Halia

XVl

Tengo mas de un año en este internado, portándome bien, siendo buena compañera y una ejemplar estudiante, tomo mi medicamento como debe de ser, tengo una amiga y evito los problemas.

Un suspiro salió de mi mientras cierro la puerta de mi habitación, las cosas comenzaban a formarse en mi cabeza. Todas esas enfermeras que hablaban en susurros, el hecho que todos saben mi nombre, mis pastillas extra, mi dibujo de la cruz y la reacción de la enfermera, Mónica y su extraño comportamiento, que me hayan cambiado de habitación.

Mi ceño se frunce, ya estaba llevando una vida normal y ahora me siento involucrada en algo que no alcanzo a comprender del todo, mi primer objetivo es sencillo: Hassan.

Mi cerebro comenzó a formular el cómo hacer que Andrea de la idea de encontrarnos con Hassan, que me "obligue" a ir y me deje sola con él. Será sencillo, Andrea es muy despistada a veces.

Desayuné en silencio mientras comienzo a observar de nuevo a chica por chica ¿Por qué se ven tan normales y relajadas hasta que yo me acerco?

Las clases continuaron como lo normal, le pedí a Andrea que si me traía algo que quisiera que pintara para ella, se puso feliz ya que lleva tiempo pidiéndolo y simplemente nunca lo hice, así que ella trajo uno de sus libros favoritos, nos sentamos en mi banca de cemento habitual y comenzó a contarme sobre su libro y su personaje favorito, yo recuerdo haber leído sobre él pero como Andrea me lo describe, es como si fuera un Dios guapísimo.

Aproveché su emoción.

-¿Por qué si te gustan así y andas detrás de tu amigo?

Me levanté y caminé hacia mis cosas para pintar. Ella me sigue mientras yo tomo mi pincel favorito y me siento frente a mi lienzo.

-No ando detrás de nadie Hal, Alan es un amigo.

-¿Que se besan? 

Dije riendo un poco

-Exacto y gracias a ello, es que obtengo a mis novios gratis.-Reí negando mientras dejo mi pincel cerca y tomo un lápiz comenzando a trazar la figura de un cuerpo -Hablando de eso- se pone al lado del lienzo de manera que si giro la mirada la puedo ver- Habrá otra reunión y antes de que digas cualquier cosa, no estará Dylan.

-Que te diviertas.

Dije fingiendo indiferencia.

-Nos divertiremos Hal, porque no habrá motivo para que me niegues otra salida.

 -No tengo ganas.

Comencé a con una regla comenzar a hacer líneas verticales y horizontales sobre el boceto. Sabía que entre más me negara con Andrea, más oportunidades habría de ir.

-Nunca tienes ganas de nada, quizá tengas miedo por lo de la última vez, pero te prometo que no pasará nada.

-No es por eso, simplemente no tengo ganas de desvelarme.

-Perfecto, pasaré por ti cuando ya todas se duerman-Su cara refleja una sonrisa victoriosa- Te dejo Hal, iré a dormir.

Con eso se fue sin más a tomar su siesta, dejándome en el patio central terminando el boceto, son pocas las chicas en el patio, así que con tranquilidad sigo hasta terminar para después irme a seguir con las clases con normalidad.

 

 

 

 

Las clases fueron aburridas, la Profesora Félix de literatura francesa volvió a dejarnos actividades como si su vida dependiera de ello, la única que se quejó fue Mónica, las demás anotamos y salimos de esa que era la última clase del día.

Cada una se fue a su respectiva habitación, después de darme un baño, comencé a tomar unas medias que tenía y las amarré a mis muslos, después, puse mis cuchillos ahí, dejé mi cabello suelto para que se seque mientras llega Andrea por mí, pero sin olvidar una liga para agarrármelo cuando vayamos con los chicos.

Me vi en el reflejo, mi cabello castaño húmedo, pegado a ambos lado de mi cara como siempre pero hoy había algo más, mis mejillas están sonrojadas como si hiciera frío, pero éste poco a poco desaparece.

Escuché como tocaron la puerta y sabiendo que es la enfermera con mi medicamento, me pongo una bata sobre mí, rápidamente voy y le abro, me deja las pastillas sobre la mesita y se va, aprovecho que ya no vigilan si las tomo o no y las vierto en el baño y jalo la palanca. No más pastillas que me nublan la mente.

Hoy no hay sesión con el Dr., al parecer andan muy ocupados todos buscando el famoso Dolch, del cuál no tengo idea qué significa.

Me puse mis únicos pantalones de mezclilla que tengo y una blusa de manga larga negra. Después de haber esperado por un buen tiempo y de que las luces del pasillo se habían apagado, escuché tres golpes suaves atrás de la puerta, me puse de pie ya que me hacía descansando sobre mi cama con mi cuchillo en mano.

Junté la nota que hacía días había tirado y la guardé en un bolsillo de mi pantalón, caminé hacia mi buró y tomé mi gabardina, me la puse y me la abotoné hasta arriba para no dejar señal de que no traigo mi ropa para dormir y que Andrea no sospeche. Abro la puerta y está Andrea oliendo a perfume y con labios rojos, mi ceño se frunce al verla pero no digo nada, salgo de la habitación cerrando atrás mío.

Hicimos el camino habitual con mucho cuidado y escondiéndonos de cuando en cuando porque al parecer hay mas vigilancia que otros días, cuando por fin estuvimos en el pasillo del baño, pude recoger mi cabello en un chongo bajo. Después de recorrer los pasillos con mucho cuidado, llegamos al aula donde vinimos la última vez, tocó Andrea y abrió aquél chico que le dio su "novio" a Andrea y que al parecer se llama Alan, lo supe porque se volvió a presentar.

Entramos y mi estómago se contrajo de nervios cuando vi a Hassan sentado y recargado sobre una pared tras suyo, sentado como si estuviera muy seguro de sí mismo, mostrando cómo se ven sus músculos cuando se flexionan y mostrando un poco de su abdomen. Su vestimenta es una pijama pero esta vez con un pans gris con una camisa blanca con mangas gris. Su cabello desordenado le da un aire relajado.

Por estarlo observándolo no me di cuenta cuando Andrea estaba abrazada de Alan en una esquina y que solo éramos nosotros cuatro en la habitación.




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