La determinación de ganar

Luego de aquel encuentro con el hada del emperador, volví a la cabaña fingiendo naturalidad. Sorprendentemente nadie me dijo nada, ni siquiera me preguntaron si había sucedido algo, al principio me pareció extraño, pero luego recordé que al estar en este bosque donde aquel cristal subterráneo oculta nuestros Souls, era normal pensar que no se percataron de lo que me había sucedido.

Ahora mismo, me sentía muy extraño, sentía una energía completamente distinta, pero muy similar al Soul recorriendo mi cuerpo, se sentía demasiado pesado y peligroso, como si literalmente fuese una energía fuera de este mundo.

–Siento… mi mano un poco entumecida– Susurré mientras me sentaba en uno de los muebles de la cabaña –Que extraña sensación– Observé mi mano –¿Habré cometido una locura al aceptar eso? – Me dije en voz baja con algo de preocupación.

Mientras más me sumergía en mis pensamientos, mis ojos cansados comenzaban a cerrarse hasta quedarme profundamente dormido. A la mañana siguiente me desperté bastante adolorido, al principio pensé que era por haber dormido en el mueble, sin embargo, el dolor no era por eso, sin lugar a dudas esa energía que ahora siento recorrer mi cuerpo tenía algo que ver, mis músculos se sentían más fuertes, pero gritaban de dolor.

–¡Buenos días a todos! – Dijo Melisa saliendo de su habitación junto con Irene.

–¡Buenos días! – Respondimos todos los presentes en la sala.

–¡¡Papi!! – Dijo Irene acercándose con alegría.

–¡Irene! – La levanté y di un par de vueltas en círculos –¿Cómo dormiste mi pequeña?

–¡Super bien, es muy cómodo dormir con mami!

–¿En serio?, es bueno saberlo– Sonreí –¿No tienes hambre?

–¡Si!, tengo mucha, ¡Mucha hambre! – Dijo con entusiasmo.

En eso interviene Celia.

–No se preocupen, la comida está casi lista, pueden ir arreglando la mesa para comer entre todos.

–Está bien– Dijo Tala mientras bostezaba junto con Zakia en su cabellera.

Por mi lado me dirigí hacia la habitación de Lyna para preguntarle si quería comer, pero antes de yo poder tocar la puerta me dio su respuesta, “¿Estás afuera verdad?, no entres… si es por la comida no te preocupes, comeré más tarde o quizás más noche”, fue lo que dijo con mucha seriedad en su tono de voz. No tuve más opción que retirar mi mano de la puerta, esta misma estaba helada y recubierta de un hielo granizado, se sentía muy frio… muy distante.

–Papi, ¿Lyna y tu están peleados? – Preguntó Irene tomando la mano de Even con una expresión de preocupación.

–No– Acaricié su cabeza –Simplemente esta frustrada y quiere demostrar su determinación… como todos nosotros.

–¿Determinación?

–La determinación de querer proteger lo que más amas.

–Defender… ¿Lo que amo?

–Así es– Me arrodillé –Todos queremos proteger algo por más pequeño o grande que sea. Orgullo, privacidad, amor, una persona o un animal, mientras exista algo que nos motive, nuestra determinación por protegerlo para que se mantenga a nuestro lado, nos hará invencibles en los momentos más difíciles.

Irene se quedó con una mirada de sorpresa intentando procesar lo que dije. Al final… solo sonrió y con una emoción muy tierna me dijo “Eres genial”. Esto provocó que me riera, nadie me había dicho algo por el estilo, se sentía refrescante viniendo de aquella niña al cual rescaté de ser asesinada en aquella mansión. Es mirarla y sentirme feliz, podría haber muerto, pero la conseguimos salvar y ahora está aquí a mi lado sonriendo con una emoción desbordarte.

–“Creo que no lo hice todo mal” – Sonreí –“Hay cosas de las que nunca me arrepentiré haber hecho”– Fue lo que pensé.

Volvimos a la sala y junto a los demás comimos como toda una autentica familia, disfrutando el presente y pensando que superaremos el futuro juntos. No podemos salvar a todos, pero si podemos proteger lo que aún nos queda, nos aferraremos a nuestras esperanzas y no la soltaremos por más difícil y doloroso que sea sostenerla, no importa el peso o el daño que nos haga en nuestros mortales cuerpos, no importa sobre quien recaiga más la responsabilidad de cargar con esa esperanza… lo importante es que todos estamos unidos en esto, con el mismo deseo mutuo de llegar a ver la luz al final de esta espesa oscuridad.

–“Ganaremos sin importar que… Lyna” – Dije entre pensamientos que abrumaban hasta lo más profundo de mi corazón.

El reloj marcaba las 7 y media de la noche así que empezamos a preparar una estrategia para el día de mañana, no podíamos seguir retrasándolo más, necesitábamos suministros y además de ir derrotando poco a poco a aquellos monstruos con los cuales tenemos la obligación de luchar. Una vez los derrotemos, estaremos a un paso más cerca de vencer al jefe enemigo.

–Resumen de la situación– Dijo Tala con un tono de voz fuerte para ser el centro de atención –Ahora mismo estamos en una situación crítica, en la que incluso nos faltan como lo pueden ser Summy, Daryl y Lune, el cual no sabemos su paradero y de si están vivos o no, aunque… solo podemos confirmar que Lune puede estar vivo ya que Melisa aún no ha perdido sus poderes, sin embargo, pueden haber caído en manos del enemigo. No quisiera ser pesimista, pero hay que abarcar todas las opciones.

–Lo sabemos– Dijo Celia con los brazos cruzados –Así que, ¿Que propones?, acaso quieres dar con su paradero para la pelea contra los monstruos.

–Sabes bien que eso es imposible– Dijo Tala.

–¿Entonces? – Cuestionó Celia.

–Como bien saben, no nos podemos arriesgar en buscarlos por más preocupados que estemos por ello, solo nos queda confiar en que estén bien. Nuestra mayor preocupación ahora mismo son los suministros de comida y medicina, si nuestro plan es ir derrotando a uno por uno para ir teniendo una oportunidad de ganar, entonces definiremos quienes están actos para el combate y quienes no.

–¿Estás diciendo que los demás estorban? – Dijo Celia molesta –Esto no es una batalla en la que debemos reservar personal, pienso que mientras mas juntos luchemos mas posibilidades de ganar tendremos.