Hamilton Princess

Capítulo 23

—¿Crees que lo tienes? —me encogí de hombros, mirando por la ventana hacia la sala.

—No sé, solo sé que Lucy le pidió hablar —respondí, cargando a Nicky para que pudiera ver por la ventana.

—Mamá —apoyó su rostro en el vidrio y tuve que aguantar la risa cuando su nariz se aplastó.

—Mira que linda puerquita —Lucas revolvió su cabello y ella se quejó—. Uy, lo siento mucho, delicada.

Después de mi charla con Lucy, Victoria entró en la cocina y yo me salí a la fuerza cuando Lucas me jaló del brazo. Lo último que escuché fue a Lucy pidiéndole que hablaran.

Me siento más aliviado ahora que aclaré todo con mi suegra, ella es alguien importante para que la relación funcione ya que para Victoria, su familia es lo más importante en el mundo. Eso me recuerda que tengo que hablarle a Olivia y a mamá...

—¿Le importaría darme trabajo en la editorial?

—¿No trabajas para tu padre? —negué con la cabeza, alejando a Nicky del vidrio para que las mujeres no vieran que las estábamos espiando—. Bueno, supongo que podríamos conseguirte algo. ¿Qué tal de barrendero?

—Está bien —acepté. Eso no es nada comparado a todo lo ha hecho Victoria para poder estar juntos.

—¡Mi hija no andará con un barrendero! —Me dio un golpe en la cabeza— Si no te esfuerzas en tener un buen trabajo, olvídate de casarte con mi niña.

—¿Qué tiene de malo ser barrendero? —pregunté, sobándome la cabeza.

—Nada, solo quiero lo mejor para mi niña y mis nietos —se apoyó en la pared, con aire pensativo—. Sin tomar en cuenta el gasto de pañales, leche, comida, vivienda, recibos, ropa, el costoso champú de Tory, su perfume personalizado...

—Entendí —lo interrumpí con los nervios comenzando a crecer.

—Pero soy un buen hombre —pellizcó la mejilla de Nicky, haciéndola enojar—, así que te daré un trabajo muy interesante.

—Que no sea...

—Serás el asistente de Alaska...

Bueno, podría ser peor.

—Y también serás el encargado de mandar los correos a los manuscritos rechazados.

Ahora, eso es peor. ¿Qué nadie sabe que no te enseñan a escribir cartas cuando se estudia administración de empresas? Tal vez cartas laborales para contratos y todo eso, pero no sobre como rechazar a alguien.

Voy a morir. Si no muero a manos de Alaska, moriré de estrés.

¿Cómo sabias? —mamá se movió incomoda, no queriendo verme

—¿Cómo sabias? —mamá se movió incomoda, no queriendo verme.

—¿Intuición femenina? ¿Intuición de madre? No lo sé —se encogió de hombros pero sus ojos se cristalizaron— Supuse que no llamarías pidiendo mi ayuda si no fuera algo realmente importante.

¿En qué punto de todo esto, mi relación con mamá se arruinó? Mi momento favorito del día era cuando regresaba a casa y encontraba a mamá intentando cocinar algo con la ayuda de papá o cuando ella me invitaba a ver alguna película. Las conversaciones sin sentido y con chistes malos por partes de ambas, eran nuestro pasatiempo favorito, además de molestar a tío Chase o a Zac. Cuando me sentía mal, siempre acudía a mamá... ¿Cuándo dejé que creyera que no es importante que esté en mi vida? Es la mujer que soportó malestares, dolores y sustos para traerme a la vida. Ella es la mujer más importante en mi vida...

Salí corriendo de la cocina en dirección a la sala. Ignoré cuando vi tres cabezas agacharse y una pequeña manito levantarse y ser obligada a bajar por otra mano. Estos hombres son iguales... Agarré la foto del ultrasonido y regresé a la cocina, donde mamá se limpiaba las lágrimas.

—Ian dice que este no es su pie pero yo digo que si —me puse a su lado y le enseñé la foto, señalando el pequeño punto negro—. ¿Puedes creer que se atreve a contradecirme? Yo soy la que lo tiene en el vientre.

—Fue el mismo pleito con tu padre, solo que él creía que en vez de un pie, era una "paletita" —reí ante el apodo de mamá. Todos en la familia comenzamos a usar ese apodo por molestar.

—Salí sin paletita —me puse atrás de ella y la abracé por la espalda, besando su mejilla con suavidad—. Te quiero, mami y lamento mucho haberte decepcionado con mis decisiones.

—No me has decepcionado, Victoria —susurró, aguantando las ganas de llorar pero sin poder ocultar su emoción—. Estoy orgullosa de cada una de tus decisiones, porque has sabido seguir adelante a pesar de los malos momentos. Eres mi pequeña guerrera...

Desde este día en adelante, no dejaré que nada se interponga entre mi relación con mamá.

—¿Sabes que tu padre e Ian están espiándonos?

—Sí, par de irresponsables que dejan a mi niña agarrar frío.

Como si nos hubieran escuchado, cosa que así fue, entraron corriendo a la casa. Ian traía a Nicky en brazos y pasó corriendo directo al baño, gritando "moco". ¿En qué me metí? ¿Por qué no me enamoré de un hombre normal? Oh cierto, porque hubiera sido muy aburrido.

Y porque nadie hubiera conquistado mi corazón como Ian lo hizo.

—¿Todo bien con mis dos mujeres? —pasó su brazo por mi espalda y el otro por el hombro de mamá— ¿Se acabaron las peleas bobas?

Miré a mamá con una sonrisa, la cual es igual a la de ella y asentimos al mismo tiempo.

Se acabaron las peleas bobas. 

Sostuve el cabello de Lucy mientras cepillaba sus dientes        




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