Hada de hielo

Cambiaré al mundo

La vida no es un videojuego, no tenemos un punto de guardado para reaparecer por si fallamos en nuestras decisiones, podemos arrepentirnos, pero nunca podremos revertir la acción que nos llevó a tal sentimiento, acabo de matar a alguien, no solo eso, también asesiné a uno de los hermanos de Lyna, ¿Qué se supone que estoy haciendo?... vine a rescatar a mi compañera, no vine para matar a nadie, ¿Por qué pasó esto?, acaso ¿No había otra opción?, ¿O soy yo el que cerró sus alternativas?, sea cual sea la respuesta, ya no puedo hacer nada.

–¡¡¡Líder!!! – Dijo Celia muy alterada.

–¿Eh? ¿Qué pasó?

–Desde que salimos de mi mundo oscuro no reaccionabas, tenías una mirada perdida, ¿Qué te ocurre?

–Oh… no es nada, solo que…

–¿Solo qué?

–¡¡AAAHH!! ¡No es nada solo olvídalo!

–Hum, bueno al caso, conseguimos salir del lugar, ahora nos encontramos en la parte trasera del almacén, mientras te encontrabas en shock me percaté que un grupo de personas acaba de entrar al almacén, quédate aquí, iré a investigar.

–Voy contigo.

–¡¡No!!, así como te encuentras no, espérame aquí… no tardo.

Se fue sin decir absolutamente nada más, me sentía inútil, tenía un cúmulo de sentimientos y una frustración que no era normal, no sabía qué hacer, quería golpearlo todo, pero no es como si eso solucionara algo. Pensé durante un rato, recordé el momento donde el alma del hada salió del cuerpo de aquel sujeto, de eso me surgieron varias interrogantes, ¿Por qué me agradeció?, ¿Por qué estaba contento de que matara a su compañero?, muchos de sus hermanos murieron a manos de ese tipo de la peor forma posible, esa hada tuvo que ver como su compañero cometía cada uno de sus enfermos actos, debió sufrir, ¿Por eso me lo agradeció?, ese sujeto… ¿Merecía morir?, fue lo que pensé, pero de inmediato me intenté corregir.

–No, no, no… yo no soy así, no importa los actos, nadie merece morir, nadie debería sentirse bien por la muerte de alguien… nadie– Comencé a llorar –Si es así, ¿Por qué me siento tan aliviado de que ese sujeto haya muerto?... ¿Por qué?

No tenía respuestas a mis preguntas, mis sentimientos eran confusos, no lo tenía nada claro, solo se, que me dolía la muerte de todas esas hadas y me alegraba que ese enfermo haya encontrado el infierno. Mientras me limpiaba las lágrimas, Celia apareció del suelo diciendo que tenemos que irnos de inmediato, que luego me explicaría los detalles, no tuve de otra, me levanté y salí corriendo junto a ella de aquel lugar, luego de alejarnos lo suficiente, caminamos hasta llegar a un pequeño pueblito.

–¿Dónde estamos? – Pregunté con una voz decaída.

–En un pueblo pequeño llamado Loneliness, estamos a un kilómetro antes del centro de la ciudad de Crying.

–¿Y qué hacemos aquí?

–Son exactamente las 2 de la mañana, nuestra resistencia no es eterna, si caemos cansados tendremos que acampar en las llanuras o en las zonas boscosas, pero es arriesgado, en el día será sencillo que nos descubran, y si nos ven por esas zonas nos intentarán detener a cualquier costo, por lo tanto, lo mejor es sentirnos parte de la ciudad y de sus habitantes, pasaremos la noche en un mini hotel si se le puede decir así, se encuentra cerca de dónde estamos, cuando lleguemos te diré toda la información que conseguí recopilar.

Minutos después conseguimos llegar al hotel, era una casa de madera muy simple, pasamos y nos atendió un anciano de muy avanzada edad, fue amable, no nos preguntó siquiera nuestros nombres, solo nos pidió que le paguemos para recibir una habitación, me pareció un poco extraño, pero nos facilitó el ocultar nuestra identidad, pagamos y sin mucho más nos encerramos en nuestra habitación.

–Que cansancio, me iré a dar una ducha, que no se te ocurra espiarme o te mato– Dijo Celia con la misma mirada seria de siempre.

–No lo haría, te espero para poder hablar.

–Huummm… mejor adelantemos la charla, ¿Qué te ocurre?, ¿Tanto te afectó la muerte de ese don nadie?, solo era un enfermo.

–No se trata de eso…

–¿Entonces?

–No sé si estás al tanto, pero si muere un portador del hada, el hada dentro de este también muere…. yo… la maté.

–Lo sé, pero no fue tu culpa, es decir… él no dejó segunda opción, eras tu o ese enfermo, cazas o eres cazado, así de simple.

–No quiero formar parte de esa ideología, yo no soy así.

–Puede que no, pero… aunque no lo quieras cambiarás, vivimos en un mundo donde te adaptas por tu cuenta o el mundo te cambiará a la fuerza, llegará tarde o temprano.

Apreté el puño manteniéndome sentado en el filo de la cama.

–¡Escúchame líder!, entiendo que te has de sentir frustrado, no quieres aceptar la realidad del mundo, quieres tener fe en que hay otra forma de que el egoísmo humano no llegue a tales extremos, pero es inútil, como lo viste hoy, esa montaña de cuerpos es una pequeña fracción de todo lo que oculta el mundo, hay cosas aún peores detrás que quizás nuestra mente no pueda procesar, mientras el egoísmo humano siga existiendo, siempre habrán personas que velen únicamente por sus intereses, placeres y objetivos, aunque tengan que matar lo que para ti es importante.

–Pero…

Interrumpe.

–¿Quieres salvar a tu hada no es así?, debes tomar una decisión ahora, porque si sigues con esa mentalidad terminarás quebrándote tarde o temprano, no puedes salvar a nadie sin antes destruir lo que ocasionó tal acción, ¡Líder escúchame!, el mundo es cruel… oscuro, solo existe una forma de no ser devorado y es… devorándolos.

–Odio admitirlo, pero… tienes razón, aun así, ¡¡Me niego a aceptarlo!! – Me puse de pie –¡Vine aquí para salvar a mis amigos, no para asesinar a toda una familia, aunque sean inhumanos, aunque sean lo más cercano a un monstruo, si está en mis manos no los mataré, no cometeré el error que Lyna se cansó de ver una y otra vez en otros planetas! – Coloqué mi mano en mi pecho –¡¡El mundo no me cambiará, yo cambiaré al mundo!!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.