Hada de hielo

Quiero tu poder

Me quedé atónito ante lo dicho por Tala, simplemente se me hacía difícil creer que Nash tenga algo que ver con todo el secuestro de Lyna, me parecía ilógico, así que de inmediato le cuestioné si estaba seguro de sus palabras, a lo que con una seguridad aplastante me dijo que sí.

–Imposible… ¡Es improbable que Nash sea el secuestrador de Lyna!

–Nunca dije que lo fuera.

–¿Entonces a que quieres llegar?

–Creo que me veo en la obligación de darte el contexto de lo sucedido anoche, así entenderás por qué pienso que Nash es una pista de la cual debemos partir e investigar.

Tenía miedo de lo que podía salir de su boca, pero no había otra opción, tragué saliva y respiré profundamente preparándome para lo peor.

–Anoche me encontraba entrenando en la zona de prácticas de la universidad, como líder de grupo estoy en la obligación de volverme más fuerte, la imagen que uno da al público es el medio por el cual todos te reconocerán, no quiero verme como el débil, pero bueno, el caso es que todo iba bien hasta que en medio de mi entrenamiento escuché una explosión inmensa, a lo lejos se veía tu tornado de hielo, para que reacciones así en medio de la noche solo podría tratarse de un ataque enemigo, así que me dirigí lo más rápido que pude al lugar, en el camino me percaté que Summy y Nash también se dirigían ahí, al llegar, para mi sorpresa estabas desangrándote en el suelo, por un segundo pensé que estabas muerto ya que la sangre que había en el piso era tal, que solo lo podría describir como espantoso. Segundos después despertó Melisa y se aterrorizó al verte en ese estado, el líder de los azules actuó enseguida y te llevó al hospital de la universidad, mientras que Summy se encargó del cuidado de Melisa, por mi lado realicé perímetro, pero por desgracia los atacantes no dejaron ningún tipo de rastro, no pude hacer nada.

–Así que eso fue lo que ocurrió después de que perdiera la conciencia… comprendo, pero ¿Que tiene que ver Nash con el secuestro?

–Después de que te atendieran, nos avisaron a todos los que estábamos presentes sobre tu condición, fue un alivio escuchar que te encontrabas fuera de peligro, tu recuperación estaba asegurada, parecía que todo había acabado pero no fue así, Melisa aún continuaba preocupada mirando a todos lados, cerraba sus ojos como si intentara sentir la presencia de alguien, en un momento dado comenzó a llorar y estremecida nos dio a conocer que los atacantes se llevaron a tu hada, Nash se quedó impactado y su expresión facial era de temer, salió de la sala de espera sin decir absolutamente nada, me pareció muy extraño así que decidí perseguirlo hasta que lo detuve afuera del edificio, reaccionó agresivo apartándome con su Soul, antes de irse me advirtió que no lo siguiera a no ser que tenga ganas de morir.

–¿Eso dijo?, Uhm… ¿Crees que Nash fue en busca de Lyna?, si es así entonces ¿Quieres que piense que él sabe dónde se la llevaron?

–No es algo que quiero que creas solo porque lo digo yo, hay testigos de su comportamiento y teniendo en cuenta la situación, lo más probable es que sea así, si no, no tendría sentido que se haya ido de tal manera, también ten en cuenta que no ha vuelto, por lo que lo único que nos queda es investigar el entorno que lo rodeaba, alguien de sus conocidos debe tener información vital que nos pueda ser útil empezando por ti, si queremos rescatar a tu hada necesitaremos toda la información posible de ese bastardo.

Su capacidad de deducción e iniciativa me dejó maravillado, sin duda alguna podía confiar en él, aunque no estaba muy feliz de que Nash este metido en medio de toda esta tormenta. Antes de darle información sobre mi mejor amigo le comenté las cosas que realicé anoche, todo el tema de los secuestros en la zona baja de City ​​of Miracles y todos los sucesos ocurridos antes, durante y después de mi batalla contra los secuestradores con máscara de cuervo, quería que lo supiera para que tenga en mente que muchas más personas están siendo secuestradas con el fin de experimentar con ellas, y así comprender mejor como liberar el poder de las hadas.

Hablar de ello me puso de mal humor, entiendo la situación por la que estamos pasando, pero eso no lo justifica, intentar buscar poder mediante ese tipo de acciones ya no es de seres humanos razonables, sino de monstruos guiados por el olor de la sangre más intensa, esto hacía plantearme… ¿Contra quién mismo estamos luchando?

Después de ponerle al tanto de lo ocurrido procedí a darle información sobre Nash, no era mucha en realidad, le comenté los problemas que tuvo con el director siendo esto lo último más resaltante que tenía como pista, sobre sus contactos, por más que pensara no se me venía nadie a la cabeza ya que Nash es una persona muy reservada y seria, nunca me ha contado con quien suele andar en sus tiempos libres.

–Si me lo pones de esa manera volvemos a la misma situación de antes– Dijo Tala.

Continué pensando en diversas situaciones de mi vida que eh compartido con Nash, repasé hasta al más último detalle, cada momento, cada pequeño instante que no lo esté tomando en cuenta.

–¡Oh, lo tengo!

–¿En serio?

–Sí, hace tiempo le atrapé hablando con una chica a escondidas, se pusieron muy nerviosos cuando me vieron, sobre todo Nash, casi me mata literalmente… pero bueno, el caso es que se les veía muy unidos, es la única pista que tengo por lo que, si tuviera que apostarlo todo, diría que esa chica puede tener una conexión directa con él.

–Bien, ¿Ahora dónde encontramos a esa chica?

–Si mal no recuerdo tenía uniforme negro, así que es de mi grupo, pero como fue hace mucho tiempo no recuerdo bien su nombre.

–¿Y su rostro?

–Su rostro…

Me puse de pie rápidamente.

–¿Qué ocurre? – Preguntó Tala.

–Su rostro… esos ojos, esa mirada cansada que recuerdo son de la misma chica que tenía prisa ayer, ¡La nómina de grupo!, necesito ir a mi oficina para ver su nombre y número de habitación.




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