Escribe un texto sin usar la letra "p".
Atención: este relato es un poco sexual
--------------------------------------------------------------------------
Un día en mi colegio
Fue un día como cualquier otro en mi colegio. Ir a la escuela en verano es horrible más aún sabiendo que rendía historia.
Todos tenían fe de que iba a sacarme buena nota en historia, hasta mi mamá me había amenazado con que si no daba lo mejor, me iba de casa. No tenía a dónde ir si me echaban de casa, así que lo mejor que hice fue estudiar mucho.
—¡Hey amiga!—dijo una de mis amigas que venía caminando a lo lejos, yo estaba distraida tratando de leer lo de historia, ella me abrazo dulcemente.
—te extrañe diosa, una semana sin vernos—exclame
—sii ¿Llegó el maestro?—me consulto, tenía cara que no estudio nada y no sabía que hacer
—No lo vi—conteste y seguí con lo mío
Acontinuación mi amiga me distrae mostrándome una foto de Fiona, su gata. Luego me muestra un vídeo de Fiona jugando con un rollo de cocina, nos reíamos mucho y a su vez daba ternura.
Escuchamos a lo lejos que alguien caminaba a gran velocidad, levanté la vista y era el maestro. Mi amiga al verlo se congeló, él nunca dijo "hola", lo normal de un docente. Entro al aula y a los cinco minutos salió.
—¿Quién es el que va a dar el exámen?—dijo, nosotras éramos las dos boludas que íbamos a dar el exámen, nos miro y le dijo a mi amiga que entre al aula.
—Kimchin—le dije en voz baja, de esa forma nos hablábamos era como decir "suerte".
A los dos minutos salió y me dijo
—Ni lo hice, mire la hoja y se la devolví— se rió al terminar la oración—En Junio me presento, ni ganas tenía—
— Sos una boluda ahora se te junta con física y matematica—le recordé, ella se golpeó la mano en su frente.
—mejor me voy, Fiona está con mi hermana—dijo, en eso el maestro sale llamándome, entro enseguida
—Espero que al menos hagas algo más que tú amiga—dice y hacemos un intercambio de cosas, él me da la hoja y yo mi celular.
Sus clases y exámenes eran así, sin celular.
Mire la hoja y comenzé a contestar, estaba orientado con el neoliberalismo. El maestro no desviaba la mirada, se concentraba en vigilarme. A todas les gustaba el maestro ya que era un hombre de 25 años y lindo.
—Listo, dame tu exámen—anuncio y entregué la hoja—quedate afuera y no vayas a irte Juliana—
Lo mire con odio y me quedé afuera, tenia ganas de comer , abrí mi mochila y saqué la galletitas que me dio mamá. Los nervios me estaban matando quería estar en sexto y vivir la vida loca como todos los que llegábamos ahí, solo son dos años más.
De nuevo me llamo y me invitó a sentarme frente a él.
—Bien, está bien lo que pusiste—dijo, se levantó a cerrar la entrada del aula, me sentía felíz— No te pongas felíz , te falta el oral—
—Nunca dijo eso—me queje y me mostró las faltas de ortografía, si dabas un examen tenía que ser perfecto.
—en el 3, no me gusta como lo desarrollaste—dijo enojado.
Me quedé en blanco, no sabía que hacer.
Algo se me ilumino mi cabeza y dije:
—¿Le ofrezco 10 pesos?—
—gano, el doble que lo que me das, necesito que memorices este tema sino chau todo—dijo aún más furioso
Me imaginé que haría mi hermana en una situación así y lo tome de la mano.
—Creo que tú y yo somos un dúo muy fuerte y cuando te veo siento que mi corazón estalla—dije con una voz sexi, él se ruborizó y miro hacía la ventana
—solo da el oral, señorita Juliana—dijo avergonzado
Me acerque a sus labios y él no dijo nada, solo me acaricio la cara.
—Sabes que esto está mal—dijo con su suave voz—tienes solo 17 años—
—Usted ya sabe que debe hacer—dije más cerca aún y no aguanto la tentación, solo me besó como nunca antes, me tomo de la mano y me dijo
—besemosno abajo del escritorio y te juro que tendrás tu diez—
Le dije que si con la cabeza y a las dos horas, salimos yo me acomode mi uniforme y no tuve sexo con mi maestro, si es lo que imaginas. Solo me tocó las bubis y nada más.
Me coloco la nota y también anoto su número de teléfono.
—Guardalo, quizás en otro momento juguemos en mi casa mi amor—dijo con una voz sexy
—Cuando llegó lo agendo—le juré
—Nada de esto a la directora Kiara, me mataría si me ve besándome con una menor, más aún sabiendo que es mi alumna—dijo
—no mi bebito hermoso—dije besándolo como diciendo adiós
Salí feliz del aula y le conté todo a mi amiga hasta le enseñe la grabación de como gemía, nosotras nos reíamos y continuamos el juego, fui a su casa le vende los ojos y un travesti tuvo sexo con el maestro.
Fin