Hamilton Princess

Capítulo 1

—Si tuvieras que describir a Ian con una palabra, ¿Cuál sería?

—¿Por qué me estás entrevistando?

—Porque me pagarán una fortuna por saber un poco más de la ex súper modelo, Victoria Hamilton —patee su pierna por debajo de la mesa. Hizo una mueca de dolor, haciendo que Verónica se riera de él—. Eres cruel...

—Y tú eres extremadamente molesto, Alex —le recordé, haciendo énfasis en "extremadamente"—. Te recuerdo que te invite para que conocieras mejor a Nicky, no para que me molestaras.

—Me invitaste porque mamá te obligó, no porque fuera opción tuya.

Descubierta.

Sonreí cuando Nicky balbuceó mamá, estirando sus brazos hacia mí. Sin pensarlo mucho, la saqué de su silla de comer y la senté en mis piernas, dejando que pellizcara mi plato con vegetales asados.

—Si no haces preguntas innecesarias, podré contestarte algunas —dije, dándome por vencida ante el aburrimiento.

— ¡Genial! —aplaudió y Nicky lo imitó, riendo.

Alex es mi primo favorito porque tenemos la misma edad, pasamos mucho tiempo juntos cuando los mayores hacían sus cosas de "mayores" y mamá y tía Alaska decían que parecíamos gemelos porque teníamos la mala costumbre de enfermarnos al mismo tiempo, por eso nuestros días enfermos la pasábamos juntos, haciendo nuestra relación más fuerte.

Además, no hay mucho que pueda hacer. Ian está de viaje en Nueva York y tengo que quedarme en casa porque hace poco que Nicky se recuperó de un refriado y no voy a arriesgarme con ella.

Extraño a Ian. Se fue hace dos días después de asegurarse que Nicky estuviera mejor y viendo que yo estoy "mejor". Han habido muchos problemas últimamente, como el reciente libro que Hollie publicó el cual fue mal visto por el público adulto. No me sorprendería si un día de estos Hollie decidiera dejar de escribir pero conociéndola, y conociendo a Zac, no lo dejará por mas que le de mil problemas.

—Tal vez debería llamar a Hollie antes —susurré, mirando mi teléfono que estaba lejos de Nicky por la seguridad de este.

—Hollie está bien, ya hablé con ella —alcé una ceja, no creyéndole nada—. Bien, mi querida hermana habló con ella antes de que saliera de casa.

—Y... ¿Qué dijo? —interrogué sintiéndome un poco mal por no haberla llamado.

—Siguen llegando las citicas de "¿Cómo una escritora de romance juvenil va a escribir un libro tan vulgar junto a otro escritor vulgar? Dándole un mal ejemplo a sus seguidores al hacerlos leer tanta cosa sucia" —le pasó un juguete a Nicky, logrando que se distrajese y dejara de intentar agarrar mi teléfono—, pero en un punto tendrán que entender que ella tiene todo el derecho de escribir lo que le dé la gana. Es una adulta, no una adolescente de trece años y aun así, todos tenemos la libertad de expresarnos como queramos.

—Yo no escribía erótico a los trece años —murmuré sintiéndome un poco mal al instante.

— ¿Y eso qué? —Soltó un bufido y se cruzó de brazos— La edad es un numero que cuenta los años que has vivido, no la madurez del cerebro, ni es una clasificación sobre inteligencia o un rango de "Si puedo- no puedo". A los trece años tu ya eras mejor que cualquier modelo de tu edad y hasta mejores que las mayores, a los trece años mi hermana hacía dibujos que parecían hechos por un artista profesional, Hollie ya tenía cinco best sellers, Zac conoció a la reina por descubrir un fraude de que se yo —se revolvió el cabello, claramente molesto con el tema. No hay nadie que defienda mejor el tema de las "pasiones" que Alex—. Tal vez no todos lo hacen con el mismo amor o dedicación, pero eso no quiere decir que sean menos capaces o que simplemente no tenga el derecho de hacerlo.

Muchos dicen que los Hamilton somos "los dioses griegos de la actualidad", eso no lo creo posible. Sin embargo nuestra familia está muy bien desarrollada en cuanto a las pasiones se habla. Hemos logrado todas nuestras metas, no por el dinero, por dedicación y amor. Logré ser la mejor modelo de París y estuve a punto de participar en Miss Universo, pero eso no pasó por una simple razón.

Cambie ese sueño para poder ser una buena novia y una maravillosa madre (me niego a decir madrastra). Nicky no tiene la misma sangre que yo pero desde que la conocí cuando tenía un año y dos meses, decidí que cuidaría de ella como si fuera su verdadera madre. ¡Y más vale que la arpía de su madre no se aparezca ni a cinco metros de ella porque la mato!

—Tierra llamando a Victoria —sacudí mi cabeza y él rió—. ¿Cuándo te enamoraste de Ian?

Esto va para largo...

— ¿Crees en el amor a primera vista? —pregunté, abrazando a Nicky con suavidad mientras ella balbuceaba una canción infantil.

—Creo en muchas cosas y en el misterio que ocultan las emociones, especialmente cuando hablamos de las primeras emociones hacia una persona o la capacidad que tiene el cuerpo y la mente humana en sentir la energía positiva y negativa de una persona, diciéndote con eso que es posible saber si una persona es mala o no —suspiró, negando lentamente con la cabeza—. Eso quiere decir que si me dices que fue amor a primera vista, te creeré ya que todos tenemos la habilidad de enamorarnos.

—Creo que dijiste algo más —dije no muy segura de si entendí o no.

—Resumiendo: todos nos enamoramos de diferentes formas y en diferentes tiempos aun siendo una misma persona —suspiró al ver mi rostro de confusión—. Tú, Victoria, puedes enamorarte de un chico al pasar una semana con él, pero eso no quiere decir que seas enamoradiza ni nada por el estilo porque tal vez otro chico pueda tardar dos meses en enamorarte.

— ¿Quieres decir que un enamoramiento no define la capacidad o la velocidad de amar? —asintió, sonriéndome con ternura al poder comprender su explicación.

—Si, por eso te creo que hayas podido enamorarte de Ian con una mirada. Ahora, ¿continuas con la historia?

Asentí, regresando al momento en el que dije: "Estoy enamorada".

"Diciembre, hace tres años"
 




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