HARMONÍA I:
Solsticio de Verano
Por
WingzemonX
Capítulo 10
¿Qué se oculta en el Bosque Everfree? Parte 2
Su anfitriona no tardó mucho en encargarse de la herida del animal. Luego de ello le dio de comer unas curiosas galletas oscuras, que el oso probó directamente de la mano de la joven, e incluso la lamió para tomar las migajas que habían quedado. Luego de algún rato de caricias y mimos de su parte, Fluttershy Nait dirigió al oso a la puerta y lo dejó salir.
- Que te mejores, amigo osito. – Comentó con alegría, mientras el animal cruzaba el puente y comenzaba a alejarse. – Si te vuelve a doler ven de inmediato... ¡No te fuerces de más!
El oso se alejó marchando por la vereda, y entonces Fluttershy volvió al interior de la cabaña, cerrando la puerta detrás de sí.
- Bien, ¿ya podemos hablar? – Comentó Twilight, parándose del sillón.
- Claro, disculpa. – Le respondió la joven de piel amarilla, girándose hacia ella. – ¿En qué puedo...?
Sus palabras se cortaron de golpe cuando sus ojos se posaron en el pequeño ser morado y de ojos verdes que yacía sentado justo al lado de la joven de cabellos azules. Pareció realmente impresionada, tanto que su boca se abrió por completo, y la cubrió rápidamente con una mano, quizás en un intento de evitar gritar.
Spike parpadeó confundido, sin entender muy bien si era a él a quien miraba con tanto detenimiento.
- ¿Qué?, ¿qué pasa?
- Eres... ¡Eres un dragón! – Exclamó de golpe con notoria excitación. Una enorme sonrisa se dibujó en sus labios, en un segundo recorrió toda la distancia que los separaba y se puso de rodillas frente a él, viéndolo fijamente de arriba abajo con sumo interés. – Eres un dragón, un bebé dragón, ¿cierto?
- Ah, sí. – Respondió Spike, algo confundido.
- ¡Y hablas nuestro idioma! Debes de ser un dragón realmente especial.
- Bueno, me lo dicen seguido.
- Nunca he atendido a un dragón, pero haré mi mejor esfuerzo.
- ¿Atender? – Cuestionó Twilight sin comprender, pero antes de que pudiera hacer cualquier otra pregunta, Fluttershy cargó a Spike con ambas manos y se lo llevó con él. – Oye, ¡Espera...!
Cuando menos lo pensaron, la chica de cabellos rosados se había llevado a Spike hacia una mesa rectangular con un mantel blanco que había en otro cuarto, y lo sentó en ella.
- A ver, ¿qué te duele, pequeño?
- ¿A mí? – Respondió Spike sin salir aún de su incertidumbre por lo que ocurría. – Nada, estoy bien, no me duele nada.
- Oh, la ausencia de dolor no siempre es buena señal, podría ser síntoma de algo grave.
- ¿Enserio? ¡Pero casi nunca tengo dolor! – Exclamó el pequeño dragón, asustado.
Fluttershy tomó una pequeña paleta de madera de un vaso que tenía sobre un buró y la acercó a la boca de Spike.
- A ver, di aaah...
- Aaah....
Spike abrió grande su boca, y entonces ella se ayudó de la paleta para poder ver mejor dentro de ella.
- Todo se ve normal, o tan normal cómo creo que debe de verse la boca de un dragón. ¿Qué tal está tu corazón?
Acercó en este momento su oído derecho a su pequeño torso, y lo pegó por completo para poder escuchar.
- Espera, por favor. – Se escuchó que Twilight exclamaba desde la entrada del cuarto. – Spike está bien, no le pasa nada malo... Fuera de lo de siempre.
- ¿Eh? – Exclamó Spike, sin saber cómo tomar ese comentario.
- Escucha, me llamo Twilght Sparkle, y vine aquí en representación de Su Majestad, Celestia Ultimecia.
Al oír su singular presentación, Fluttershy separó lentamente su oído del cuerpo del dragón, y de giró lentamente hacia ella con expresión nerviosa.
- ¿De... Su majestad? – Repitió tenuemente, agachando su cabeza. – Ah, digo... mucho... Gusto... ¿Estoy en problemas? No creo haber hecho algo para molestar a la Reina... Recientemente...
- ¿Qué? No, nada de eso. Sólo me enviaron a organizar el Festival del Solsticio de Verano.