Todo está oscuro, a lo lejos escucho una voz bastante molesta, trato de seguir dormida pero esa voz insiste en joder mi querido y preciado sueño de "belleza"
--Despierta floja -decía mi primo muy cerca de mi oido.
Aclaro mi garganta con algo de molestia --Fede -bostezo y me estiro dandome cuenta que me quedé dormida en mi oficina.
Una estruendoza carcajada perturba mi poca pasiencia.
--Juro que te mataré -dije seriamente.
--Me llorarías el resto de tu vida -se pasó de payaso.
--Aja como digas -parpadeo varias veces y acomodo mis ideas- buscame los estados de las cuentas.
Mi odioso primo entrecierra los ojos mirandome curioso.
--Has cambiado mucho en estos ultimos 5 años -se acercó a un archivero en la esquina de el amplio salón.
--Solo hago mi trabajo, y creo que tú -lo señalo con la pluma que hace un tiempo atrás habia agarrado -debes hacer el tuyo -su rostro se endurecío y me entregó los informes.
--Antes no querías este trabajo -caminó a las puertas blancas que dan directo a las escaleras de la mamsión -antes estabas en contra.
--Ya no soy la misma idiota -me crucé de brazos.
--Aveces te odio enana -hizo un mojin algo extraño dando algo de gracia y no dulce como un bebé.
Negué con la cabeza y respondo algo divertida -ya muevete.
--Como digas fenix -hizo una reverencia y salio del lugar bailando como todo un payaso.
Es imposible no amar a este sujeto.
Sacudo mi cabeza rapidamemte y comienzo a revisar los papeles con algo de aburrición.
Noto un documento de hace 5 años, eso me deja un poco nostalgica, coloco mis codos sobre el escritorio de madera roja y poso mi barbilla en mis manos entrelazadas.
Todo comenzó...