Hasgard De Tauro

Capitulo 2 (El Triste Recuerdo De Las Tumbas)

La brisa cálida… Que anuncia la próxima llegada de climas más sofocantes.

Entre el cielo despejado, y la suave hierva que ha crecido de manera salvaje y hermosa.

Las flores adornan aquellos tallos.

Las débiles hojas de los árboles se desprenden en una tierna danza compacta, para ir depositándose en el suelo, aquel… Que aún es tan fértil, cómo para que la vida se pueda dar.

Es curioso eso…

Cuando en ese sitio…

Tan precioso e indomable, en donde se encuentra la diferencia entre el cielo y la tierra…

Yacen, en un descanso eterno… Restos de aquellos que murieron en batalla…

Santos de cualquier rango, encuentran su última morada.

No importa si fueron por completo fieles o no, se les otorga un lugar en aquel cementerio cercano, y reservado para quienes sirvieron a la Diosa Atena parte de su vida.

Las lápidas… Son piedras que tienen diferentes formas y texturas, pero todas iguales al llevar una leyenda escrita en ellas.

Con el nombre de quien representan en su memoria…

Indicándoles el lugar a quienes fueron sus camaradas o algo más, para que puedan ir a visitarlos.

En algunos descansan aquellos cuerpos que ya no pueden levantarse…

Pero en otros…

Es solo simbólico, pues los restos nunca fueron encontrados.

Aunque, puede que alcance esto para que descansen, el hecho de tener una sepultura…

Y también que exista un lugar a donde ir… Para llevar sus respetos, a su camarada caído…

Diferentes situaciones pueden ser los motivos de su deceso.

Muerto en combate.

Enfermedad.

La vejez…

O una situación no inidentificada…

Claramente eso no importa, si se volvieron dignos caballeros, tanto masculinos como femeninos, o si su voluntad y deber estaba con Atena, se ganaban un lugar en el descanso eterno terrenal de aquel santuario.

Algunas tumbas, siguen siendo recordadas hasta el día de hoy…

Las flores que se depositan o alguna otra ofrenda, están a las faldas de aquella piedra…

Están limpias o con la hierba cortada, como muestra de un respeto hacia quien yace allí.

Para otros, lamentablemente el olvido los alcanzó y ya nadie pueda saber con certeza quienes eran esas personas…

Salvo por el nombre y el rango, que sería lo único que se conociera a la fecha.

En momentos especiales, aquellos símbolos de recuerdos son limpiados y conmemorados por aquel servicio que nunca se olvidará, aunque sus rostro sí.

Sin embargo, por un deseo de la máxima autoridad del santuario…

La misma Atena otorgó un ferviente deseo…

Uno que en los corazones de sus caballeros se encontraba…

En deuda estaba con aquellos fieles caballeros de antaño. Quería demostrarles que ella les correspondía su sacrifico…

Lo hizo dos veces… Pero su poder como Diosa no estaba completo…

Así que… Duro apenas un año…

Pero no se daría por vencida aquella alma que no había vuelto a la tierra…

¿Tal vez sabía que necesitaría de ellos?

Y por eso… Les permitió este corto lapso de tiempo… Donde solo les pido que fueran felices, junto a quienes amaban…

Y si con ello se daba un don nuevo… Aquellos nacidos por ese amor, se volverían sus servidores…

Pero… Les daría algo más…

Pues… Aquello que se concedió por ese deseo… Es similar a uno dado siglos atrás… En el cual las cosas así se suscitaron.

Aún es un misterio el hablar de eso.

Pero… Sí le funcionó antes, y aquellos dorados que nacieron se conectan por el lazo de sangre…

Los del siglo actual… Por esa razón se volvieron prodigios para obtener sus armaduras tan jóvenes…

La herencia de cosmos es algo fascinante… Y una solución que tardo algunas generaciones para dar fin de una vez por todas a Hades.

Sin embargo, no todos gozaron de este lazo… Por qué no vio en los corazones de todos sus guerreros ese amor que pudiera ayudarlos a procrear una nueva vida…

Aun así, no negara su servicio y honor, para traer esta paz actual…

Les entrego una oportunidad de dejar su marca y huella en este mundo… Con el consentimiento de amar, respetar y hacerse responsable de sus decisiones, como acciones.

Sin embargo…

Aunque algunos lo están aprovechando para estar al lado de quienes aman… Hay otros que… Entre risas y alegrías... No sienten la capacidad de seguir adelante sin tener que recordar a los muertos.

Su tumba había sido removida como las demás de aquellos que de nuevo caminan entre los vivos, y se volvieron igual que ellos.

Pudo apreciar como su morada de descanso eterno, estaba junto aquellos niños que amo y cuido tanto.

Había adoptado una nueva costumbre…

Muy temprano por la mañana o demasiado tarde en la noche…

Decidía ir a este sitio sagrado…

Y presentar siempre sus respetos a quienes reconoce como sus hijos…

Es curiosos y triste que ellos no estén cuando él fue el primero en dejarlos…

Abrir sus ojos verdes, y apreciar los nombres de quienes descansan…

-Teneo, Celintha, Salo- Murmura aquellos nombres en un tono ronco, intentando mostrar una pequeña sonrisa sin mucho éxito.

Las tres tumbas cercanas una a la otra…

En medio de estas se encontraba la suya… La cual ha dejado un espacio vacío.

Sin duda… Sus compañeros de armas y patriarca, después de aquella guerra santa de su época, procuraron que así fuera cuando el tiempo les llegará… Aunque a uno le fue arrebatada la vida más temprano que a los demás.

Las había limpiado antes… Las mantiene intactas, lleva flores y algunos bocadillos que a ellos les gustaban, para comerlos en compañía de aquellos a quienes cuido como hijos.

-Shion me contó… Mucho de lo que hicieron después de que yo me fui- El derramar lágrimas a veces ocurría, pero quería que cada vez fuera menos ese hecho.

-Teneo… Te felicito por que obtuvieras a Tauro, sé que la portaste con mucho orgullo y protegiste a todos los que te necesitaban-




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