fue a dormir. Espero hasta que la noche fuera lo suficientemente oscura para poner en marcha su plan. Salió de su habitación y bajo hasta la sala, abrió una cerámica hueca en donde habían pequeños envases de gasolina, había visto a su padre ponerlos ahí. Subió y comenzó a regar el líquido por las habitaciones y todo el lugar. Su corazón temblaba de ira u rencor, como si las emociones se fundaron con su alma.

Salió de la casa y miró por última vez el lugar.

Ahora no me podrán abandonar.

Su alma temblaba en furia, y una vez soltó el cerillo no pasaron más de cinco segundos cuando las llamas ya consumían la casa, los gritos de sus padres resonaron en todo el lugar inundando sus oídos. Lo demás era un mancha semitransparente en su memoria. Las sirenas, el fuego extinguiéndose y Atlas sentado en la comisaría envuelto en una cobija. El pueblo murmuraba detrás de él, todos en aquel pequeño espacio miraban curiosos la escena. El oficial frente a él seguía escribiendo hasta que preguntó:

— ¿Cuál gemelo eres?

No sabría decir qué fue lo que pensó en ese momento, pero antes de reflexionar y profundizar en sus pensamientos su boca soltó las palabras:

— Soy Athan.

(...)

Su estadía en la casa de los padres de Leo fue incómoda desde un inicio. Sus padres lo ignoraban y solo lo trataban bien en frente de otras personas, pero eso a Athan no le importaba pues lo único que necesitaba era a Leo. Fue el único de esa familia que no lo ignoró y lo trato bien, eso fue hasta aquel incidente que lo obligó a mudarse.

Había escuchado una discusión de los padres de Leo, había vuelto del hospital mucho antes pues había olvidado unos papeles, las voces de la pareja se filtraba por la puerta entre abierta y se paralizó una vez escuchó todo:

— ¡Ya habíamos hablado de esto!— gritó la madre de Leo— ¿Tienes idea de que dirán los demás si se enteran de tu infidelidad?

— Dirán lo mismo cuando se enteren de tu rara obsesión con ese chico.

— ¡No es una obsesión!— bramó su esposa— ¡tú sabes muy bien el porqué lo trato así!, es por el bien de Leo

Cuando escuchó todo eso no pudo evitar que su carpeta se cayera debido a la impresión. Ambos salieron del cuarto con rostro serio y expresión aterradora. Después de una discusión acalorada Atlas no tuvo más remedio que mudarse.

No le importaba lo que había hecho, lo único que lo ataba al pasado era este maldito pueblo y el terror que siente al pensar que pueden descubrir su verdadera identidad. Pero nuevamente tenía un plan, Leo ya lo había decepcionado al igual que todos en ese lugar, así que al parecer una vez más tendría que dejar que el fuego se lleve todo lo que le molesta.

Nota de autor:

Holaa, disculpen lo corto del capítulo, la verdad es que en todo el tiempo que no actualice estuve pensando en no continuar la historia, me desanima pensar que tal vez mi redacción no sea tan buena ( al igual que el desarrollo de la historia y personajes) , pero trataré de esforzarme por escribir y terminar la historia.

¡Gracias por leer! 😊




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