Una verdadera familia

La batalla había concluido con una victoria por parte nuestra y pese haber ganado, tenía una sensación muy amarga, creo que ninguno de nosotros nos esperábamos que la familia de Nash sea partícipe de los actos que presenciamos, los secuestros junto a los asesinatos Melisa y Tala lo tenían bien presente, pero cuando Celia y yo decidimos contarles los sucesos ocurridos en el almacén y el asesinato que tuve que cometer, sus expresiones fueron de frustración absoluta, Nash no podía vernos a los ojos, no obstante, hizo algo que nos dejó impactados.

–¡Lo siento! ¡Todo esto es mi culpa!

–No tienes por qué disculparte, las muertes y los secuestros no son tu culpa– Fue lo que dije siendo sincero.

–Debo hacerlo ya que ¡Es mi responsabilidad!… pese a que odio a mi padre y a cada uno de mis hermanos, no dejan de ser mi familia, no dejo de tener su apellido… todas las hadas que fallecieron junto a sus portadores, es mi responsabilidad, no fui capaz de detenerlos… ¡¡Yo dejé que se apagaran todas esas vidas!!

–De verdad te digo que nada de esto es tu culpa, además... ese apellido no demuestra lo que eres como persona, hasta el momento, solo seguías órdenes de tu padre, quizás incluso te ocultaba información ya que seguramente él sabía que, si te decía sus planes, te opondrías por completo, eso te diferencia de ellos, aunque tengas su apellido, no tienes que cargar con todos sus errores.

Interrumpe Celia.

–Es como dice el líder Even, no es tu culpa amor, además… tenías miedo ¿No?

–¿Miedo? – Pregunté inconscientemente.

Nash desvió la mirada quedándose con una expresión extraña, le pregunté qué es lo que le ocurría, a lo que con un suspiro dijo, “Supongo que tendré que decírtelo”.

–Mi padre, aquella ves que discutiste con él, yo quería dejar el trabajo de asesino, sin embargo al verte vio la oportunidad perfecta para amenazarme y chantajearme, sabía que si me seguía negando iría a por ti, además no quería que te enterases de esto por miedo a que me odiases, por ello le dije sin pensarlo que continuaría con el trabajo, pero… cuando llegó aquella noche donde te vi moribundo en el suelo, me asusté demasiado, pensé que era imposible que sea mi padre ya que me prometió que no te haría nada siempre y cuando no dejara el trabajo, fui ingenuo, cuando Melisa mencionó que faltaba tu hada entendí todo, recordé una reunión que tuve con ellos hace dos meses donde dijeron que estaban trazando un plan para conseguir respuestas sobre el poder de las hadas, pero nunca se me pasó por la mente que irían a por tu hada, me enojé tanto que solo quería matarlos a todos en especial a mi padre por romper su promesa.

–Nash tu…

–En un principio no quería que te entrometieras en esto ya que si lo hacías terminarías muerto, pero como dije, fui ingenuo, a partir de esa noche me prometí a mí mismo que ya no me dejaría chantajear, ahora sé que no cumplirá su palabra, ¡¡Por ende lucharé!! ¡No me importa si debo enfrentarme a todo el mundo, nadie tocará a mi verdadera familia otra vez, no pienso dejar que me arrebaten nada, juro que no los dejaré morir, aunque muera en el proceso! ¡¡Los protegeré!!

Me acerqué a Nash y colocando mi puño en su pecho le dije.

–¿Somos amigos verdad?, no es justo que solo tú quieras protegernos, ten por seguro que, si estas en peligro te iremos a salvar, además... recuerda esto bien en tu cabeza idiota, no importa lo que hayas sido en el pasado, en la actualidad tú, velas por el bienestar de los demás, eres una gran persona, por eso, jamás te juzgaré, te aceptaré como lo que eres, mi mejor amigo y miembro de mi familia, al fin al cabo, nuestros lazos son igual o más fuertes que el de una familia– Sonreí.

En eso sin decir ninguna palabra o darle algún tipo de explicación, Celia y Melisa abrazaron a Nash mientras que Tala veía a la distancia sonriendo.

–Ustedes son de lo peor, ¡¡Odio ponerme sentimental maldición!!– Empieza a lagrimear –¡¡Gracias!!, ¡¡Se los agradezco mucho!! – Llora perdidamente.

En todo lo que llevaba conociendo a Nash, nunca lo había visto sonreír así, peormente llorar de felicidad, realmente me llenaba el alma y el corazón ver esta faceta suya. Por otro lado, Liam se había puesto de pie y se dio media vuelta dirigiéndose al laboratorio donde había estado encerrada Lyna, anduvo en un ordenador por unos pocos minutos hasta que pudimos observar como todos los contenedores se vaciaban y las personas lentamente despertaban, claramente esta gente no entendía nada de lo que estaba pasando, por lo que Celia volvió a darles a esta gente el mismo mensaje que le dio a las personas secuestradas del camión, “El empresario Derrick que a su vez es director de la universidad de magia, fue el responsable, daremos un mensaje desde el anonimato, expondremos sus atrocidades, espérennos hasta entonces, haremos que se arrepienta”, son las palabras claves que Celia quería que estas personas guardasen en su memoria. Luego de unos minutos, Liam le proporcionó ropa a toda esta gente y procedieron a irse, ya solo nos quedaba decidir lo que haríamos con los 3 enemigos que derrotamos.

–¿Qué haremos con estos? ¿Los matamos? – Preguntó Tala

–No, no los mataremos– Respondí.

–¿Por qué? – Preguntó nuevamente Tala.

–No quiero tener que repetir la misma cadena sin sentido que Lyna le tocó presenciar, por ende, si vamos a realizar un cambio, que sea desde ahora dejándolos vivos.

–Pero ¿Acaso tu no…

Interrumpo.

–¡Lo sé, los odio! realmente pienso que estarían mejor muertos que cualquier otra cosa, pero no quiero que ninguno de nosotros nos convirtamos en los mismos monstruos desalmados que actúan pensando que están haciendo lo correcto, sé que estos lastimaron y mataron a mucha gente, pero si los matamos, ¿No estaríamos repitiendo sus mismos actos?

Todos se quedaron en silencio, no fue hasta que Celia decidió hablar.

–Si no hubieras estado aquí, creo que sin dudarlo ya los habría matado, sin embargo, creo en tus palabras y en la fuerte conexión que tienes con tu hada, te lo dije antes ¿No?, aunque tus palabras no lleguen a todo el mundo, tú ya cambiaste mi mundo amigo.