Hada de hielo

Restricciones

El policía continuaba gritando lleno de dolor con una voz desgarradora, temía por su vida derramando lagrimas sin parar, salía sangre por su nariz y sus manos comenzaron a tornarse de un color morado, era muy doloroso de tan solo verlo, llegó un momento en la que ya no lo soporté y salí corriendo alejándome del lugar, todo era muy confuso, tenía esa voz en mi cabeza y ahora al parecer congelé a un oficial de la ley con un poder raro que no sé cómo lo saqué, no entendía nada, con aquellas dudas continué corriendo por la carretera hasta que logré alejarme lo suficiente del hospital.

–De verdad... los humanos son una especie muy sensible.

–¡¡¿Otra vez tú? ¿Qué diablos quieres de mí? ¿Cómo es que congelé a ese policía? ¿Cómo llegaste a mi cabeza?, no entiendo nada!!– Lo dije mientras temblando caía de rodillas al suelo. 

–En el momento que me dejes hablar te diré todo lo que quieras saber, pero si te mantienes en esa posición de paranoico, no entenderás nada. Estoy segura que todos mis hermanos están igual de decepcionados que yo en este momento, su especie es muy irracional, se dejan llevar por sus impulsos al conocer algo nuevo, pese a que solo intentamos dialogar, se comportan como unos verdaderos primitivos guiados por el primer impulso que los domina.

Fue en ese instante que me di cuenta que aquella voz interna tenía toda la razón, decidí calmarme y respirar profundamente, mis piernas aun temblaban por lo que las golpeé lo más fuerte que pude hasta que el dolor hizo que mis nervios desaparezcan, me senté y comencé a analizar un poco la situación, pensé, “Hasta ahora solo eh estado huyendo de algo que está dentro de mí, no importa a donde valla, esta voz en mi cabeza vendrá conmigo si o si”, por lo que comprendí que solo podía escucharla y entender que era lo que quería de mí.

–Bien, ¿Qué es lo que quieres de mí?

–Veo que conseguiste calmarte, ya era hora de verdad, me estaba empezando a desesperar ya que no me dejabas hablar.

–Perdona, pero es que nunca me ha pasado algo así y tuve miedo.

–Te comprendo, pero debiste empezar por aquí desde un inicio.

–Y bien, ¿Quién eres?

–Soy un hada espiritual, poseo la habilidad de hielo, pero en lo personal, por el momento no puedo usar mis poderes ya que como estoy dentro de tu conciencia, estoy limitada a brindarte mi poder a través de la energía que tu cuerpo genera. No vengo a causarte algún daño, solo a protegerte de un peligro que se aproxima a tu planeta, tentando contra la extinción de su raza.

–¿La extinción de mi raza?

–Así es.

–Pero… ¿Cómo es que pasará eso?, me es un poco fantasioso.

–El simple hecho de que puedas congelar a las personas ya es una prueba de que toda la fantasía que te estoy diciendo es real.

Tragué saliva y empecé a temblar, sinceramente colgaba en el hilo de la duda de si creerle o no, pero a estas alturas, teniendo en cuenta lo que eh visto, era totalmente lógico todo lo que me estaba diciendo.

–Si mal no recuerdo… una de tus preguntas era como llegué a tu cabeza ¿Verdad?, aunque lo más correcto es decir que estoy en tu conciencia, bueno no importa, la respuesta a esa pregunta la obtienes de la nevada que generamos mis hermanos y yo la noche anterior.

–¿La nevada multicolor?

–Realmente no sé cómo se ve nuestro espíritu, pero supongo que tiene algún color específico que representa también el poder que poseemos.

–¿Me estás diciendo que uno de esos polvitos que cayó del cielo eras tú?

–Exactamente.

–Eso quiere decir que los demás polvitos que cayeron del cielo eran tus hermanos, ahora lo comprendo mejor.

–Me alegra saberlo y como te dije anteriormente, no tenemos la intención de hacerles daño, nuestro objetivo es protegerlos de un peligro que se aproxima a este planeta en un futuro no muy lejano.

–Ahora que lo vuelves a mencionar, dijiste que ese peligro conllevaría a la extinción de nuestra raza, ¿Quiénes harán tal cosa? ¿Cuándo sucederá?

–No puedo decírtelo de momento ya que nuestro creador nos mandó un mensaje para ustedes y es el siguiente, “Te daré un compañero junto a una pequeña parte de su poder, sin embargo, no quiero que les pase lo mismo que a otras especies y es el deseo de obtener el poder para el mal, por lo tanto, muéstrenle a su compañero su corazón e intenciones, ellos sabrán si son dignos de su salvación”, fue lo que dijo que les transmitiéramos literalmente, así que primero necesitas mostrarme tu corazón y cumplir con algo que nos dijo antes de partir, es un requisito, y no podemos decírselos ya que dejaría de cobrar sentido. Una cosa más, mientras no se cumpla ese requisito, solo tenemos permitido darles el 40% de nuestro poder, junto a la información base de todo esto que ya te la cabo de decir, lo demás es un secreto.

–Parece que fue un compromiso importante el que hicieron, y pese a que tengo muchas dudas, me quedo con que este planeta está en peligro y que no quieren que usemos su poder para el mal, por ello pusieron esas condiciones, no sé de qué trata ese último requisito, pero parece ser algo que lo sabré a medida que el tiempo fluya.

–No pensé que lo fueras a entender así de bien.

–Ya que estoy calmado me dio tiempo de razonar todo lo que dijiste así que te comprendo, de momento solo podemos decir que tendremos que dejar que el tiempo pase, aunque ahora me preocupa la gente del hospital, están desesperados con toda esta confusión que nos ha causado su llegada.

–Ahora que lo mencionas a mí también me preocupa esto, ya que todos mis hermanos deben dar el mismo mensaje a sus portadores, y si por algún motivo el humano se quitan la vida, mi hermano o hermana dentro también morirá.

Al escucharla sentí que debía hacer algo al respecto, tenía que hacer que la gente escuchara a su voz interior, toda esta desesperación debía parar hoy mismo, o si no, nunca conseguiremos saber la verdad sobre el peligro que se aproxima a nuestro planeta. Me levanté de donde me encontraba, y fui corriendo al hospital, corrí hasta que mi aliento ya no diera más, llegué sudando y con mi corazón palpitando a mil por hora, me paré al filo de una fuente de agua y empecé a gritar lo más fuerte que pude un, “¡¡Escúchenme!!”, pero los gritos de las personas eran aún mayores y mi voz era completamente opacada, continué gritando y gritando, sin embargo no dio ningún resultado, la gente estaba completamente desesperada, algunos lloraban, otros se golpeaban, ninguno era capaz de calmarse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.