Halia

V

Abrí la rendija muy despacio por que chirriaba como si hacía mucho no era abierta o quizá el frío la tenía así.
Lo que vi fue un mini pasillo donde solo cabía si me ponía en posición de gatear.
Me di cuenta que es un tubo de ventilación ya que está calientito y se ven rendijillas a los lados.

Algunas no tienen luz y otras sí, caminé despacio por aquí mirando hacia la rendija que brillaba más y se escuchaban quejidos cada vez más claros.
Cuando me detuve en la rendijilla me di cuenta que eran los quejidos que hacía Andrea y por un momento me asusté de pensar que quizás la vería con su juguete pero lo que vi no me lo esperaba.

Estaba el Dr. Prakash con el pantalón abajo, una chica con el cabello rojizo en su escritorio y sin ropa.
Vi un tatuaje en su trasero, un tatuaje de una águila.
Estaban teniendo relaciones sexuales en la oficina del Dr en donde siempre voy, me dio náuseas de pensarlo.
Cuando la chica mira hacia un lado y gime caigo en cuenta que es Mónica y hago un ligero quejido de asombro.

Veo cómo el Dr. Prakash comienza a penetrarla más rápido mientras le agarra de la cintura y voltea a ver por la rendijilla.
Por un momento retrocedo y me asusto creyendo que me vio pero luego recuerdo que no puede observarme y vuelvo a observar.
Tengo que aceptar que hace mucho no tengo relaciones con nadie y esto es lo más parecido a una vida sexual en mi situación.
Veo todo hasta que el se detiene y Mónica tiene espasmos de placer.

Iba a dejar de ver hasta que me percato que trae un artefacto azul, uno que Andrea estaba buscando, Mónica se lo quita de su parte íntima y lo pone sobre la mesa.
Eso me molesto y a la vez me alivia, ya que por lo menos no lo tiene una enfermera o peor aún, Beatriz.
Por otro lado, significa que entró a nuestra habitación y quién sabe qué más tomaría.

Me regreso rápidamente y cierro la rendija con cuidado poniendo todo como estaba.
Cuando encontré la puerta del cuarto, salí y fui a donde estaría Andrea hasta que siento una mano que me jala hacia adentro de un salón.
Casi grito hasta que veo a una Andrea bastante molesta.

-¿Qué pasó? Susurro.

-Pasó que me abandonaste y no encontré a mi novio.
Dice seriamente.

Algo dentro de mi se retuerce al saber que no puedo decirle la verdad, no hasta que hable con Mónica.

-Que mal Andrea pero tuve que irme porque alguien venía y no supe qué hacer.
Digo apenada pero no necesariamente por haberme ido.

-Está bien, el chiste es que no nos vieron y parece que Beatriz no lo tiene.
Dice ya más tranquila.

Yo solo asiento en silencio.

-Vámonos antes de que nos encuentren, Hal.

 

 

 

 

 

 




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