Hacia el Horizonte

Amarme

"—De otra forma no se amar —Dije sintiendo como todo en mi interior era una completa locura y él agarró mi rostro con firmeza, pero sin hacerme daño, solo sosteniendo mi rostro para que lo mirará.

—Estoy completamente loco y enamorado de vos —Dijo mientras sus ojos brillaban y juré ver corazones al mi alrededor— De tu intensidad al hablar, de la pasión que irradias en cada una de tus letras y de lo hermosos que son tus ojos."

Soñaba despierta era algo que tenía claro y aun así lo seguí haciendo.

¿Porque en quién me convertía si dejaba de soñar? Y la verdad nunca me gusto la respuesta.

Una chica sin sonrisas, sin el brillo en sus ojos que irradia hasta al alma más oscura y sin esos suspiros que llenan su vida de los más bellos e intensos colores.

No era una respuesta que le agradará porque su corazón, su cuerpo y su alma habían sido creados únicamente para amar. Amar en el dolor, amar en la felicidad, pero sobre todo a amar sin pedir nada a cambio, solo dar todo su corazón y mirar al cielo sabiendo que siempre dio lo mejor incluso a quién le hizo daño.

Porque sigo soñando con la persona la cuál amaré y ahora más que nunca sé que me estoy acercando a ser esa persona. Sigo fantaseando con las historias de amor, llenas de suspiros y anhelos.

Sigo riendo cuando nadie ve, sigo creyendo en la dulzura de la vida y sigo aquí maravillándome cada vez veo a las parejas pasar. Cierro mis ojos, cada vez pasa y casi puedo sentirlo como mío.

Guardando en mi corazón cada uno de esos momentos. No había príncipes salvándome, ni villanos queriendo quemar el mundo por mí y mucho menos hombres exitosos queriendo protegerme, pero si había momentos especiales que eran tan míos que simplemente eran perfectos.

Un abrazo que te reconstruye, una palabra que te anima y una sonrisa que te impulsa.

Por eso no hay fuerza más grande que el amor, una completa unión que te hace crear lazos con lo demás y llena tu corazón de vida.

Porque incluso el amor es tan único que solo es capaz de sentirse y disfrutarse en completo silencio, solo observando o cerrando los ojos.

Sintiendo como recorre tu cuerpo, te reclama que sigues viva y te obliga a estar únicamente en ese preciso momento porque no existe nada más allá que eso.

Sientes el ritmo de tu respiración, escuchas el latir de tu corazón, vez las pequeñas cosas que te rodean y hablas las palabras más hermosas que puedas decir solo en ese momento.

Agradeciendo cada cosa que ocurre a tu alrededor y en tu interior.

Sin importar la montaña rusa de tus pensamientos y sentimientos.

Sin importar el ruido del exterior.

Eso es amar. Eso fue lo que sentí cuando amé mi vida, amé mis sonrisas, amé mis lágrimas, amé mi debilidad, amé mi oscuridad y cuando amé lo que significaba ser yo, cada matiz, cada borrón o parche en un lienzo que no hace más que crecer. Porque además de esas cosas había tantos lindos tonos en mí, que quedé cautivada de cada pequeño detalle.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.