Hablando con los monstruos de bajo mi cama

MIEDO

Octubre 1- 3:40PM

yo llegué a saludar

y después de sentarme, le comencé a explicar:

-Señor miedo yo crecí con Alma de pájaro ansioso por volar

crecí con esas ganas de dejarme llevar...

no importa si me rompía un ala estaba dispuesta a despegar...

Ellos lo sabían, y se comenzaron a preocupar

puesto que era yo un diminuto pájaro fácil de tragar

yo del mundo de allá afuera me podía enamorar

(Ese mismo mundo me podría aplastar) o simplemente yo podría alejarme del camino y nunca más regresar

y esa última posibilidad les solía aterrar...

pues yo era el único pollo que sus huevos pudieron dar

"los pies bien pegados al suelo deben estar"

"y nunca hay que hacerle caso al viento porque no sabemos a dónde nos quiera llevar"

-Eso es lo divertido- en voz baja solía contestar

Ese pollo soy yo, señor miedo, no me tengo que presentar

me interrumpió él – y yo era esa voz que siempre te tenía que frenar-

-Sí, gracias a ti sigo viva, pero me da miedo arriesgar-

Respondió- lo siento, me quiero disculpar -

Yo no lo podía culpar,

Y por eso todo lo que quería decir me lo tuve que tragar

Hasta sin hacer mayor cosa, el miedo me pudo ganar.





 

·"El día del enfrentamiento"

Él un cigarro en la mano tenía

y estaba ahí en una esquina, pretendiendo que no existía,

pero con sombrero y traje siempre se lucía,

el miedo era de otra época y su estilo fiel a ello mantenía

con su sola presencia se imponía y por ello yo no le quería

-¿Qué tal todo, amiga mía?

preguntó cuando vio que yo venía

-Bien, gracias- contesté porque "lo cortés no quita lo valiente" mi madre siempre lo decía

-¿por qué quedarte conmigo?- pregunté porque de verdad que no lo entendía

y él se limitó a darle una halada al cigarro, mientras sonreía

supe que no respondería y para mis adentros lo maldecía,

no supe controlar la rabia que sentía

-¡Miedo, si pudiera te acabaría, si pudiera te mataría!-

y con tranquilidad respondió -pero los monstruos no se pueden morir, ¡Qué suerte la mía!-

procedió a preguntarme ¿Por qué rayos no le quería?

-¿Te parece poco enseñarme lo que es la cobardía?,

¿te parece poco quitarme algo que en serio quería?,

¡Por tu culpa perdí un tren que no regresaría y no pude saber a dónde me llevaría!

acabé sin vivir ese amor porque dijiste que al final dolería

nunca salté al vacío porque eso era lo que más se me prohibía!

y terminé debajo de la cama en un hueco que no sabía existía

sentada junto al miedo porque a hacer otra cosa no me atrevería

dime, ¿Eso no te parece una porquería?,

tengo razones demás para odiarte yo creería-

vi como al miedo le estaba doliendo cada palabra que decía

por su cara la pena se transmitía

yo no entendí que sucedía

-Yo siempre pensé que te protegía,

yo siempre pensé que como amigo tuyo hacia lo que debía-

explicó y seguido de ello una disculpa ofrecía,

comencé a comprender lo que no entendía,

pues me quedó claro que una mala intención no tenía

y ahí comencé a querer al miedo más de lo que uno pensaría

tanto que al final de ese encuentro lo abrazaría.

Así es, hice amistad con el miedo ese día

Y él dijo que ya no me vigilaría 





 

El día del auditorio 

Estaba en auditorio poco iluminado

Voltee y vi un piano, listo para ser tocado 




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