Hanna
No Hanna, el lobo gris que esta junto al lobo marrón, es Jaison.
Esas palabras siguen dando vueltas dentro de mi cabeza
Como creer que mi pequeño hermano, ese niño que nació con problema, pero fue amado y aceptado en todo momento, que protegía con mi vida en la casa hogar, el que se convirtió mi todo, era una bestia, un enorme lobo gris. Miro a Jonathan en busca de una respuesta para aquella pregunta que no era capaz de empujar fuera de mi boca. Mi cerebro aún se encontraba procesando aquello de ser hombres lobos y la parte en la que me decía que era su alma gemela. Una pequeña parte de mi le creía, creía cada una de sus palabras y como no hacerlo cuando tengo a dos bestias peludas vigilando cada movimiento que haga y resulta que una de esas es Jaison. Además, lo de las almas gemelas podría explicar el extraño vinculo que sentí aquella vez en el acantilado.
Pero, aun así, me negaba aceptar que estaba destinada a alguien, no podía si quiera imaginarme junto a alguien y menos a él. No creía en las relaciones, ni en el amor que se juraban las personas, y pensar que justo ahora a la supuesta diosa luna le dio por “unir” mi ama con la de Jonathan, simplemente ridículo.
No lo es- Dice esa vocecita irritante.
Esa maldita voz ya me está irritando, no la he escuchado desde que aquella señora me dio mis primeros auriculares y aquel pequeño reproductor mp3 a los doce, desde ese día había podido dormir en paz, sin pesadillas, sin tener que soportar las burlas y sin tener que escuchar esa voz diciendo vaya a saber Dios que cosa. Pero desde que perdí los últimos no la he podido acallar, no importa cuán alto este el volumen de mis bocinas siempre aparecía y más cuando pensaba en el idiota.
No es un idiota- ruedo los ojos por eso y la ignoro.
-¿Cómo es que él es un- me detengo unos segundos en busca de una palabra no tan ofensiva- animal.
Si quieres les dices perros, al fin y al cabo, es lo mismo.
Hago una línea mis labios reprimiendo la carcajada que amenaza con salir por aquello. Se supone que debo estar seria y no burlándome de su naturaleza.
-No somos animales Hanna-Jonathan luce ofendido, yo levanto una sega- bueno, no del todo.
Levanto mis manos en señal de paz y vuelvo la vista al lugar donde hace nada estaban aquellos enormes lobos.
-¿Quién era el otro lobo?
Jonathan suspira antes de voltearse a observar el lugar ahora rodeado por la oscuridad de la noche, sin rastro alguno de las dos bestias.
-El otro lobo era uno de los miembros de mi familia- luego de soltar eso último, nos quedamos en un cómodo silencio.
Mi cabeza sigue buscando las probabilidades de que mi hermano sea un lobo, es ilógico, teniendo en cuenta que mi madre era humana y mi padre, bueno el si se comportaba como bestia, pero jamás se convirtió en perro o si quiera le salían los colmillos u orejas puntiagudas.
¿Cómo podría mi hermano heredar esos genes? Porque… si se heredan, ¿no? El hecho de que toda la familia del idiota sean hombres y mujeres lobos me hace entender que, lo de cambia formas, viene de genética o tal vez lo hayan convertido.
No vayas por ahí Hanna.
De repente a mi mente llegan todo tipo de imágenes y todas con mi hermano siendo torturado por la familia de Jonathan. Niego a esos pensamientos <<ellos no pueden haberle hecho eso a mi niño>> no quiero siquiera imaginar a Jonathan hacerle semejante cosa a mi pequeño hermano, el solo hecho de ver en mi mente esas escenas, hacen que mi cuerpo entre en tensión y un sentimiento de traición se instala en mi pecho.
-Hanna- mis ojos viajan hasta conectarse con aquellas tormentas que me transmiten paz - no pienses cosas que no son- yo solo asiento en respuesta y convenciéndome a mí misma de que eso no es verdad, ellos no harían eso.
-Aun no puedo creérmelo- digo un poco dudosa- si no fuera por la aparición de esos dos lobos- con mi cabeza señalo el lugar en el que se encontraban minutos antes- te hubiera tachado de loco.
Jonathan sonríe a mi comentario, sus ojos se achican un poco haciéndolo ver tierno y sin darme cuenta me encuentro imitándole.
-Pero lo tomaste bien- tiene algo de razón en ello- otra persona hubiera salido corriendo.
-Claro, claro- la atmosfera que nos rodea ya no es esa llena de tensión, dudas o miedo- supongo que no soy normal- suelto en broma.
Por un momento puedo visualizar un brillo extraño en sus hermosos ojos grises, pero rápido se desvanece <<tal vez fue producto de mi imaginación>>, ¿me estaré volviendo loca? Bueno, eso no sería una novedad teniendo en cuenta que una vocecita irritante aparece y desaparece desde el interior de mi mente. Vaya, hace nada me entero de que existen los seres sobrenaturales y de paso, un miembro de mi familia es uno de ellos, no Se si sentirme traicionada o intentar entenderlo, después de todo es mi pequeño niño y prometí cuidarlo.
Suspiro negando a cualquier pensamiento negativo que pueda hacerme sentir peor.