Hamilton Princess

Capítulo 22

Hay relaciones confusas, sentimientos mezclados, como si estuvieran en una licuadora, y luego está la relación de Gregg con las chicas. Todos apostamos a que Gregg terminaría estando con Cristal, dejando atrás el odio, ambos se complementan muy bien. Gregg ha consolado a Cristal en muchos momentos de tristeza y Cristal ha ayudado a Gregg con las cuentas de los Hoteles, en varias ocasiones los vimos quedarse hasta la madrugada trabajando juntos. Y ahora resulta que Gregg tiene una relación con Susy...

Siento que acaban de anunciar que mi shippeo favorito se fue al desierto, sin retorno y a morir.

—No debí decir eso, lo siento mucho —Ian me quitó el teléfono de las manos, dejándolo en la repisa mas alta.

—¡Dame mi teléfono, Ian! —Salté pero era inútil, sigo siendo más baja que él— Tengo que hablar con Asheron.

—Él ya lo sabe, cariño —me agarró de los hombros, sonriendo con vergüenza—. La verdad es que se me salió en un momento de debilidad.

La lección aprendida sobre esto es: nunca contarle un secreto a Ian.

El imaginar el dolor que ha de sentir Cristal al ver al chico que le atrae salir con otra, me da a entender el porqué Olivia siempre mantuvo su distancia con Greg. A pesar de pasar mucho tiempo juntos, ella siempre negó cualquier chisme de relación entre ambos cuando Cristal estaba presente.

Oh por Dios, mi cuñada no es tan cruel como creíamos.

—Pero deberíamos hablar con Cristal, comprobar como está y...

—Ella volvió hace dos días -me interrumpió una voz.

Volteamos a la puerta y me puse a llorar cuando vi a mis padres con Nicky. ¿Por qué estoy tan sensible? Esto apesta.

—¡Paaapá! —Nicky se bajó de los brazos de mamá y corrió hacia Ian, quien no dudó en tomarla en sus brazos y besar su mejilla.

—Hola, mi princesita de azúcar —susurró, haciéndola reír cuando besó su nariz.

—¿Ves? —le preguntó papá a mamá, mirándola con orgullo— Te dije que mi niña sigue siendo pura y tierna.

—Nuestra niña —le corrigió y papá suspiró— y esas son las hormonas de embarazadas.

Ian jaló la manga de mi camisa y Nicky aprovechó la cercanía para besar mi mejilla. Tomé a mi pequeña y la abracé, respirando el dulce olor de su loción de bebé. Oh, la extrañé demasiado.

—¿Les dijiste? ¿Cuándo? —preguntó Ian sorprendido.

—No nos ha dicho nada pero ya confirmaste el hecho —mamá agarró a papá del brazo, quien parecía a punto de desmayarse—. Lo mejor será casarse antes de que vuelvan a Paris o que Demi vuelva, como quieran.

Mamá siempre agrega el "como quieran" para hacer creer que no nos está dando una orden pero claramente está diciendo "hagan lo que les digo".

—¿Qué tiene Demi que ver? —preguntó Ian, acercándose a papá para ayudar a mamá a sentarlo en el sofá.

—No queremos a dos embarazadas en la misma casa, gracias —respondió mamá y rió cuando Ian casi se cae de espaldas por la sorpresa—. Chase fue a verla hace unos días, cuando no le respondió el teléfono y ahí le dieron la noticia.

Genial, así que ahora tengo que alejarme de mí prima para no matarnos mutuamente con nuestro mal carácter y las hormonas alborotadas.

¿Por qué no podemos ser normales?

—Tía Alaska ha de estar feliz, hace mucho que venía diciendo que quería más niños en casa.

—Aun no le dice —Papá se abrazó a la cintura de mamá, balbuceando en voz baja algo que no comprendí—. Demi quiere hacer algo especial para decirle.

—Estoy envejeciendo, Lucia —mamá rodó los ojos, mirándola a papá con una gran sonrisa—. ¿Qué sigue después? —Miró a Nicky con los ojos cristalizados— Tú no puedes crecer, enanita.

Me acerqué a papá y me arrodille enfrente de él con cuidado. Pasé mis brazos debajo de los suyos, abrazándolo y ocultando mi rostro en su pecho.

—Sigo siendo tu pequeña niña, papi —murmuré con las  lágrimas saliendo de mis ojos. Odio ser tan sensible.

—Eso lo sé, mi dulce princesita.

Fue muy tonto de mi parte haberle pedido a Tory que nos casáramos sin su familia y el querer privarlos de este momento importante

Fue muy tonto de mi parte haberle pedido a Tory que nos casáramos sin su familia y el querer privarlos de este momento importante. No todos los días tu hija se embaraza por primera vez. Lo mejor de todo esto es que Lucy no se lo tomó mal y hasta ha mantenido su sonrisa en todo momento.

—¿Está bien que le des de comer tanta fruta? —Nicky le tendió una fresa y ella la agarró— gracias, mi amor.

—Es lo que más le gusta y prefiero que coma frutas a que coma dulces.

—Sí, es cierto...—dejó la fresa en el plato de Nicky cuando ella volteo a ver por la ventana a Lucas y a Tory—. Después queda pidiendo la fresa que regala —rió cuando Nicky agarró la fresa que le dejó en el plato y se la comió.

—Supongo que no le enseñé bien la parte de "no hay que pedir lo que regalas" —me apoyé en el refrigerador, mirando a Tory reír por un chiste que le contó Lucas. Involuntariamente, sonreí al verla feliz.

—No te odio, Ian —miré a Lucy sorprendido. Ella miró hacia otro lado, dejando su cabello caer de costado, tapándole el rostro—. Salvaste a mi hija en Nueva York, te estoy eternamente agradecida por eso. El problema es que no quería que Victoria dejara sus sueños por un hombre, ni quiero que ella viva toda su vida dependiendo de tu dinero o el de Lucas. Quiero que sea independiente.

—Entiendo, pero no voy a interponerme en las decisiones de ella, Lucy —asintió, no sé si de acuerdo o no con mi respuesta.

—Lucas dijo lo mismo... —suspiró y volteó a verme— Pero no vas a dejar que ella deje todo lo que ama por ti, ¿cierto? Es una chica inteligente pero está tan enamorada que tengo miedo que se olvide de ella.




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