Hacia el bosque de las luciérnagas

•01•

En un bosque se escuchaba el llanto de un pequeño Jimin, quien se había perdido tras desviarse del camino.

— Oye, pequeñajo.

El pequeño tras escuchar aquella voz empezó a mirar a los alrededores buscando al dueño de esta, hasta que vio a un chico peli blanco escondido detrás de un árbol.

— ¿Porque lloras?

Jimin se le quedó mirando por unos segundo hasta que se levanto de golpe y corrió hacia el desconocido.

— ¡Ha venido alguien! ¡Estoy salvando!

El peli blanco al ver la acción del pequeño niño se hizo a un lado antes de que lo pudiera tocar.

Esa acción hizo que el pequeño Jimin se trompezara y cayera de cara al suelo. Se quedó tirado ahí por unos segundos antes de levantarse y mirar con el ceño fruncido al desconocido.

— Lo... Lo siento — se puso nervioso al ver la cara de enojo del pequeño — Eres... un niño humano, ¿Verdad?

Jimin tras escuchar eso, lo miro con confusión.

— Si me toca un humano, desaparecere.

— ¿Un humano? ¿Acaso tu no eres humano?

— Yo soy un ser de este bosque.

— Entonces... ¿Eres un Yōkai? — lo miro emocionado — Pero... ¿Qué significa que desaparecerás?

Jimin se le quedo mirando por unos segundos hasta que intentó tocarlo, fallando en el intento, ya que el peli blanco se hizo a un lado. Volvió a intentarlo pero volvió a fallar. En un último intento casi lo logró gracias a que el peli blanco se tropezó pero lo que Jimin no vio fue que este agarró una rama y cuando el pequeño volvió a intentar acercarse lo golpeó con ella.

Lo último que se escucho fue el gritó de dolor del pequeño.

— Es verdad que no eres humano. Ningún humano pegaría a un niño — sollozo cubriendo con sus pequeñas manitos el lugar del golpe

— Desaparecer significa que dejaré de existir. El Dios de la montaña me ha embrujado. Si me toca un humano, se acabo. Me esfumare.

Jimin miro al suelo triste tras escuchar las palabras del peli blanco.

— Lo... Lo siento mucho.

— Toma, pequeñajo — le ofreció la rama con la que lo había golpeado — Agarra ese lado. Te has perdido ¿No?. Te ayudare a salir del bosque.

— ¡Gracias! -grito el pequeño, para después correr a abrazarlo.

— ¡¡¡AAAAH!!!

Antes de que Jimin pudiera abrazarlo el peli blanco lo volvió a golpear en la cabeza.

— Mira que te lo he dicho... — respiraba agitadamente.

— Pe... Perdón — sollozo, tocándose la zona del golpe — ¡Qué daño!

Cuando Jimin logró calmar el dolor tomó la rama que el peli blanco le volvió a ofrecer y comenzaron a caminar por todo el bosque hasta llegar a un camino de piedra.

— Esto parece una cita.

— Pues que bajón de cita.

El peli blanco veía al pequeño niño mirar a los alrededores con una gran sonrisa.

— No tienes ni una pizca de miedo, ¿eh?

— ¿De qué? — lo miro confundido.

— De nada

Bajaron unos escalones hasta llegar al final, el peli blanco se detuvo y miro al pequeño.

— Si sigues todo recto, llegarás al camino — dijo para después volver a subir los escalones — Nos vemos.

— ¿Tu siempre estas aquí?. Si vuelvo otro día, ¿te veré?

— En este bosque viven el Dios de la montaña y los Yōkai. Si entras en el, te desorientaras y no sabrás regresar. No debés venir aquí. Eso dicen los aldeanos, ¿Verdad?

Jimin lo miro por unos segundos hasta que le dio una brillante sonrisa.

— Me llamo Park Jimin, ¿Y tu?

Ninguno de los dos habló, eso hizo que el pequeño Jimin se sintiera incómodo.

— Mañana volveré y te traeré un regalo por haberme ayudado. ¡Adiós! — se dio media vuelta y comenzar a correr.

— Me llamo Yoongi.

Jimin se detuvo tras escucharlo decir su nombre, se dio vuelta para mirarlo, pero al momento de hacerlo se dio cuenta de que este ya no estaba.

[•••]
 

Jimin al final logró salir del bosque y encontrar el camino que lo guiaria de nuevo a la aldea.

Cuando estaba a punto de llegar escucho la voz de alguien conocido.

— ¡JIMIN!

— ¡Abuelito Jin!

El pequeño corrió hacia Jin pero no espero que este lo golpeara en la cabeza.

— ¡¿Dónde estabas?! ¡No sabes lo preocupado que estaba por ti!.

El pequeño al escuchar los regaños lo abrazo con fuerza y se puso a llorar mientras Jin intentaba calmarlo.

Cuando Jin logró calmar los sollozos del pequeño tomó su manito y comenzaron a caminar hacia su casa.

— Abuelo

— ¿Mmm?

— ¿Es verdad que en ese bosque hay Yōkai?

— ¿En el bosque del Dios de la montaña? — vio asentir al pequeño — Quien sabe.

Jin se quedó callado por unos segundos, hasta que sintió la mirada de Jimin.

— Cuando era pequeño, iba mucho al bosque con mis amigos porque quería encontrarme con algún Yōkai. Al final, nunca me encontré con ninguno, pero muchas veces me pareció ver algo por el rabillo del ojo. En las noches de verano, salía del bosque el sonido del follaje... ahora que lo pienso, Namjoon decía que estuvo jugando con sus amigos en un festival de verano en el bosque. Sin embargo, es imposible que la gente del pueblo celebrará un festival en ese bosque. En fin, a saber que festival era ese. Eso de que estuvieron en un festival de Yōkai... Quizá no era más que un cuento chino — dijo para después comenzar a reír — Ah, que recuerdos. Menudas cabezas de chorlito éramos de niños.

[•••]
 

•Al día siguiente 
 

— Al final has venido — miró al pequeño quien tenía una bolsa plástica en sus manos — La verdad es que no esperaba que volvieras.

— ¡Me estabas esperando! — corrió hacia Yoongi para abrazarlo.

Pero antes de que pudiera hacerlo, el peli blanco agarró una rama y lo golpeó con ella.

— Es que no aprendes ni a golpes.

— Me he emocionado un poco — sonrió — Lo siento.

— Aquí hace calor — se acercó al pequeño — ¿Porque no vamos a algún sitio más fresco?



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En el texto hay: yoongi, jimin, yoonmin

Editado: 09.12.2020

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