En el club de atletismo las cosas iban de maravilla.
Personas cayendo, rodando y casi matándose tratando de superar las dichosas vallas del demonio.
Aunque había algo que desentonaba en ese sufrimiento oh sí, el miembro del club de voleibol entró casi corriendo hacia una persona en específico.
Su novia y futuro salva vidas.
La chica dejó de lado los estiramientos y tomó de la mano al chico, ya creía saber por dónde iba la cosa.
Se giró hacia la presidenta del club pidiendo permiso con la mirada, ya casi todos estaban acostumbrados a la interrupción de dicha jirafa.
Name lo jaló del brazo tratando de alejarse del área de los clubes.
——¿Yaku dijo que podías descansar?——aunque ya sabía la respuesta le preguntó de todas formas, era divertido ver al ruso tratar de inventarse una excusa.
——No exactamente——un grito hizo que los dos dejaran de caminar momentáneamente.
Como si estuvieran en una película de terror, tuvieron miedo de mirar hacia atrás y comenzaron a correr.
Casi se llevan por delante al subdirector que pasaba por ahí.
Pero eso ahora no importa.
En otra ocasión hubieran reído, pero teniendo al demonio Yaku detrás de ellos echarse a reír en una situación como esta era como desear la muerte.
Bueno, puede que exagere un poco.
——¡Traiganlo ante mí, que su corazón lata, por ahora!——Name solo pudo mirar hacia la cara de Lev.
Estaba más pálido de lo usual.
——Yaku, cállate.
——Calla tú Kuroo.
——Quiero irme a casa——Kenma pasó justo al lado de ellos, si los vió solo los ignoró.
Y si los vió, realmente no le importaba.
——¿Qué demonios hiciste cariño?
——Solo fui yo mismo
Oh, eso lo explica todo.
——Entremos aquí, rápido——señaló donde pocos segundas antes había salido el conserje.
——No creo que puedo entrar ahí.
—Solo agacha la cabeza y entrarás perfectamente...creo——no perdían nada con intentarlo.
Si podía hacer ese proceso con toda su ropa amontonada en el armario ¿Por qué no intentarlo con tu novio?
Por milagro si pudo entrar, pero obviamente el espacio no era muy acogedor.
——Lev Haiba deja de manosearme.
——No soy yo...——Name tanteó el objeto que estaba rozando su trasero.
Era largo y duro.
——Maldita escoba, largo——con un manotazo mandó a la escoba al plano celestial.
Es broma, la escoba se estrelló contra el piso, lamentablemente Yaku iba pasando justo en ese momento.
——Oh, Oh——el ruso-japones se aferró a la cintura de Name y aguantó la respiración cuando tocaron la puerta.
——Si estás ahí adentro es mejor que salgas, no te haré nada.
Cualquiera que conociera a Yaku cuando está enojado, sabría que esas palabras no eran ciertas.
Mejor no salgas Lev, si aprecias tu vida, no salgas.
——Ya vámonos, tarde o temprano Lev volverá a practica.
Y es así gracias a Kuroo, que la vida de Lev estaba asegurada.
También gracias a él, Name pasó casi toda la tarde con él.
Hasta que Yaku volvió a retomar la búsqueda del león perdido y se lo llevó arrastrando cuando lo encontró.
(…)
——¿Por qué no puedes caminar bien?
——No quiero hablar de eso Name-san——de solo recordar que duplicaron su entrenamiento un frío recorrió su columna.
——¡Lev Haiba!
Un grito retumbante se escuchó detrás de la pareja recién llegada.
—¡Acabo de llegar, no sé nada!
El profesor que le iba a avisar sobre su cuaderno que había caído al piso se sobresaltó ante el grito.