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Me senté en la camilla del Dr., mientras lo observo ir a su escritorio y escribir rápidamente en su computadora, no digo nada, solo empiezo a observar su oficina.

-¿Por qué te dieron el listón negro?¿Que pasó?

Su voz ronca me trae de vuelta a ese momento y me rasco la ceja sin saber qué decirle.

-Simplemente me lo dieron por  rumores, pero en sí no hice ni pasó nada.

Despega su mirada de la computadora y me observa entrecerrando los ojos un poco luego vuelve su concentración a su computadora.

Sé que no me cree, nadie me cree.

Ha pasado una semana en la que no he podido descansar de la mirada de todos y sobre todo de los profesores, ya que este listón significa un muy mal comportamiento, en esta escuela existen tres colores, el azul que normalmente usamos, el amarrillo de que no cumpliste con alguna regla o algo de ese tipo y el negro significa que has hecho algo muy muy malo, como golpear a un profesor o a alguna compañera o escaparse y es por ello que si te ponen este listo significa que todos deben tener cuidado contigo.

Una parte de mí se siente aliviada porque Mónica no sen me acerca y las demás ni siquiera me voltean a ver después de no creerme que no hice nada, así que hago las cosas con un poco mas de libertad pero a la vez harta de traer el listón cuando no he hecho nada.

Las vacaciones de invierno comienzan mañana, yo no iré a con mi familia pero la mayoría de chicas sí, así que se siente  esta noche la emoción de salir de aquí.

Por la mañana, los pasillos están solos, nadie camina por ellos, cuando entro solo veo a dos chicas que son mas grandes que yo y que no suelen hablar con nadie mas que con ellas mismas.

Tomo mi desayuno tranquilamente sabiendo que no hay clases por las tardes, las profesoras también tienen descanso, así que solo se quedan algunas enfermeras, paso la tarde completa en el patio central, pintando lo que sea que se me venga a la cabeza, hasta que recuerdo aquella puertita bajo mi cama y me quedo viendo a un punto fijo con el pincel manchando mi falda de uniforme, mil dudas llegan a mí mientras empiezo a sentir que copos de nieve caen en mi mano y los veo fijamente dándome cuenta la hermosa figura que se crea, así que me pongo a pintar ese copo, con todos esos picos y reflejos, hasta que se me cae el pincel de la mano que ya estaba entumida de tanto frío, en ese instante escuché una voz femenina acercarse.

-Tienes que ir adentro Halia, aquí hace mucho frío y ve tu manos, niña, te vas a congelar.

Veo mis manos y están rojas y las cierro un poco para recuperar movilidad. Me pongo de pie y trato de recoger mis cosas pero la enfermera me dice que ella lo pondrá dentro para que no t6enga que mañana sacarlo, así que me voy directo a la cama.

Hoy no hay terapia con el Dr. Prakash, así que me relajo mientras espero mis pastillas de la enfermera, así que ella las trae mas temprano que los demás días pero imagino que ellas también quieren descansar. Me las tomo y cierro la puerta con llave, vuelvo a la cama y recuerdo la puerta bajo mi cama, así que me dedico a mover la misma con cuidado de no hacer mucho ruido.

Cuando logro mover la cama apenas es suficiente para ver por completo la puertita, sin mas la abro y solo sale un olor a húmedo y tierra. No se ve nada mas que oscuridad así que saco una lamparita chiquita de mi mesita de noche y cuando aluzo veo unas mini escaleras que llevan hacia abajo sin que se vea el fondo.

Sin pensarlo bajé los escalones que al parecer son de madera mas no se sienten húmedos, cuando llego abajo, me doy cuenta que es un túnel, las telarañas se pegan a mi cabello mientras camino derecho y poco a poco se pone mas oscuro y húmedo, causándome frío, estaba dando los últimos pasos y lo que vi me dejó anonadada sin saber si gritar o correr.

¿Es lo que creo que es?

La cabeza de alguien con la boca abierta y los ojos salidos, es un chico rubio, cuando logro darme fuerzas para no correr, aluzo hacia mi izquierda y en efecto no tiene cuerpo, pero eso no es lo peor.