Hada de hielo 2

La última voluntad de Celia

El monstruo el cual yo había mandado a volar había regresado más enfadado que nunca, lanzándome al instante una forma material puntiaguda que sería desintegrada por un ataque directo de Tala.

–¡¡Te voy a matar maldito humano!! – Gritó el monstruo preparando miles de formas puntiagudas encima de él –¡¡Te voy a matar!!

Quise escapar del lugar, pero el monstruo que era capaz de estirarse sujetó con fuerza mis pies dejándome inmóvil en aquel lugar mientras que Tala si había conseguido escapar, pero a su vez fue interceptado por otro monstruo el cual parecía tener la capacidad de generar ataques de energía. Por mi lado, pensé rápido y generé una esfera de hielo 7 veces más resistente de lo que hubiese hecho sin este poder dado por el hada del emperador.

–Pensar en el hecho de que me tuve que inspirar en el director para esta defensa me da asco– Dije teniendo un pequeño escalofrió.

En el tiempo que hice la esfera, aquel monstruo con la capacidad de estirarse había dejado de sujetarme para poder evitar salir herido, por lo que luego del ataque del otro monstruo, deshice la esfera de hielo y me abalancé hacia donde el monstruo que era capaz de estirarse ya que se me hacia el más molesto de todos los 6 que estábamos combatiendo.

–Tala, debemos ver la forma de salir de aquí, no creo poder resistir demasiado tiempo– Dije preocupado al ver mis piernas temblorosas.

–Entiendo, pero no sé si podamos– Observa el panorama.

Viendo que ahora mismo nos tienen nuevamente rodeados, no sé qué tan bien iba a resultar todo esto, mis fuerzas están llegando a un límite, el poder del hada del emperador me está consumiendo demasiado rápido mi fuerza física, y sinceramente, sin este poder no creo tener una oportunidad real para vencer a los monstruos.

La lucha duró más tiempo de lo que me hubiera gustado, intercambiamos poderes, golpes, hasta el punto de dejarnos a ambos sangrando y con el aliento completamente seco, sin embargo, en este tiempo conseguimos derrotar a 2 más, dejando solamente al invocador, al monstruo que es capaz de crear formas materiales puntiagudas, al monstruo que se estira y a uno que es capaz de transformar toda clase de material en lodo y moldearlo a su antojo para atacar o defenderse.

–Quedan 4 Even– Regresa a mirar –¿Even?

–Si… te escuché– Respondí agitado con los ojos rojos –Mi cuerpo… ya no aguanta más…. esta presión. 

En eso, el aura y el tono morado de mi cabello volvió a su estado original, dejándome al borde del desmayo, pero intentaba mantenerme firme ya que la batalla aún no había terminado, no obstante, aprovecharon la preocupación de Tala para golpearlo y mandarlo a volar a unas estructuras cercanas, mientras que el invocador aprovechó para tumbarme al suelo y con su pie encima de mi pecho, presionarme para que no escape.

–¡Maldito… monstruo! – Dije con enojo escupiendo algo de sangre.

–Fuiste la rata que más nos ha costado asesinar en todo este tiempo que llevamos bajo las órdenes de nuestro emperador– Dijo el invocador limpiándose la sangre verde que salía de su boca –Y pensar que el poder de unas simples hadas puedan llegar a tanto en las manos correctas… ahora entiendo el por qué nos citó a los 10 comandantes a este lugar, seguramente sabía que no íbamos a poder si íbamos de uno en uno, considero las bajas y las posibilidades de que nos puedan ganar… no cabe duda que es una especie de dios.

–Por favor…– Sujeté sus piernas con ambas manos intentando congelarla –No le hagas tantas felaciones de halagos enfrente de mí.

–Como sea– Observa su pierna –Ya no tienes la fuerza suficiente como para congelarme… estas acabado….

–Quizás… tengas razón…– Miré la nave en el oscuro cielo –Dime algo monstruo…

–¿Qué quieres?

–Si tuvieras que desear algo antes de morir… ¿Qué desearías?

–Que las hadas nunca hubieran existido, así mis padres… no hubieran tenido que morir.

–Ya veo…– Solté su pierna –Me hubiera gustado ser quien creara a las hadas… para darles una vida de verdad.

–Haces que me enoje incluso cuando estas a punto de morir– Quita su pierna del pecho de Even –Encárgate del él… Kale…

–Si señor.

En eso el monstruo que es capaz de crear formas puntiagudas se acerca a mi para asesinarme, pero justo cuando uno de sus ataques estaba por perforarme la cabeza, observé una pequeña circunferencia negra enfrente de mis ojos, haciendo que su ataque simplemente pasara de largo, al mismo tiempo, en los pies del monstruo se abrió un círculo negro donde este cayó y Celia salió mágicamente de este mismo lugar, dejando encerrado al monstruo con éxito en la dimensión oscura. Acto seguido se acercó a mi para poder cargarme.

–Celia… no debiste haber venido… huye.

–No te preocupes Even ahorita mismo te sacaré de a-

Sabía perfectamente que los monstruos no se iban a quedar mirando, era obvio que atacarían a celia de manera inmediata… pero jamás imaginé, que tuviera que haber visto en una milésima de segundo, como la cabeza de Celia salió volando por los aires debido a que el monstruo invocador, invocó una serpiente extraña con alas y cola con forma de cuchilla. El cuerpo de Celia cayó sin más remedio al suelo, formando un charco inmenso de sangre que lentamente cubría todo mi rostro y cuerpo tirado, sin poder creerme lo que estaba presenciando… Tala estaba inconsciente, Celia está muerta y Lyna estaba escondida tal como se lo pedí, pero… podía sentir el odio acumulado y la tristeza de su corazón.

–Maldita zorra– Dijo el invocador acercándose al cuerpo de Celia –¿Uh?... – Recoge un pañuelo que sobresalía del bolsillo de Celia –Esta cosa tiene la fragancia de un bebe… ya veo, entonces– Regresa a ver a Even –Aun tienes a más amigos tuyos escondidos que nos pueden dar problemas ¿No es así?

Interrumpe el monstruo capaz de estirazarse.

–¿Qué se supone que haremos?, ahora no creo que podamos rescatar a Nill.




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