Hada de hielo

Padre de las hadas

Llegando a la ciudad de Crying nos dirigimos de inmediato a la ciudad de Loneliness, Nash nos ayudó comprando ropa del lugar para estar en un constante cambio y así no ser reconocidos, después de ver un poco los alrededores decidimos separarnos y volver a este mismo punto al anochecer, puesto que a estas horas de la mañana había una seguridad muy grande e ir de inmediato a las llanuras sería una decisión suicida. Nos separamos, Tala se fue solo, Celia con Nash y por último Melisa, Lune, Lyna y yo acordamos ir juntos.

No me había dado cuenta antes, pero Loneliness a comparación de Crying es bastante rural, prácticamente es una pequeña ciudad rodeada de bosques y llanuras grandes, el canto de las aves era hermoso y el viento que golpeaba mi rostro suavemente se me hacía relajante. Llegamos a un lago turístico de la zona, Melisa quedó maravillada viendo la abundante cantidad de peces que había, parecía una niña pequeña y Lyna solo le seguía el juego, verlas a ambas sonreír me ponía extremadamente feliz.

–¿Ocurre algo Even? – Preguntó Lyna

–Oh nada, solo pensaba en lo mucho que me alegra verte sonreír…. además, parece un sueño, pensar en todo lo que pasamos para llegar hasta aquí me parece irreal.

–Ahora que lo mencionas es verdad, pensar que hace unas horas teníamos una mezcla de emociones muy fuertes– Dijo Melisa para enseguida colocar su mano en el pecho –De hecho, aun siento esas emociones, recordar todo lo que vi ayer y considerar todo lo que escuché de ti de ese almacén, me hace creer que, así como eso hay muchas otras cosas que permanecen ocultas en el mundo, siento que vivo en un mundo lleno de mentiras que lo único que importa es la apariencia.

Lyna y yo le quedamos mirando.

–¡¡No me miren así!!, ¡¡Me hacen dar vergüenza!!– Se tapa la cara.

–Tranquila…– Me apoyo a una barandilla –La verdad es que tienes razón, si lo miro desde tu punto de vista, vivimos en un mundo que prioriza las apariencias, lo que hace que nademos en un mar lleno de mentiras con el fin de proteger una imagen.

–Eso pasa en todos los planetas, ustedes no son la excepción– Dijo Lyna.

–¿En serio? – Preguntó Melisa.

–Así es, aunque no tengo recuerdos de mi antigua vida, los registros de mis logros indicaban que todo era así… engaños, mentiras, apariencias, egoísmo y preferencias es lo que abunda en una innumerable cantidad de planetas, esto hacía que se genere un sentimiento de odio entre la propia especie ocasionando su propia destrucción, recuerdo ciertas palabras que dijo el creador, “No importa que arma le des a los vivos, mucho menos importa si es una bendición o una maldición, si en su mente habitan deseos negativos, usará lo que sea que le des para destruir su entorno y complacer sus deseos”, pasa lo mismo con nuestro poder, no importa la especie que ayudemos, si en su corazón está en hacer el mal, lo hará.

Interrumpe Lune.

–Por eso el creador decidió poner las restricciones y permitirnos usar con total libertad nuestra habilidad de sentir emociones, así nos aseguramos de dar nuestro máximo poder a las personas correctas y que estas sean las que dominen en su especie, es el cambio que nuestro creador quería lograr y parece que está resultando.

–Huumm… cuando Lyna me habló de su creador y de cómo llegaron a nuestro planeta, me dejó pensando en muchas cosas, ¿Qué clase de persona es su creador?, las crearon con el fin de ayudar a otras razas, pero ¿Con qué objetivo?, ¿Qué gana él con esto? – Fue lo que dije.

Lune se había quedado pensando, tenía una expresión de duda absoluta, sin embargo, Lyna suspiró y dijo.

–Lune, aunque no sepamos la respuesta, creo que debemos al menos decirles nuestra opinión– Dijo Lyna mientras volaba al hombro de Even –La respuesta bajo nuestro punto de vista sería, darnos una vida.

–¿Una vida?

–Hasta donde sé, los registros archivados indican que somos un mero accidente de hace millones de años atrás, realmente íbamos a ser una fuente de energía infinita, pero algo salió mal en todo el proceso y esa energía se partió formando almas que con el tiempo tomaron una forma, nos nombraron hadas espirituales– Mira al cielo –Aunque esté escrito que fuimos usadas en un principio como armas, él nos sacó de ahí, no lo recuerdo, pero debimos de haber sufrido demasiado… por eso el simple hecho de que nos mande actualmente a proteger a especies débiles, es algo de lo que estoy sumamente agradecida, nos dio la oportunidad de vivir una vida, conviviendo con otras especies y aprender de sus errores, en pocas palabras aunque no estoy del todo segura– Sonríe –Lo que quería, es darnos una vida llena de emociones.

Me quedé sin palabras, pensando que este señor de verdad, es una buena persona.

–Quien sabe… mediante sus acciones lo podemos ver de esa manera.

–¡¡No husmees mis pensamientos sin permiso Lyna!!– Dije avergonzado.

–Lo siento, lo siento– Sonríe riéndose ligeramente –El creador… era alguien extraño hasta donde recuerdo, estuvimos cierto tiempo vinculados a él, y de verdad nos veía como sus propios hijos, no sé porque tenía ese tipo de sentimiento por nosotros, pero respondiendo a sus sentimientos, lo comenzamos a ver como nuestra figura paterna.

Cada vez me dejaba sin palabras, pese a que no saben casi nada de la persona que los creó, solo tenían presente sus vínculos, no les importó el pasado de su creador, ni sus objetivos, solo veían el amor que les dio todo el tiempo y se mantienen agradecidos con él por darles la oportunidad de vivir distintas emociones, más que un creador, lo ven como su padre real.

–Por cierto, Melisa– Dijo Lyna mirándola.

–¿Qué ocurre?

–No sé si te lo dijo Lune, pero nosotros antes podíamos revivir.

–¡¿Enserio?! ¿Y qué paso?, ¿Ya no pueden?

–El recipiente de almas ya no existe por eso ya no podemos revivir– Intervino Lune.

–¡Correcto! ahora que nuestro punto de retorno ya no existe, si ustedes mueren nosotros también lo haremos por los lazos que nos unen, por ello, tanto para ti como para Even les tengo que pedir que nos cuiden con todo su corazón– Dijo Lyna sonriendo.




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