En las tardes, cuando me buscas, no es por mi vida, sino por el tiempo que compartimos, que nos une en una partida. Con tus tareas de inglés, me das un nuevo anochecer y en tu sonrisa, encuentro lo que quiero tener.
Me hipnotizan tus ojos, ese brillo que no puedo ignorar y en tus mejillas, dos margaritas que me hacen suspirar. Tu belleza, Luz, es algo que no se puede describir y el tiempo que te dedico, me hace sentir que estoy por vivir.
No hay riquezas en esta finca que se comparen contigo porque me siento en paz cuando comparto este camino. Me estoy enamorando, de la mujer que vale la pena, que me ha enseñado que el amor es más que una pena. Ahora entiendo que el pasado no importa, que los rumores se irán porque en tu risa y en tus ojos, los dos encontramos la paz.
Editado: 07.10.2025