Ya habían pasado varios días desde el último show que habían montado los hermanos Miya.
Había mucha paz y tranquilidad, eso no era nada bueno.
Name tenía planeado salir de la sala común para ir a probar algunos dulces con Nishinoya y Hinata, aunque cuando iba saliendo de la sala común escuchó la conversación que tenían Osamu y Atsumu.
--Las personas que no pueden golpear mis pases no son más que calienta bancas--echó un vistazo desde detrás de la pared, viendo si era seguro salir con esos dos por ahí.
Atsumu y Osumu estaban frente a frente, el primero tenía una mirada desafiante.
Osamu parecía estar cansado de escuchar esa frase por décima vez en el día.
--Tsumu, no sé si estás hablando de ti o de mí--conocía muy bien como eran esos dos, de seguro estarían como siempre en unos días.
Era mejor no interferir a menos que tu nombre y apellido sean Shinsuke Kita o Estúpido masoquista.
--¡Agh!--al ver qué su gemelo se daba la vuelta y se iba quién sabe a dónde, Atsumu tenía planeado volver a la sala común.
Name por alguna razón desconocida entró en pánico y corrió a toda velocidad hacia un sofá de la sala común y se sentó rápidamente.
Pero no estaba en sus planes que Atsumu se sentara justo al lado de ella cuando entrara.
--...¿Por qué estás aquí?--los dulces de la pelirroja fueron arrebatados de las manos por el jugador de Quidditch, Atsumu Miya.
--Osamu dejará el Quidditch--luego de consumir la mayoría de los calderos de chocolates se dignó a responder.
--Ah si, había escuchado algo así por los pasillos..
No era secreto para nadie que el dúo Miya tuvo un gran conflicto en el Gran Comedor, se gritaron de todo los insultos que existen y hasta los que no habían sido inventados...hasta ese día.
Solo la "pelea" términó cuando llegó Shinsuke Kita, una sola mirada bastó para calmarlos.
--¿Cómo se atreve a dejar el Quidditch?--esta vez dejó en paz los calderos de chocolate, para luego pasarse a tragar las ranas de chocolate.
Saca de la caja, le arranca la cabeza, tira el cromo, saca de la caja, le arranca la cabeza, tira el cromo...
No sabía el por qué, pero se compadeció de las pobres ranas decapitadas.
--¡Le demostraré que me divierto más que nunca y se va a arrepentir de haberlo dejado y se lo restregaré en su fea cara cuando sea un viejo amargado!
¿Eres consciente de que tienen la misma "cara fea"?
Sin dejar que la chica dijera algo se levantó de la sala común y salió de las mazmorras en busca de Osamu, otra vez.
--Creo que mejor voy buscando a Kita-senpai--la joven pelirroja se fue levantando lentamente para luego correr hacia donde fuera que estuviera el Prefecto de Slytherin.
(...)
--Bueno ahora me encargo yo de este par de brutos, nos vemos--el Prefecto tenía las manos ocupadas arrastrando a los Miya así que solo asintió con la cabeza en señal de despedida.
--...Siento que me olvidé de algo--la chica giró por el pasillo y tiró la basura de los dulces en uno de los contenedores de basura en los pasillos.
Luego de haber tirado la basura miró el contenedor como si fuera el mismísimo Señor Tenebroso resurgiendo de entre los muertos.
--¡Por los calzones de Dumbledore!--justo cuando gritó eso los estudiantes que salían del aula de encantamientos se le quedaron mirando de manera extraña.
Aunque de fondo se podía escuchar una risa extraña.
De seguro era Kuro.
--¡Me olvidé de Noya y Hinata!--ignorando todo lo demás salió corriendo a toda prisa hacia las orillas del Lago Negro.
Varias veces se tropezó con la túnica, sin embargo llegó al lugar de encuentro.
Sin dulces que comer, pero llegó.