Halliester Bay Academy (academia para chicos problemáticos)

5. Asesino psicopata saca tripas.

        —Listo —avisa Brooke.

       Me da la vuelta en la silla giratoria y me arranca la capa de donde cae lo que me quedaba de cabello. Brooke ha sido la estilista de la familia por mucho tiempo, es ella la responsable de que el cabello dorado de Janna parezca la cosa más costosa en donde sea que ella entre y de que siempre esté más combinada que un power ranger.

      Es una diosa, pero de todas maneras, cuando sé que ya estoy frente a mi reflejo, abro un ojo lentamente y después el otro. Con los tres pelos de mono que aún me quedaban no es como que se pudiera hacer demasiado, será un milagro si me queda más o menos decente.

      ¿Qué carajos?...

     He escuchado muchas veces sobre esta situación en la que vas a tu peluquera y le mencionas que necesitas un ligero corte de puntas, unos minutos más tarde, quedas peor que Dora la Exploradora.  Bueno, pues esto es pasarse dos pueblos de esa situación.

      La persona en el espejo no soy yo, más bien, es una versión masculina de mí y debo admitir que no soy exactamente mi tipo.

       Corto de atrás, un poco más largo de enfrente y de arriba, terminando en suaves ondas.

      Abro la boca un par de veces como para decir algo, pero termino atragantándome con mi propia saliva como la maldita retrasada que soy.

       —Oye Brooke ¿No había algo más…femenino? —empiezo.

     Ella hace una muequita, mientras me sacude los pelos de la ropa.

      —Pues…este es el que tu madre eligió. —parece confundida.

      —¿De verdad? —pregunto, ella asiente con toda seguridad—Genial, ahora soy algo peor que una adolescente puberta, un adolescente puberto.

       —Un adolescente bastante guapo, de hecho. —ella sonríe, acomodándome los mechoncitos de cabello de lado y lado.

     —Ah —reacciona—, también me dijo que te consiguiera uno de estos —menea algo en la mano, unos anteojos.

      Limpia los cristales con un pedazo de su camisón y luego me los pone.

       —Qué lindo eres —se ríe ella.

      —Ja, ja, ja, muy graciosa.

       —En enserio —confiesa—, bueno, tu uniforme está atrás, si necesitas ayuda solo me dices ¿bien?

       —¿Mi uniforme?...

 

════════ ∘◦♡◦∘ ════════

 

      —¡¿Me quieres explicar?!

    Cuando entro nuevamente al estudio de Janna está sentada en su silla y se da la vuelta misteriosamente. Todas las cortinas están cerradas y la única luz encendida es la de su lamparita de escritorio.

    La loca hizo esto a propósito, para darle más intriga al asunto. Después me preguntan que de donde saqué mi don para el drama.  

     Tamborilea los dedos sobre su antebrazo y medio sonríe al verme.

      —Te quedó perfecto —comenta, estudiándome de pies a cabeza.

     —Vamos por partes ¿bien? —agito las manos en el aire—, uno: ¿Qué diablos? ¿Por qué le dijiste a Brooke que me hiciera esto?

      —Dime Jorden ¿quieres otra oportunidad?

      —¿Me estás escuchando?

      —¿La quieres o no, Jorden Jones?

       —Me estás asustando mucho ¿quieres que te llame al loquero?

          Se me queda mirando con sus ojos verdes bien abierto, esta desequilibrada es mi madre y se atreve a quejarse de mi comportamiento.

          Pongo los ojos en blanco, suelto un resoplido.

          —Sí, sí quiero otra oportunidad —digo.

       Saca un papel rectangular de quien sabe dónde y lo levanta entre los dedos como si fuera la carta ganadora que ha estado ocultando hasta el final de la partida.  Da un golpe con el mismo papel sobre la madera del escritorio y después lo desliza hacia adelante.

        Al ver que no reacciono empieza a señalarlo con los ojos.

      Me acerco para tomarlo y hago un esfuerzo sobre humano para dar con las letras.

       —¿Quieres encender la luz? No veo un carajo —me quejo, un chasquido de dedos es suficiente para que toda la habitación se ilumine, dejándome ciega—Halliester Bay Academy —leo—esto es…

     —Tú última oportunidad —sube ambos codos sobre la mesa, juntas las manos y sobre ellas pone la barbilla.

      Echo un vistazo de lado y lado del folleto, y dentro un enorme emblema dorado. Hay fotos de chicos en el campus, todos bien parados, con cara de pocas amistades y con el uniforme que casualmente yo estoy llevando, también hay algunas fotos de las instalaciones.

      —Es una academia para…chicos —balbuceo para mí misma.

        —Sí

      De pronto todo empieza a cobrar sentido. No, no es cierto, nada tiene puto sentido.

       Lo que sí es definitivo es que se volvió loca.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.