¿has visto a mi perro? [hoseok]

Unica parte

—¡Max!, ¡Ya llegué!— anuncié a mi querido amigo canino mientras aventaba mis zapatos por dónde sea y mi mochila la dejaba en el sofá.

Había sido un día cansado. La época de exámenes era muy dura, y más si eres la maestra de inglés y tienes que revisar exámenes y proyectos de varios grupos.

—Max, ¿No vas a venir?— no hubo respuesta— bien, haré de cenar.

Normalmente cada vez que llegaba a casa me recibía feliz moviendo su cola y esperaba a que hiciera de cenar para comer conmigo. Sin embargo, ésta vez no salía ni se escuchaba ningún ruido, cosa que obviamente me empezó a preocupar.

Me dirigí a la parte de atrás de la casa, por dónde está el cuarto de lavado y su casita, pero no lo veía por ningún lado y...

¡Oh mierda!

La puerta trasera está abierta.

—No, no, no, no— dije para empezar a desesperarme.

No puede ser. Se ha escapado. Acabamos de mudarnos a la colonia hace un par de semanas y a él se le ocurre escaparse. ¿Si capta ese perro que estoy tonta y que todavía no me ubico bien aquí, verdad?

Eso le echaba más sal a la herida.

—¡Max!, ¡Max!— gritaba intentado llamar su atención.

Las calles estaban casi solas y la noche no ayudaba mucho. El no conocer a mucha gente de por ahí tampoco ayudaba.

—Buenas noches, disculpe la molestia, ¿No ha visto a un perro medio bajito y de color café con blanco?— pregunté a unas personas que pasaban por ahí—.

—No, lo sentimos. Espero que lo encuentres.

—Gracias. Hola, buenas noches, ¿Han visto una perro medio bajito y de color café con blanco?— pregunté una vez más a unas personas en un puesto de comida rápida— Mire, es él— dije para sacar mi celular y mostrarles una foto del canino.

—Ah, sí. Lo vimos pasar con un muchacho. Iba con él hace como una hora y se fue por la calle de allá— señaló hacia donde se refería.

—Gracias...

¿Qué si quiero llorar? Claro que quiero llorar. Mi mejor amigo está perdido y muy probablemente un loco se lo haya llevado para no verlo nunca más.

Pero no me voy a rendir tan pronto. Voy a buscarlo hasta encontrarlo.

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—Hola, buenas noches, ¿Han visto un perro medio bajito y de color café con blanco?— sigo preguntando por las calles.

—No. Lo siento— y sigo recibiendo la misma respuesta.

Ha pasado una hora y no puedo encontrar a Max, lo cual me hace desesperarme más aún.

—Hola, buenas noches—llego con un chico alto, que está acompañado de su amigo o amiga de cuatro patas— Disculpa, ¿Has visto a éste...

—Hey, tranquila moon— dice para calmar a su canina, quién me ladró al instante intentando proteger a su dueño— Lo lamento. ¿Qué decías?— sonríe apenado.

—Que si has visto éste perro— procedo a mostrarle la foto en mi celular para que vea y él analiza.

—Creo que lo vi hace rato, pero la verdad no le presté mucha atención.

—Ya veo...- digo cabizbaja, cansada de recibir la misma respuesta.

—Hey, tranquila. Encontrarás a tu amigo. Moon y yo te ayudaremos.

—¿Enserio me ayudarán?

—Claro que sí. Empecemos por acá. Ten fé.

Sin más que decir, emprendimos el camino para reanudar la búsqueda de Max. 

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Una hora más pasó y seguía sin poder encontrar a Max. Empiezo a llorar frustrada, captando la atención del pelinegro, del cuál no sabía su nombre, solo el de su amiga canina.

—Hey, se que es difícil, pero no hay que perder la esperanza aún— dice poniendo una mano sobre mi hombro derecho—Mira, Moon y yo te invitamos un café o algo. Nuestra casa está a una calle de aquí, ¿Vamos?

—Está bien— dije quitando las lágrimas de mis mejillas.

Le seguí el paso hasta llegar a su casa. Una casa de pinta acogedora y de color verde claro, con un pequeño jardín afuera.

—Ven, pasa— me dice abriendo la puerta con su llaves y dándome el paso.

Al adentrarme en el hogar, mis ojos se abrieron de par en par, sorprendida y feliz. ¡Max está aquí!

Inmediatamente corro a abrazarlo y él hace lo mismo.

—Max, mi amado Max, ¿Dónde te habías metido?, ¿Por qué escapaste?— decía mientras abrazaba fuertemente a mi perro.

—Lo encontré afuera cuando salí a sacar la basura— habló una linda chica, de tierna expresión y en pijama— Lo metí a la casa para intentar averiguar algo de sus dueños, ya que se veía perdido.

—Ella es mi hermana, Jiwoon— habló el chico con el que venía.

—Gracias. Y mucho gusto Jiwoon, yo soy Hani— me dirigí a los dos.

—Hey, ¿entonces él es Max?— asentí— Hola Max, yo soy Hoseok, y ella es Moon.

Hoseok... Lindo nombre para lindo chico. No había notado bien lo guapo que es, y no sé porque mi estomago empieza a sentirse raro.

—Di hola Max— le decía a mi amigo canino. Moon miró curiosa a Max, y poco a poco se fue acercando a él hasta estar enfrente suyo, para después olfatearlo. Max inmediatamente empezó a jugar con ella. Él es un perro muy feliz y juguetón.

—Muchas gracias por ayudarme a encontrar a Max. Es lo más preciado que tengo y disculpame por no haberme presentado antes— dije una vez más al chico.

—No te preocupes y no hay de que. Me gustaría que hicieran lo mismo por mi si Moon se perdiera— me dice con una sonrisa— ¿Aún quieres el café?

—Me encantaría.

Lo que fue una noche de angustia, se convirtió en una agradable charla con café y personas nuevas. Hoseok y su hermana son increíbles. Me siento más aliviada y también me siento emocionada por conocerlos mejor.

Esperen... creo que no le apagué a la estufa...

¡Mierda!

Fin.

 



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En el texto hay: perro, hoseokbts, escape busqueda

Editado: 02.05.2024

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