Hada de hielo 2

No es como lo imaginaba

–¡Holaaa!, ¡¡¿Hay aallguiiieenn aaaahiiii?!!

–¡Even! – Dijo Lyna mientras le daba un pequeño golpecito en el hombro.

–¿Eh?, oh… si estoy aquí.

–He, he– Sonríe la niña –¿En qué pensabas tanto?, ¿Acaso mi explicación te dejo perplejo? – Sonríe colocando su mano debajo de su barbilla –Si, sin duda debe ser eso.

–Me doy cuenta que eres sumamente enérgica.

–Y tú te ves muy sombrío y simple, pero debo admitir que eres alguien sumamente poderoso– Observa mientras su ojo cambia de color.

–Tu… ojo…– Interrumpe Lyna.

–¿Eh?, oh mi ojo– Se ríe un poco –¿Quieres saberlo?

–Bueno… da curiosidad– Dijo Lyna con tranquilidad.

–Hasta donde sé, mi raza ha conseguido evolucionar la vista hasta el punto de que podemos observar la esencia de nuestros rivales, así para saber con certeza si tenemos una oportunidad de ganar, lo llamamos el ojo de Dios.

–Oh… increíble– Se queda pensativa –Y que tan grande es la esencia de Even.

–Para determinar qué tan profunda es su esencia me fijo siempre en el tamaño del aura que le rodea, y que tan intenso es su color.

Interrumpí.

–¿Color?

–Correcto, todos los individuos tenemos uno, incluso las razas débiles como los humanos– Observa de pies a cabeza –De lo que eh podido observar de ti… es sumamente curioso, tu color es de un azul oscuro demasiado intenso, pero… tu aura es más pequeña debido a que tu compañera al parecer hace uso de tu esencia– Regresa a observar a Lyna –¿Acaso hicieron algún pacto que hace que su vida dependa del uno al otro?

–Algo por el estilo.

–Eso lo explica, además… tu compañera tiene un núcleo de esencia muy peculiar, nunca antes vi algo así.

En eso interrumpí su visión y le pedí educadamente que lo dejáramos así, a lo que ella un poco asustada por mi reacción aceptó. No quería que se enterase que soy un humano, después de todo estoy en la base enemiga y confiar en alguien de aquí es muy contraproducente.

–A todo esto… ¿De qué raza son ustedes?, no conozco muchas la verdad, solo las que viven aquí en esta nave.

Mi mirada se tornó algo seria, y le di mil vueltas a la pregunta para saber qué mismo podía responder, sin embargo, en ese momento se le ocurrió a Lyna una jugada magistral.

–De hecho, no podemos decírtelo– Dijo Lyna con preocupación.

–¿Eh?, ¿Por qué?

–Bueno… como sabrás somos los recién llegados y aún estamos en desconfianza con nuestro entorno, por lo que quisiéramos mantener el secreto de nuestra procedencia hasta que nos sintamos seguros de estar en familia– Sonríe –Después de todo es la nave del emperador del universo ¿No?

–“Lyna me disté asco con esa sonrisa elogiando a ese tipo” – Se lo dije por telepatía.

–“Cállate que tú la ibas a cagar”

En eso interrumpe la niña.

–Son unos recién llegados interesantes, está bien, no preguntaré sobre eso, pero– Señala con su dedo a Even –Quiero que te enfrentes a mí. 

–¿Yo?

–Correcto, quiero comprobar tu fuerza real– Coloca su mano en su pecho haciendo puño –Aunque no lo parezca, también soy fuerte.

–Tan fuerte que huías de este animal– Interrumpe Lyna haciendo burla.

–¡Cállate, los animales dan algo de miedo!

–Realmente no creo que sea una buena ide-

Interrumpí a Lyna.

–Peleemos.

–¿Eh? – Observa sorprendida –¿Estás seguro Even?

–No pierdo nada, acepto el capricho de esta niña– Me alejé lo suficiente para empezar a estirarme.

–Esa es la actitud Even– Empieza a estirarse para luego dar dos saltos hacia atrás –¡Estoy lista! ¡Cuando quieras!

Pateé el suelo congelando gran parte de este mientras que rápidamente me impulsé ganando una gran velocidad, estando en frente de ella en cuestión de segundos. Cualquiera pensaría que su próximo movimiento seria retroceder, pero no fue así, en su lugar soltó un susurro que alcancé a escuchar, “No debiste recortar distancia”, para seguidamente sujetarme rápidamente el brazo y preparar un puño que seguramente me dejaría noqueado, sin embargo, yo lo estaba observando todo en cámara lenta preguntándome si acaso es algo que lo estoy provocando yo, o ella, no lo sé, lo único que tuve en claro, fue cambiar en pequeños segundos mi ataque, pasando a congelar mi abdomen para recibir el impacto. El golpe fue lo suficientemente fuerte como para hacerme retroceder y caer al suelo dando varias vueltas.

–Mi raza aparte del ojo de Dios somos ¡¡Increíblemente fuertes cuerpo a cuerpo!!

–Lo noté– Dije levantándome como si nada.

–Imposible– Dice asombrada –¡¡¿Como es que eres capaz de levantarte aun después de recibir de lleno mi ataque?!!

–¿Quieres saberlo? – Lo dije mientras que caían trozos de hielo al suelo.

–Utilizaste tu propio poder de escudo– Sus ojos se hicieron como estrellitas –¡¡Increíble!!

–Me toca…

–¿Eh?

Empecé a desprender partículas de hielo de mi cuerpo que lentamente iban congelando el suelo y una neblina espesa de partículas iban llenando el ambiente.

–Si tú eres buena cuerpo a cuerpo… yo soy bueno con ataques a distancia.

–Esto no es nada.

–¿Segura?

En eso ella observó su cuerpo, tenía rastros de hielo en los brazos, en su cabello y su ropa, mientras que el suelo congelado llegó a sus pies y ahora el hielo, subía lentamente hasta sus rodillas. No sé qué mirada tendría yo en ese momento, pero estoy seguro de haberle mirado seriamente, sin embargo, cuando ella hizo contacto directo con mis ojos, su mirada se llenó de miedo, fue como si… hubiera visto a la muerte de cerca.

–Me… rindo…– Dijo la niña observando al suelo con miedo.

–Even creo que ya es suficiente– Intervino Lyna.

Le hice caso, y deshice todo el hielo que había alrededor y de su cuerpo, dejando que las partículas de las lleve el viento. Le derroté aplastantemente, pero me sorprendió mucho su capacidad física, después de todo, con tan solo sus puños me destrozó el pequeño escudo de hielo que hice por dentro de mi camisa y además de ello me hizo rodar por el suelo, no cabía duda que en este lugar, me iba a encontrar a gente muy poderosa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.