Halliester Bay Academy (academia para chicos problemáticos)

26. El hijo bastardo del cadaver.

          Landon está sentado junto a Seth, luego de finalmente levantarse del suelo y hacer tremendo drama por nada. Me mira con ojos de cachorro atropellado mientras se frota la nariz, que por cómo van las cosas no creo que termine de sanar nunca.

          —Pues el chico encontró esto en los baños del segundo nivel —me cuenta Seth, levantando el pantalón manchado con un solo dedo e inspeccionándolo con un mohín en la cara—, y también la foto donde aparece uno de los hermanos Hardware.

         —Todos coincidimos en que eres idéntico a él —interviene Grayson, recargado de la litera, con los brazos cruzados.

         —Cierto —vuelve a hablar Seth—, y por eso al idiota de Landon se le ocurrió que era buena idea cobrar para que te vieran.

         —¿Por qué todos creen que pueden llamarme idiota, ah? —se queja Landon, haciendo pucheros.

        —Porque lo eres —respondemos todos a la vez.

         Miro la fotografía en mis manos y sentada con las piernas en mariposa sobre mi cama, me inclino hacia delante.

         —Pero es que no entiendo ¿Quiénes son los Hardware? y ¿Por qué alguien pagaría por verme solo por parecerme a uno de ellos? —pregunto con una mueca de genuina confusión.

         Antes de que alguien diga algo, se miran entre ellos, como si estuvieran esperando que alguno empezara a hablar y honestamente, la situación me desespera un poco.

        —Está muerto —suelta Liam, sin despegar los ojos de la computadora sobre sus piernas y sin darle la más mínima de las importancias a lo que acaba de decir.

        Junto las cejas.

        —¿Quién está muerto? —investigo.

        —¡Jonah Hardware! —salta Landon, con todo el entusiasmo que solamente puede venir de él.

         Grayson rueda sus ojos café.

          —Realmente no nos consta que esté muerto —corrige.

          —¡Lo está! Y ahora es un fantasma que deambula por los pasillos de esta academia —Landon se levanta y mueve sus dedos frente a mi cara mientras finge ser un fantasma o algo del estilo.

         —Aléjate de mí, enfermo —le gruño, él se vuelve a sentar junto donde estaba antes.

          Seth niega con una sonrisita en los labios.

          —Jonah Hardware era un antiguo estudiante estrella de esta academia que supuestamente murió hace como veinte años —empieza a contar Seth—, dicen que se suicidó la noche de graduación de su generación, se lanzó desde el faro de la bahía o algo así, por eso le dicen el fantasma de la bahía Halliester. Desde que llegamos escuchamos rumores sobre ese asunto, junto con el fantasma de los vestidores y el supuesto niño que mueve las cosas de su sitio y que espía por la ventana.

          —Como te pareces tanto a él Landon pensó que podría usarte como la prueba de que es real y así que los bobos le dieran algo de dinero. —habla Liam desde su litera.

         —Eres un idiota —Le digo a Landon, antes de procesar la información que me acaban de dar.

         —Se llama ser emprendedor —aclara Landon.

          —Tienes razón, tal vez yo empiece a cobrar para que te pateen en la cara —finjo una sonrisa.

        —Iba a compartir algo de mis ganancias contigo, tampoco soy un pesado abusivo —rueda los ojos.

        —Por supuesto que no —suelto con todo el sarcasmo que puedo. Más que un pesado abusivo es un tonto imprudente con menos criterio que un parásito, y hasta los parásitos cumplen una función.

         Landon me vuelve a sacar la lengua. Ni siquiera sé por qué pierdo mi tiempo discutiendo con él o enojándome por las tonterías que hace, cuando está claro que su coeficiente intelectual no le hace competencia ni a una roca.

        —Que este cretino haya hecho eso no es sorpresa —Grayson le pega a Landon en la cabeza, con una gran sonrisa burlona en los labios—lo realmente increíble es que seas idéntico a él, toda una coincidencia.

        —O tal vez no... —murmuro, concentrándome en la foto.

         Viendo la cara del tal Jonah se me hace un nudo en el pecho. ¿Por qué es que de pronto este tipo me sale hasta en la sopa? No soy muy de creer en señales, destino y esas cosas, pero sería una tonta si ignorara el hecho de que esto es absolutamente extraño e inusual.

        —¿Qué quieres decir? —pregunta Seth, que es el único que me está poniendo atención de momento.

         Me muerdo el labio y sopeso un poco antes de animarme a contarle.

         —Es que ayer...—empiezo, me inclino y rebusco en el bolsillo delantero de mi mochila, para sacar una de las muchas fotos que encontré en el cajón de Janna—, encontré esto en la recamara de mi madre.

         Extiendo ambas fotos hacia Seth, él las sostiene y las compara.

         —Son ellos —comenta luego de unos segundos.

         Liam finalmente hace su computadora a un lado por un momento y mira por encima de Seth desde la litera de arriba. Entre los dos se miran, mientras Landon y Grayson juegan a las paleas.

         —Son los hermanos Hardware —hablan Seth y Liam a la vez.

          —¿Ambos estas ahí? —pregunto curiosa, sentándome junto a Seth.

          Él asiente rápidamente, haciendo que su cabello oscuro se mueva. Señala a un chico junto al fantasma de la bahía Halliester, bastante parecido en realidad, ahora que me detengo a pensarlo, solo que sus estilos son bastante opuestos.

          —Este es Jonah Hardware, claro —señala al primero, al que en la foto abraza a Janna—, y este es Aarón Hardware, su hermano gemelo.

          —Ya veo —suspiro, analizándolos a ambos.

         Landon se escapa de las manos de Grayson para entrometerse entre nosotros.

         —¿Esta foto estaba en la casa del novato? —cuestiona, metiendo su cabeza entre las nuestras—¿No es esa Sor Beatrice? —señala a la chica pelinegra y una especie de bombilla se me prende en la cabeza, aquella chica de cabello oscuro que no había visto en otras fotos no es nada más y nada menos que Sor Beatrice, esa monja intimidante que siempre me mira con ojos de pistola.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.