Han pasado ya dos semanas y el verano acaba. Tabitha y Brad han pasado el resto de días sin separarse. No han hablado de nada relacionado con el futuro. Brad ha intentado sacar el tema, pero ella no quiere ni hablarlo. Para que hacerme ilusiones sino lo volveré a ver.
Brad mete las últimas cosas en su maletero. Su padre está ahí esperando para despedirse de él. Martin se siente triste por no poder obtener el perdón de su hijo. Brad no hace mucho caso a sus consejos y mira hacia la ventana nervioso. Vamos, Tabitha ¿ésta vez tampoco vendrás?
—Deberías bajar —le dice Patricia a su hija—. Te está esperando.
—¡No! —dice Tabitha con la cabeza bajo la almohada—. No le veré más, ¿qué importa?
Su madre suspira y sale de la habitación para decirle a Brad, que Tabitha no saldrá.