Jonathan
No puedo moverme, el dolor que causa sus palabras me ha dejado inmóvil.
-Por primera vez en mucho tiempo me siento segura, siento que puedo confiar en ti y no sé- se detiene y toma aire antes de seguir- Me puedes llamar loca, pero es como si dentro de mi hubiera algo que me impulsará a hacerlo- suelta una risa falsa, carente de emoción alguna- No puedo creer que entre tanta gente…
Esto último tan bajo que estoy seguro, lo dice más para ella.
-Sabes, hubo un tiempo en el que éramos unidos, son pocos los recuerdos que tengo, ya que era demasiado pequeña-Guarda silencio- en ese entonces, solo estábamos Cole y yo, Jaison no había nacido aún. Mamá sonreía y papá nos cantaba de vez en cuando en un idioma extraño para nosotros, o al menos para mí- vuelve el silencio y junto a él una profunda exaltación- Todo acabo cuando Jaison nació.
<<Las primeras semanas mis padres estaban felices e impacientes por el nacimiento del nuevo miembro de la familia- el tono que usa es de nostalgia- mi madre nos decía que debíamos ser buenos con el nuevo bebé, que de ahora en adelante seríamos los tres contra el mundo. Cuando lo dijo, pensé que se refería a que deberíamos de estar siempre unidos, que, sin importar las circunstancias, podíamos contar con que siempre estaríamos en las buenas y en las malas.
<<Que equivocada estaba- Hanna preciosa fuertemente las manos, tanto que podría jurar que se estaba haciendo daño- No veía el cambio que sufrió en ese entonces, o la actitud reacia que tenía mi padre hacia mamá, no nos cantaba como antes y se molestaba con facilidad, muchas veces creí que habíamos causado eso y le preguntábamos a nuestra madre que habíamos hecho mal.
<< Ella decía que todo estaba bien, que papá solo estaba pasando una mala racha- sacude la cabeza en negación- Jaison nació con problemas, su nacimiento fue diferente al nuestro, ¿Cómo lo sé? Le escuché a mamá pedirle repetidas veces que, sin importar lo mucho que le doliera, le ayudará a traerlo al mundo.
<<Cuando llegó el momento, él la ayudó. Luego de varios años fui viendo a mi padre con otros ojos, hasta podría decir que le temía. Mamá siempre decía incontables veces que, nuestro padre nos amaba, ella intentaba que nosotros siguiéramos viéndolo como antes - Hanna mantiene sus ojos en el cielo mientras comienza a narrar- Mi padre, un ser de bondad, valiente y fuerte. Un hombre capaz de dar la vida por su familia- sus hombros se mueven mientras un sonido, entre risa y llanto, se le escapa- llegamos a tal punto en el que Cole solía sacarnos a medianoche de casa porque el hombre que mamá decía y juraba amarnos, llegaba soltando gritos.
-Pequeña…-ella voltea, lágrimas resbalando por sus mejillas- Lo siento.
-Ella lo amaba tanto- su voz se quiebra- yo amaba porque era mi padre y ¿cómo no amalo?
Siempre he oído que los ojos son la ventana del alma, en ellos se podemos ver lo que ocultamos. En el momento que voltea y sus ojos conectan con los míos, noto tantas emociones en los de mi pequeña arpía, tantas que me deja sin aliento. Siento como mis uñas se clavan en las palmas de mis manos y cómo esa presión poco a poco va creciendo hasta convertirse en ira.
-Mi madre murió en manos del hombre que tanto defendía- las lágrimas siguen cayendo sin control- Ese día veníamos de los festivales que armaban en verano.
<<Me acuerdo que fuimos a celebrar mi cumpleaños número seis, nos montamos en muchos juegos, comimos algodón de dulces y Cole participó en uno de esos juegos en los que ganas y te dan un enorme peluche- Sus ojos brillan y la emoción siendo notable mientras recuerda aquel evento- Él ganó un precioso lobo de peluche y se lo dio a Jaison, el saltaba mientras nos enseñaba su nuevo juguete. Siempre nos mantuvimos juntos y pudimos estar en cada una de las atracciones gracias a que mamá nos había dado para pasar el rato.
Hanna se abrasa así misma, su mirada perdida en algún punto en dirección a mi espalda. Mi lado animal se inquita, sé que quiere ir tras ese hombre y desmembrarlo, causarle una muerte lenta y dolorosa a la persona que tanto daño les hizo.
<<Camino a casa hablábamos de lo que hicimos en aquel lugar, éramos niños emocionados por pasar tiempo fuera de casa y más en esas ferias, obvio no era lo mismo sin mamá, pero queríamos pasarla bien…quería por una vez volver a sentir esa felicidad que años atrás deje de sentir-suspira-Nos faltaba unas cuantas cuadras para llegar a casa, La puerta estaba abierta y de ella salía un hombre con el cuerpo inerte de una mujer en brazos.
Hanna aprieta el agarre en sus brazos como si con eso pudiera mantener sus piezas y no terminar de quebrarse mientras sigue narrando con la poca fuerza que le queda.
-Pequeña- trato de llamar su atención, algo que apenas consigo- Preciosa, no tienes que seguir si no quieres.
Ella vuelve a mirarme, una débil sonrisa se apodera de sus labios.
-Jonathan- pronuncia mi nombre con dificultad- tengo miedo.
-¿Miedo de qué? - tomo su rostro entre mis manos- ¿A que le temes preciosa?
La pregunta sale con un tono de súplica.
Su cara se contrae y presiona sus párpados con fuerza, como si mis caricias fueran lava ardiente en su piel.