Hamilton Princess

Capítulo 8

"Dejando de lado mi mal momento con Olivia, me dispuse a disfrutar del postre que preparó mi suegra. "Suegra", una palabra que nunca había utilizado.

Siempre hay una primera vez para todo..."

—¡Alto! —Me puse en medio de Nicolás y de Hollie, mirándolo molesta— ¿Qué hacen con esas maletas? ¡No pienso pasar la noche con ustedes! Bueno, al revés.

—Íbamos de camino al aeropuerto —intervino Cristal, mirando al lado opuesto, donde Gregg no la mira con odio—, pero comenzó a nevar y reportaron un accidente en la pista.

—Cambiaron el vuelo de Cristal y ya que Hollie estaba aquí, quise venir —palmeó mi cabeza como si fuera una mascota. ¡¿Qué te pasa, Nicolás?!— y Demi me dijo que a veces te pones muy nerviosa con las tormentas.

—Lo mismo me dijo a mí —dijo Gregg mirándome por primera vez.

¡Qué alegría cuando tu primo se digna a quitarle los ojos encima a la chica que mete a su apartamento y a...! ¿Qué hace con Cristal además de discutir?

—Que sepan que estoy...

La frase quedó inconclusa cuando las luces se apagaron y los gritos de las niñas me asustaron. Bien, ahora si estoy nerviosa.

Ian, te necesito...

"Salimos de la cocina, mis manos temblaban e Ian no dejaba de reír. Es un momento importante y aún así el imbécil se atreve a burlarse.

—¿Le tienes miedo a una dulce bebita? —besó la mejilla de Nicky y ella bostezó, recostando su pequeña cabeza en el hombro de Ian— ¿Ves? Es una niña buena.

—No soy buena con los niños...—retrocedí cuando quiso dármela para cargarla— ¡Podría tirarla por accidente! O podría vomitar...

—Mira esa carita linda —me miraba con atención y poco a poco sus ojos se iban cristalizando—. Si no la cargas comenzará a llorar.

¡No!

Rápidamente la tomé en mis brazos... No hay palabras para describir la sensación en mi pecho cuando sus ojos conectaron con los míos y sus manitas se posaron en mis mejillas. Es pequeña, frágil, adorable... ¿Cómo alguien tan diminuta puede hacerme enmudecer? Nunca en la vida me había quedado sin palabras, hasta este momento.

Un flash me sacó de mi trance pero lo ignoré y me dediqué a besar sus mejillas mientras ella reía dulcemente.

Si esto se siente tener una hija, quiero tener muchos."

—¿Puedo saber que sucede contigo?

Gregg recostó su cabeza en mis piernas con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Di pequeños golpes en su nariz hasta que abrió los ojos, dejando la melancolía ser vista en sus cristalinos ojos.

—Creo que ni yo mismo sé lo que me pasa —suspiró, volviendo a cerrar los ojos—. Tengo tantas emociones que no sé cuál es la verdadera.

— ¿Relacionadas con Olivia o Cristal?

Abrió los ojos de nuevo pero esta vez no me miró, miraba el techo con cierta duda, debatiéndose mentalmente en si hablar o no. Gregg es alguien complicado, especialmente cuando de relaciones se trata.

—Es sobre Susy...—admitió en voz baja—. Creo que metí la pata con ella y si mis sospechas son ciertas, Asheron me matará.

Si es para mal, Asheron lo destrozará vivo. Susy es más que su mejor amiga, es casi su hermana pequeña pero que en realidad es su cuñada... Susy quedó viuda y a cargo de una pequeña niña que mira a Asheron como su modelo paterno. He visto fotos de Axel junto a Susy y estoy segura que si Axel siguiera vivo, ellos serían una gran familia feliz.

Lastimosamente eso no podrá ser.

—Susy no es una chica soltera que está a la disposición de una aventura, Gregg. Es una mujer con una hija, una mujer que perdió a su esposo de una cruel manera —acaricié su cabello corto, extrañando cuando lo tenía más largo.

—Fue una locura, lo sé...

Todos cometemos locuras algunas veces pero tengo miedo que esta locura haga que otras personas salgan lastimadas. No quiero ni imaginarme como se sentirá Demi si le toca dividirse entre su esposo y su hermano.

— ¿No crees que hay mucho silencio? — se levantó y miró hacia la cocina, donde podíamos ver una tenue luz de las velas.

¡Oh Dios Mío!

Corrí hacia la cocina con todas mis fuerzas y cuando llegué, comprobé que mis sospechas eran verdaderas.

—Lo siento, Tory —dijeron todos al mismo tiempo con las cajas de pizza vacías.

¡La próxima vez dejaré que se congelen, afuera!    

"Emma sonreía con tranquilidad, dejándose llevar por la melodía del piano        

"Emma sonreía con tranquilidad, dejándose llevar por la melodía del piano. Sus pies se movían ágilmente recordándome lo diferente que somos hasta en eso a pesar de tener exactamente el mismo cuerpo. Su vestido se movía a su alrededor y su risa acompañaba el movimiento. Ella embellecía la melodía mientras que yo la entorpecía. Es por eso que papá dice que somos el dúo perfecto, clase y gracia, seriedad y humor, las dos caras de la vida.

—¡Vamos, Olivia! — gritó dando vuelta tras vuelta— ¡Es divertido!

Intenté seguirla, voltee y voltee, hasta que mis pies se enredaron y terminé con mi boca a unos centímetros del piso de madera.

Es caso perdido.

Soy un caso perdido.

—Tal vez deberíamos intentar una melodía más lenta.

Me senté en el piso mirando hacia nuestro instructor, Dimitri, levantarse del piano y caminar hacia nosotras. Siempre quise que Dimitri me viera como algo más que una niña que no sabe bailar, quería ser una mujer divertida para él... Pero él sólo tenía ojos para Emma.

No necesitas ser Cupido para ver que ellos fueron flechados desde el primer instante en que se vieron.

—Sé que Olivia lo logrará, sólo necesita más práctica —respondió Emma sin darme la oportunidad de rendirme... por milésima vez.




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