Hada de hielo 2

La invasión da comienzo

–¡No… sin duda debe ser un mal sueño! – Tala ríe intentando contener su miedo y desesperación –¿Cómo es posible que exista alguien con semejante presencia y poder?... aunque unamos fuerzas– Su cuerpo se estremece –Es imposible… ni con toda la humanidad unida podríamos si quiera hacerle frente, está a un nivel completamente diferente.

No sabía que decir al respecto, su presencia era algo fuera de este mundo, pero… de cierta manera… me resultaba muy familiar, como si ya hubiese sentido antes ese tipo de energía. Claramente el poder del emperador era diferente al de los monstruos que antes enfrentamos, sin embargo, sentía que tan solo estaba un par de escalones por debajo, ¿Qué es esta sensación de serenidad?, ¿Acaso me siento capaz de ganar?

–¡Tala! – Grité para luego acercarme a él y tomarlo de la camisa con brusquedad –¡¡Levántate no tenemos tiempo que perder aquí!! – Dije percatándome de algo muy importante –¡Estamos a las afueras del bosque, nuestro Soul puede ser detectable para los monstruos e incluso para el emperador, debemos ir con Melisa y los demás e informarles de la situación!

–Pero Even– Mira con ojos llenos de angustia –¿Qué más da huir? – Su mirada se torna completamente perdida –¿Tenemos una oportunidad de ganar en primer lugar?

–……– Miré fijamente –No lo sé, pero-

En eso Tala empezó a soltar pequeñas risitas mientras miraba el cielo oscuro, contemplando aquella nave que lo cubría todo.

–Nunca tuvimos posibilidades de ganar… al final todo se resume en que era un juego imposible para nosotros, la humanidad estuvo condenada desde el inicio – Mira hacia el suelo –¿Acaso vale la pena seguir luchando?

No pude resistir mi enojo por sus palabras, por lo que, mientras aun lo tenía sujeto de la camisa, hice que me observara fijamente para acto seguido chocar fuertemente su frente con la mía hasta el punto de que ambos empezáramos a sangrar.

–¡¿Dónde quedó tu convicción?!, ¿Crees que porque ese tipo es más fuerte que todos nosotros ya es motivo para rendirnos?, ¡¡No es así Tala!!, ¡¡Tú no eres así!! ¡¡Deja de comportante como un auténtico cobarde y alza tu maldita cabeza, aunque la respuesta sea clara, somos humanos tercos que no saben cuándo rendirse!! – En eso la muerte de Nash vino a mi mente –Todos… incluso tú, tenemos una razón por la que seguir luchando, ¡¡¿No es así? maldito idiota!!

–Even…– Suelta unas pequeñas lágrimas.

–No perdamos más el tiempo, vámonos de aquí y piensa un poco en lo que te dije– Lo ayudé a ponerse de pie –Aunque te invada el miedo y no te sientas capaz de luchar, recuerda que estamos juntos en esto– Estiré mi mano en forma de puño –Todos nosotros somos la luz de este planeta que se tiñó de oscuridad, no es hora de sucumbir ante el miedo– Coloqué mi puño en su pecho –Es hora de proteger todo aquello por lo que nos hemos esforzado.

–Yo…

–Confía en mí, te prometo que, aunque todos se rindan yo no lo haré, lucharé hasta que mis pies no puedan moverse más, no… aunque no pueda moverme más seguiré luchando, estoy seguro que tenemos una oportunidad de ganar, ¡¡Esto aún no se ha acabado!!

Llegaron, las palabras de Even llegaron al temeroso corazón de Tala el cual estaba empezando a perder las esperanzas debido al inmensurable poder que transmitía la sola presencia del emperador. Tala recordó todo aquello por lo que se esforzaba y su determinación volvió retomando la esperanza. Tala pensaba que mientras lo tenga a su lado con esa determinación en sus ojos, él tampoco dará marcha atrás, luchará hasta que las esperanzas de todo el planeta hayan desaparecido por completo, después de todo, así son los humanos, mientras tengan una pequeña luz a la que aferrarse, continuaran hasta el final con la determinación que sus corazones forjaron.

–Está bien Even– Sonríe secándose las lágrimas –¡Luchemos hasta que la esperanza de nuestros corazones se reduzca a cero!

–¡¡Así se habla!!– Sonreí –¡Andando, vámonos de aquí, seguramente nos están esperando!

–¡¡Si!!

Estábamos por entrar en el bosque, pero justo en ese momento una voz resonó por todo el lugar dejándonos a Tala y a mí los pelos de punta.

“Habitantes de este planeta”

–Esa voz…– Susurré quedándome pensativo –¿Por qué me es tan familiar?

“Estoy más que seguro que ya se esperaban mi llegada, yo soy el Emperador del universo”

–Su voz… se escucha por todos lados– Dice Tala asombrado –¿Viene de la nave?, no puedo creer que se esté comunicando con todo el planeta.

“Creo que todos deberían entenderme perfectamente pese a la diversidad del lenguaje humano. Como pueden contemplar los humanos que se encuentran debajo de mi nave, cubrí todo el continente, no es nada especial, simplemente me estoy asegurando de tener controlado al que posee la mayor cantidad de Soul, el resto de habitantes del planeta no tendrán que preocuparse por la luz”

–“¿Conoce el término “Soul” ?, aunque… sería raro que no lo sepa, si está detrás de las hadas debería saber mucho de ellas, incluso más que yo” – Pensé

“Sin embargo, esto no los excluye, mis subordinados llegaran a sus respectivas zonas en poco tiempo y los capturaran, cabe aclarar que solo me sirven aquellos que aun posean al hada en su mente, los que la han liberado pueden morir en manos de mi ejercito ya que solo resultan ser una mala piedra en mi camino para el fin que quiero conseguir.”

–Se refiere a nosotros– Dice Tala seriamente.

–¡¡Ese malnacido!!– Dije apretando fuertemente el puño.

“Una cosa más. Even… sé que estas con vida y que eres ahora mismo el más fuerte entre todos los portadores de hadas, como dije, elegí este continente para poder tener un control sobre ti ya que tú eres la mayor molestia de todas junto a tu hada Lyna, el hada más fuerte”




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