En el jardín de tus ojos, dos noches de ébano
me pierdo y me encuentro, un universo en cada mirada. Allí donde se esconde el sol, florece tu sonrisa, un campo de margaritas, cada pétalo una risa.
Tu nariz, un gesto de genio que me fascina,
cuando la arrugas para decir que no, la magia es más fina. Un tic de tu alma, un "no" que me enamora y en esa pequeña mueca, mi corazón se demora.
Y en la cascada de tu pelo, negro y ondulado,
me acuno y navego, un mar que he soñado.
Me encanta leerte, mi amor, ver cómo las palabras cobran vida en la dulce melodía de tu voz, que es caricia y es guarida.
Me bobitas con tu calma, me adormeces con tu voz y en la piel de tu blancura, la Luna baila con el Sol. Tu piel es un lienzo de mármol, suave y hermoso dónde se anidan secretos de un pasado misterioso. Y en ese mapa de sueños, bajo tu pecho, florecen tus tatuajes, un íntimo derecho.
Editado: 07.10.2025