Hada de hielo 2

Yo decido mi destino

–¿Detenerme?, me pregunto si es algo posible para ti– Observa fijamente –Jamás podrás igualar el hielo que yace en mí, en términos de poder bruto, soy muy superior a ti.

–¿Ves acaso que me importa?

Comencé a formar hielo en la palma de mi mano que lentamente comenzaba a tomar formas afiladas.

–Vórtice de hielo…– Susurré mientras caminaba lentamente hacia él –¡A mí ya no me importa quién de los dos sea el más fuerte, tampoco si consiga o no vencerte, sin embargo, pienso darlo en este momento para luego! ¡¡Poder morir sin arrepentimientos!!

–……– Observa en silencio seriamente.

–¡Tú ya no puedes quitarme nada más!!, ¡¡Maldito emperador!!

Corrí rápidamente hacia él con Lyna en mi hombro reuniendo una gran cantidad de partículas que iban girando a mi alrededor. El emperador simplemente se mantuvo en su lugar mientras que lentamente se iba poniendo de pie con la mirada seria esperando mi ataque. Ya estando a tan solo un par de metros de él, lancé mi ataque haciendo que el vórtice de cuchillas comenzara a rodearlo, no obstante....

–Desde un inicio me compadecí a eliminarte de verdad, ya que siendo la misma persona sentía que nos podíamos llegar a entender, sin embargo, es claramente imposible, vivimos cosas completamente distintas haciendo que tengamos convicciones distintas– Observa con seriedad –Cometí ese error por estar jugando contigo, eres mi completo enemigo, desde un inicio debí asesinarte, lo sabía bien… pero no lo hice.

El emperador movió su mano ligeramente levantando el doble de partículas de hielo, haciendo que mi ataque se disperse a su alrededor, acto seguido empezó a crear un espiral céntrico a la altura de su pecho, esto pintaba muy mal, no solo contrarrestó mi ataque con sus propias partículas si no que ahora me estaba apuntando con un ataque muy potente, lo suficiente como para destrozar mi cuerpo.

–Una cosa estaba clara y es que, si en esta misma línea de tiempo estabas destinado a tener a Lyna, tu derrota no sería nada fácil, después de todo, es el hada más fuerte.

Lanzó su espiral de hielo haciendo que en menos de un segundo estuviese a punto de impactar en mí, pero Lyna no lo permitiría, fue como si lo viese en cámara lenta, las partículas de hielo iban formando una capa solida enfrente de mí.

El espiral hizo impacto en el hielo solido que Lyna había creado enfrente de mí, pero la onda expansiva del ataque me impulsó a unos pocos metros de donde realice mi anterior ataque, haciendo que quede nuevamente a una distancia algo considerable en relación al emperador.

–Lyna…– Sonreí –Gracias.

–No nos vencerá tan fácilmente.

En eso interrumpe el emperador.

–¿Ves?, el hada de hielo está a un nivel diferente al resto, es por eso que solo tu representabas una amenaza real para mi.

–……– Suspiré –Recuerdo que en tu llegada al planeta lo dijiste, pero ¿A qué te refieres con el hada más fuerte?, ¿Lyna es distinta a sus demás hermanos?

–Bueno, es normal que no lo sepas, después de todo ni yo lo sabía hasta que invadí el planeta del creador de las mismas hadas y me hice con un libro que decía, “Proyecto 1”.

–¿Proyecto 1?

–Así es, Lyna fue la primera hada existente en la historia de ese planeta– Observa fijamente a Lyna quien yacía en el hombro de su rival –Su nombre real es, Naila, la primera hada que existió, numero de creación 01, gracias a ella fue que la creación de más hadas pudo ser posible, ella al momento de ser creada tuvo un núcleo de energía estable y único, sin embargo, fue un resultado de miles de miles de años, y la angustia por crear más hadas similares a ella carcomía al creador, por lo que, usó el núcleo de Lyna para empezar a crear más hadas con núcleos estables aunque estos eran más pequeños en relación al de ella.

–Tiene razón en cuestión a mi verdadero nombre, pero eso otro yo… no lo sabía– Dice Lyna con total asombro.

–Se podría decir que Naila es la madre de todas las hadas, ya que en base a ella fue que se crearon las demás hadas que conocen.

–……– Quedé en silencio –Así que Naila eh…– Sonreí.

–¿Uh? – Observa el emperador con confusión.

–Es un nombre muy bonito– Sonreí mientras observaba a Lyna en mi hombro.

–Me estás haciendo sonrojar, deja de mirarme así– Dice Lyna desviando la mirada.

–¿Por qué sonríes? – Cuestiona al emperador.

–Por nada en especial, simplemente me hizo sentir feliz saber el verdadero nombre de mi compañera, sin embargo– Señalé a Lyna con mi dedo –Ella ya tiene un nombre único puesto por mí, se llama Lyna y es mi fiel compañera.

–Tonto– Susurra Lyna con total felicidad.

–……– Suspira –Me da asco verlos tan melosos.

–Lo siento– Dije riéndome –Volviendo al tema, lo que me quieres decir es que gracias a que ella es la más fuerte, es que mi progreso fue tanto hasta el punto de estar casi a la par tuya ¿No es así?

–En efecto, es gracias a ella que ahora estas aquí.

–Tienes razón, pero también debes tener en cuenta algo y es que, si yo no fuese su portador, su potencial real jamás hubiese visto la luz.

–Quien sabe, pero francamente quizás tengas razón, si no fueses tú, quizás el potencial de Lyna hubiese estado estancado, sin embargo, es raro, ¿Cómo fue que te hiciste tan fuerte en tan poco tiempo?, tu progreso dio un salto abismal a cuando luchaste contra mis comandantes.

En eso el hada del emperador desde el trono interrumpió. Uniéndose así a la conversación.

–Probablemente sean los lazos.

–¿Los lazos? – Menciona el emperador.

–Si, esos lazos que jamás quisiste que se sigan formando por el odio y fastidio que formaste hacia mi luego de que descubrieras quien fue el que creo a las hadas y de que te dieras cuenta que realmente…. habíamos vuelto al pasado, un pasado donde aún no ocurría la desgracia en cadena provocado por nosotras las hadas.

–……– Suspira –Ya veo.




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